Por el buen camino

Tras los primeros asaltos de tanteo, que me hicieron suponer lo peor, parece que mis temores podrían haber sido innecesarios. Por lo que se ve, cierto sentidiño parecen estar tomando las últimas declaraciones de uno y otro. Por lo que se puede apreciar, la voluntad de conseguir acuerdos estables parece imponerse a la de reclamar el oro y el moro. Si de las declaraciones de los negociadores se confirman, es posible que se alcance un acuerdo tranquilizador, más allá de las especulaciones sobre quien puede sacar más tajada del mercadeo.
Creo que el BNG tiene razón cuando templa las gaitas que empezaron chirriando y desautoriza eso de los "vicealcaldes"; y la tiene también cuando defiende que, en cualquier caso, de ir sólo de comparsas, ni hablar.
Está en su derecho el BNG de exigir que en los gobiernos que se hagan se perciba la existencia de los dos partidos, sin más subordinación que la resultante de la proporcionalidad declarada por las urnas.
Y también la tiene cuando rechaza cualquier tentación de "bigobiernos", porque, como ya había dicho, la ley no contempla la existencia (ni teórica) de dos alcaldes.
Y hará bien el PSOE si, más allá de querer declararse "vencedor absoluto", admite que esta postura declarada del BNG no sólo es asumible, sino muy declarativa de sanas intenciones.
Y acabará por tener razón si huye de la tentación de ser estricto en el reparto proporcional de los representantes electos, porque tanto el PSOE como el Bloque se "beneficiarán" de lo que pacten, por encima de su respectiva representación electoral estricta.
Pero harán muy mal los dos si no nos dejan a los ciudadanos "percibir" lo que estén discutiendo, porque conviene decir que no me imagino que pudieran hablar de algo que no podamos conocer, y sancionar, los electores (propios, ajenos y abstencionistas).
Y les fallarán a los suyos si los acuerdos no se adoptan en torno a un programa conjunto de gobierno, que a nivel general debería incluir tan sólo una especie de declaración de principios y de líneas generales, para dejar que cada grupo municipal perfile los detalles según las características o posibilidades de cada ayuntamiento.
Entre tanto, en Vigo, C.Porro quiere darle el abrazo del oso a Santidominguez y le "regala" el recordatorio de lo bien que se llevaron con lo del PXOM (cuestión pendiente) y con lo del Plan de Parroquias (¡uf!). Y, por si cuela, le recuerda que "nos, que valemos tanto como vos, pero juntos valemos más que vos" (parafraseando a los nobles aragoneses en su advertencia al electo rey Ramiro II), para que sume y vea cuán potente sería una alianza entre PP y BNG.
Claro que Santi no tragó, probablemente recordando un hecho histórico que se dio en Cangas do Morrazo. Por lo curioso que resultó, me parece oportuno recordarlo para quienes no lo sepan:
Lois Pena (PSOE) había sido elegido alcalde de Cangas tras unas elecciones en las que el partido más votado había sido el BN-PG, que lideraba allí Mariano Abalo, y en las que el PSOE sólo obtuvo 4 concejales. Las negociaciones entre Bloque y PSOE fracasaron; todos decidieron que en la sesión de investidura cada uno se votaría a sí mismo y, al no haber acuerdos, gobernaría Abalo que encabezaba la lista más votada. Pero el día del pleno de investidura, el PP le "endilgó" todos sus votos al PSOE, para impedir el gobierno del BN-PG, y Lois Pena se hizo una legislatura con cuatro concejales, para conseguir mayoría absoluta en las siguientes elecciones.
El PP de Vigo, que entonces encabezaba el hoy diputado Carlos Mantilla, le había ofrecido sus votos, también gratis, a Camilo Nogueira para impedir la continuidad de Soto en la alcaldía, en unas elecciones en las que el PP seguía siendo la lista más votada, seguida del PSOE y en la que la Esquerda Galega de Nogueira tenía 5 concejales. Nogueira votó a Soto, aunque había hecho su campaña con el lema de echarlo de la alcaldía, y a las elecciones siguientes se quedó sólo con 3 concejales. Paradójicamente, ese fue el año en el que Soto tuvo que dimitir para permitir un acuerdo de investidura entre PSOE, EG y BNG que dio la alcaldía a Carlos Príncipe.
Perdón por la referencia histórica, que más se me parece a una de esas "cadenas" en las que sólo males aguardan a quien la rompa, pero creo que traer a la memoria algunas cosas puede resultar ilustrativo o, eventualmente, entretenido.