IX ÉPOCA

6.2.06

Desnortada por el monte A Guía

Mañanero domingo soleado. A pasear, me decido, por la cara norte de A Guía. Nunca había hecho este recorrido. Llego a la entrada del puerto de recreo de A Guía. Una barrera. Un guarda. Le pregunto si es propiedad privada. Dice que sí. Que sí pero que puedo pasar y no bajar a los pantalanes. Entro. ¡Menuda extensión ganada al mar! ¡Privado! A la derecha, según se entra, una media playa, la otra mitad queda debajo del relleno para la entrada y unas naves que contienen barcos de recreo a la venta y a reparar; esta media playa, la visible, está llena de basura y lanchas podridas; se accede a ella por un mini acantilado si es que se llevan útiles de montañero, o poco menos: un aboluto abandono al lado del lujo del puerto privado; como la vida misma: la riqueza y la pobreza juntas pero no revueltas. Camino por la enorme explanada. Una cantina lujosilla a modo de sede social; a través de los cristales: cómodos sofás, buenas sillas, estupendas mesas. Sigo caminando. Muchos amarres libres, muchos, algunos carillos barcos a vela y/o a motor, algunos.
Zona privada pero se puede pasar. ¿A quién habrá que dar las gracias por disfrutar de este emporio plantado sobre media playa (pública mientras no se tapó) y un buen trocito de nuestra ría?
Y para completar, a unos cien metros de la entrada a esta propiedad privada ¡a la que nos permiten pasar una vez que levantan la barrera contundente!, bordeando la cara norte de este monte, nos encontramos con este basurero y algunos otros que no he fotografiado para no molestar más.

4 comentarios:

Anónimo dixo...

Si señor. Estos parajes también son de nuestra ciudad ¡y están al cuidado de nuestra Jardinera Mayor: Corina Porro, alcaldesa de Vigo.

Anónimo dixo...

Y sabía usted que D Abel Caballero va a financiar su bonito plan con puertos deportivos semejantes al de la Guía?

Anónimo dixo...

¿Y quién es el dueño de ese puerto?

Raquel Lopez dixo...

La persona que atiende la barrera de entrada me dijo que el dueño era Manuel Pescanova Andrade ¡...! Ya lo ves, ¿le conoces? Yo, pues no.