Carroña para buitres

Resulta realmente increíble: nuestros prohombres y promujeres siguen deshojando la margarita sobre si tercer carril o puente nuevo, porque los accesos terrestres a O Morrazo se colapsan. Vamos, que antes había una carretera atascada y, tras la peregrina idea del llamado "corredor de O Morrazo", ahora son dos las que proporcionan el apelotonamiento.
Pues, nada, hombre, se hace una tercera vía y se siguen metiendo coches en el resultado, hasta que toda la península se haya cubierto de asfalto, de adosados, de aparcamientos subterráneos, de adjudicaciones al tanto por ciento "de lo mío". Y a la ría, ¡que le den!
Es fascinante: ni esa luz que nos guía, llamada Faro de Vigo, es capaz de afrontar el hecho de que el colapso de la ría sólo se resuelve potenciando el transporte marítimo. Desde aquí lo hemos dicho ya por activa y por pasiva, además de resultar evidente que no se puede seguir con la ocupación del territorio que suponen las vías terrestres para una península como la de O Morrazo.
De la incapacidad de Fernández Alvariño para dar respuestas a lo que nos preocupa hay abundantes muestras, aunque sobraría con la del nuevo puente. El "puente de Alvariño" es sólo el reflejo de lo que hemos venido denunciando reiteradamente: algunas grandes obras públicas sirven sólo a quienes las adjudican, a quienes las construyen y a quienes esperan obtener ilícitos rendimientos con las actuaciones urbanísticas inducidas. A los demás, ¡que nos vayan dando!
Pero el caso es que nadie, por lo que se dice en la nueva noticia "alarmante" del Faro, parece apuntarse a lo de comunicar eficazmente las dos orillas de la ría por mar, que es lo natural.
¿Será que la imaginación se les queda sólo en idear cómo aprovechar el dinero de todos para el beneficio particular?
¿Será que aquí nadie dispone de un cerebro medianamente dispuesto para albergar inteligencia?
Lo cierto es que esas carencias parecen ser las que sostienen todo el "aparato de discurrir" que les queda a la Patronal, a la Federación de Asociaciones de Vecinos y al presidente de la Cámara de Comercio: ni una palabra para la verdadera solución. Todos van, como buitres o como borregos, detrás de más asfalto, más circulación inducida, más contaminación, más destrucción del medio natural, más mentiras, más accidentes y más milongas para seguir con la gaita esa de que a más kilómetros de carretera más fluidez del tráfico. ¿Cómo se les podría hacer entender que, como vemos a diario, la cosa es al revés?
Los vigueses no nos los merecemos, aunque hayamos hecho todo lo posible por tener unos "administradores" como esos.