Vigueses Distintos

1º Aniversario de Vigoblog
Dentro dos actos conmemorativos desta efemérides, comezamos unha nova sección, na que iremos publicando sucesivamente os nosos Vigueses Distintos:

Francisco Lores Santacecilia. Incombustible activista do sindicalismo e da esquerda. Fundador de Galicia Socialista e do Sindicato Obreiro Galego.Traballador de Citroen despedido no ano 1972. Súa era a man que cortou a corrente do transformador principal da factoría, o 10 de marzo que asasinaron a Daniel e Amador en Ferrol. Cando un pregunta por el, sempre renacen as mesmas palabras: traballador, pragmático, honesto, valente, xeneroso, nacionalista, non sectario, amigo dos seus amigos e dos seus rivales, mais implacábel coa patronal.


Carlos Oroza (Viveiro, Lugo 1931). Poeta. Pasea, en las mañanas soleadas, su transparencia y su palabra sonora por las calles de Vigo atento a la voz y ritmo que de ellas se desprende. Se acerca a la orilla de la ría y dice "En el norte hay un mar que es más profundo que el cielo". La poesía, declara él "es palabra que suena", y continua "más vale pájaro volando que ciento en mano". Tal vez por ello es tan reacio a fijar sus versos en papel; los va regalando a todo aquel que desea escucharle mientras camina. Oroza acaricia con su palabra la industrial indiferencia de —como dice el amigo de Manolo Romón— los viguícolas.

María Eugenia (Roucos, Ourense 1918), tabernera. Abrió el Bar Marino en el número 13 de la calle Real el 8 de febrero de 1944, junto con su marido, Gaspar. Todos los días abierto. A finales de los sesenta empezó a cerrar "para descansar" los domingos por la tarde. Recordaba hoy aquellas vísperas de carnaval "época de hambre" y me comentaba "el primer día que abrimos vendimos todas las cacheiras; eran más de 200 kilos de cabezas de cerdo". Este bar Marino en el que con la chiquita de vino se regalaba un pocillo de caldo, se recuerda hoy como "El Porco", "El Cerdo Marino" o "El Caldito". María Eugenia traspasó "El Porco Marino" en 1976. Hoy, con agilidad octogenaria, recordaba a alguno de sus clientes: Los del Riego, Cunqueiro (éste le enseñó a cocinar los 'revueltos'), Castroviejo, los camareros y marineros de los míticos trasatlánticos Begoña, Monte Umbe, Monte Udala, Santa María; el pintor Urbano Lugrís o Lodeiro... La primera escala del Santa María después de lo de Galvao, "qué historias contaban aquellos marineros"... Pepe de la Isla, un pescador que hacía el recorrido a las Cíes, donde vivía, a golpe de remo... Luego la época de finales de los 60 y principios de los 70 "aquella simpática juventd". "Fueron, aquellos primeros años, tiempos de posguerra, difíciles; con el agua de cocer las cacheiras alivié no poca hambre; venían a comprar el caldo en bombos de sardinas: siempre lo regalé".