Que ahora dicen que se van a cargar lo de la ORA, que casi nadie sabe que significa Ordenanza Reguladora de Aparcamientos, porque –ya han caído de la burra– no cumple el cometido para el que fue creada. ¡Andá! Pues no era sin tiempo. Y eso que les llegaron mensajes de todas partes: que si no ha supuesto la disponibilidad de plazas supuestamente pretendida, que si no se obligaba a la exigible rotación al permitir que un vehículo estacionara por más de dos horas (mientras pagase), que si sólo era un instrumento recaudatorio (aunque únicamente para la concesionaria y el dueño del aparcamiento de la grúa), que si se extiende a casi todo el casco urbano no sirve para nada, etc.
Voces que claman en el desierto, porque los tímpanos municipales siguieron durante más de 20 años inasequibles al desaliento, erre que erre, metiéndonos el trabuco en cuestión por donde nos cabía. El caso es que hay que pensar en que nuestros mandados (que están a nuestro servicio, no al de ellos) eran, y seguirían siendo, imbéciles, o dieron por hecho que los imbéciles éramos nosotros, o bien se trata simplemente de inútiles, porque lo de que practicaron el común arte de la corrupción es demasiado fuerte como para adjudicárselo a nadie, ni con pruebas.
Lo cierto es que la ORA es uno de esos negocios emergentes al socaire de la democracia, consistentes en quitar un poco a muchos para conseguir un mucho para unos pocos. En pocas palabras, la ORA ha servido, se mire como se mire, para que la concesionaria del servicio ingresara unos duros por la cara; para que el propietario o arrendatario de un terrenito hiciese otro “negocio” a base de almacenar –cobrando– vehículos retirados de las aceras, y, eso creían, para recaudar para las arcas del Consello unos dinerillos, en forma de multas.
Pero héteme aquí que las multas de la ORA ni siquiera se notifican, aunque sirven de argumento extorsionador en caso de alguna otra infracción; los agentes municipales encargados de formular las denuncias y de vigilar que el servicio funcione de acuerdo con lo dispuesto en la Ordenanza Municipal siguieron “pasando” olímpicamente de trabajar en eso, y los “vigilantes” se hacían los suecos cuando se sucedían los tiques y se sobrepasaban las dos horas de estacionamiento. Hubo, incluso, un tiempo en que podías olvidarte del coche durante toda la mañana, con tal de colocar dos resguardos de dos horas en el salpicadero.
Pero, como la cosa no iba a quedar ahí, los espabilados munícipes que hemos elegido, que en algunas cosas se la cogen con papel de fumar, han encontrado otra forma de gastarnos nuestros dineros, encargando otro “informe” que les ilustre sobre el funcionamiento de la ORA. Y, si el informe concluye que la ORA no sirve para nada, pues nada, que no se renueva la concesión y nos buscamos otra forma de sangrar al personal. Pero ¿serán carotas? Para comprobar que la ORA es un timo no se necesitan informes: lo sabemos todos. Ellos también, pero se hacen el “longuis”, y el que venga detrás que arree.
En resumen: siempre estuvo claro que la ORA no servía para nada, porque los obligados a exigir su cumplimiento se daban por satisfechos con regalarle una pasta a uno de los más caros contribuyentes a “la causa”, y que a los ciudadanos nos dieran por “retambufa”.
Desde aquí exijo que me digan cuánto nos va a costar ese innecesario informe, y quien va a ingresarlo.
Y si se cargan la ORA, que carguen también con la destrucción de medio centenar de empleos quienes, sabiendo lo que iba a dar de sí, contrataron con FOCSA esa tropelía. Algunos de los culpables siguen sentados en los escaños de representación popular en la Corporación Municipal. Los demás, que apenquen con su cuota de ineficacia y/o estulticia, que de todo habrá.
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2 comentarios:
Parece que al Ayuntamiento le viene mejor ahora la política de eliminar todo el aparcamiento en superficie y calcarnos en el aparcamiento subterráneo privado. Curiosa forma de privatizarnos la vía pública.
Lo que se deduce de esto es que deberíamos ir pensando en dejar de pagar el impuesto de circulación, ¿no?
oravigo.blogspot.com
Aquí os propongo más acciones de reacción frente al acoso y robo al que someten a los ciudadanos de Vigo.
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