Un chico como tú

¿Estamos o no estamos? No nos digan que no se lo hemos advertido. Que J.M. Iglesias se encontraba como un pulpo en un garaje entre "su" panda era más que evidente. ¿Me pueden decir ustedes qué hacía un señor como ese en un grupo tal? Porque el grupo del PP en el Ayuntamiento de Vigo es un conglomerado de "parvenues", de pijos sobrevenidos a base de frasco y Armani, de enclopédicos incultos, de ocurrentes subrepticios y de huérfanos de gobiernos amigos. Claro, en ese panorama, cualquiera que se distinga por lo contrario tiene los días contados.
Iglesias se había distinguido ya con lo de que hay que gastarse la pasta en el beneficio de todos, dando la vara con lo del saneamiento, con lo de pensarse bien las cosas y con lo de ir por el sendero de la razón. El pobre era como el infeliz protagonista de "El país de los ciegos" , de H. G. Wells, que era tomado por imbécil porque decía que veía cosas y los ciegos de aquel país eran incapaces de comprender lo qué significaba ver. Naturalmente, el mecanismo de defensa colectiva de aquella tribu, obligaba a tenerlo por loco (la palabra visionario no significaba nada para ellos).
A Iglesias le ha dado por ver un futuro con problemas si no se abordan las inversiones en saneamiento, o sea, en esas cosas que van por debajo y no se pueden enseñar a los papanatas que luego van a votar. Y, por una vez, pase; pero eso de insistir en que menos "plan de parroquias" por la superficie y más profundizar en los problemas reales resulta un contenido mucho mayor que el continente-encéfalo de C. Porro; o sea, que no le cabe ni en la cabeza.
"José Manuel Iglesias é o máis presentable do grupo de goberno. Pero como xa comentamos neste Blog noutra ocasión, está absolutamente só no grupo municipal do PP, no que é elegantemente odiado por todos. Posiblemente porque é o único do grupo cun mínimo de sensibilidade, educación, cultura e estudios", decía en marzo pasado nuestro fino observador de la realidad, Pablo Eifonso, del islote Iglesias en el piélago de nuestra derechilla local.
"A mi plan de parroquias, ni reñirle", a buen seguro pensó C. Porro. Y se dispuso a cortar por lo sano, porque, "total para lo que nos queda...". No vaya a ser que después del arreglo ese con Toba y Cia. para apañarse con lo del PXOM, y este Plan-Portanet (Q.D.T.E.S.G.), que podríamos ir inaugurando por fases hasta las urnas, ahora tengamos que emplear los dineros de todos en su salud. ¡Nos ha jodido el Iglesias con sus escrúpulos!
Y dicen que no saben si se irá para un "grupo mixto" de un solo miembro o renunciará a su acta de concejal. ¡Lejos de mí las nieblas hiperbóreas!, que diría el clásico, y líbrenos el Señor de ir por ese Camino, pero nos encontramos en una encrucijada en la que lo único que se nos ocurre es pedirle a Iglesias que aguante; que siga poniendo el contrapunto de la racionalidad en ese batiburillo de trileros que no son capaces de saber qué pasa con la depuradora, y nos ocultan continuamente la bolita (que está por debajo) para marearnos con el juego de los cubiletes sobre el tapete y que nos equivoquemos al señalar el que oculta el premio. Y, sobre todo, que se dé cuenta de que ahora no tendrá que soportar la mostrenquería de Chema, la estulticia de C. Porro o la inania de Coello, por poner sólo algunos casos, y los demás podríamos ir beneficiándonos de su bonhomía hasta ahora tamizada por la disciplina de un "partido" que más parece un "pulverizado".
Qué quieren que les diga: por aquí nos congratularemos siempre de que la margarita escape del abrevadero de los chanchos, que no sabrían apreciar su ingesta.
En menos palabras: que si se atrevió a poner en cuestión los designios del grupo al que pertenecía cuando estaba dentro, creo que su obligación es la de seguir poniendo en evidencia que sus ex correligionarios van por donde van, que no es por donde deberían ir.
Finalmente, no me resisto a reproducir lo que tenía preparado para largar ya un "daguerrotipo" (como les llamaba Gumersinda Lisboa a mis psicoretratos) a propósito de sus discrepancias formales con su grupo:
"Y digo yo, ¿qué hace un chico como tú en un sitio como ese? ¿Por qué no les das el corte de mangas que vienen pidiendo desde hace tiempo? Te lo dice alguien que te conoce y que sabe que no te merecen. Ellos creen que política es hacer como que hacen, y tú te creías que era hacer lo que nostros necesitamos que se haga. Ni por un momento permitas que te cambien. Ellos ya no tienen remedio, pero pueden remediarte, si Dios no lo remedia. Que, a lo peor, no".
Pues, eso.