IX ÉPOCA

3.10.05

Del "interiorismo" reseñado en Faro de Vigo

Felicidades por enseñarnos, con sus artículos dominicales en el 'Faro de Vigo' esos interiores de las viviendas de nuestra ciudad; de esas viviendas acomodadas y que en definitiva orientan los gustos de los ciudadanos (las modas no dejan de ser la irradiación que el 'poder' ejerce sobre aquellos que lo padecen). Tienen, por tanto, sus artículos un valor antropológico muy interante pues nos 'hablan' —sobre todo las imágenes/fotografías— de cómo viven y son nuestros conciudadanos más, digámoslo así, adinerados; nuestros líderes, ésos que han tenido éxito económico (ya hace mucho tiempo que la Economía ganó la batalla a la Política). Digo de 'cómo viven y son' porque algunos compartimos con Sándor Márai lo que dice en su muy elogiada novela "La mujer justa" (publicada en Salamandra, Barcelona 2005) en la página 50: "Desde luego, lo que da vida a una casa no son los muebles sino los sentimientos que animan a las personas que la habitan." Es decir, lo qué hay en nuestra vivienda y el cómo en ella lo disponemos nos muestra cómo somos (no hay inocencia en nuestros actos o palabras aún en los más automáticos pues éstos surgen de una inercia que evidencia lo aprendido).
Los más recientes descubrimientos en biología y neurobiología nos señalan que nuestro —el de la especie humana— ADN difiere con el del chimpacé en tan sólo un 1%. Es decir, somos humanos porque tenemos la capacidad de pensar (aunque hoy muy pocos ejercitamos esa función), y pensar no viene a ser nada más que esa capacidad de no actuar por reacción sino que por respuesta. Pensar es detenerse, mirar qué efecto puede tener nuestra próxima acción.

Bien, de esas viviendas 'decoradas' que nos viene mostrando domingo a domingo, se deduce un gusto lamentable de nuestros líderes locales (no es de extrañar que nuestra alcaldesa, Sra. Corina Porro, a raíz de la inauguración de parte de la remodelación urbana del entorno de la Alameda, declarase: "Soy una esquizofrénica de las flores"; sí, estas fueron sus palabras publicadas en ese periódico donde usted colabora. Es decir, la clase o grupo de referencia social viguesa es de lo más anodino que pueda imaginarse.

¿Qué le parecen las recientes fachadas 'neoconservadoras' de la calle Rosalía Castro con esquinas a República Argentina, entre otras? ¿Se imagina que alguien acuda a un médico anclado en la práctica 'constructiva' del siglo XIX? (cada época pone de manifiesto en sus maneras de hacer la 'calidad' humana que la anima) ¿Por qué, entonces esa obsoleta arquitectura en piedra que lo único que pone de manifiesto es la cantidad de 'duros' que posee nuestras élites? Y, claro, a tales fachadas tales interiores. Por ejemplo, en la vivienda que muestra hoy (¡por cierto! afine un poquito ya que en una de las fotografías aparece, a través de la ventana, la fachada del edificio de enfrente; edificio perfectamente identificable al cual acaban de reponerle parte de su bella fachada —algunos conocemos nuestra ciudad porque la paseamos—), resulta curioso que las estanterías de libros estén tan altas, tan fuera del alcance de la mano, aunque si bien lo pensamos es notorio que el contenido de esa biblioteca es de escaso interés y de menor uso ¡por eso está tan elevada! Se ve que en esta vivienda han amontonado cosas caras pero de muy poco valor (no se debería confundir precio con valor). En fin, no es de estrañar que tengamos una ciudad urbanisticamente tan horrorosa. Menos mal, por ejemplo, que el centro médico de la Seguridad Social en la calle Rosalía Castro, ha sido construído con criterios actuales y del cual algunos nos sentimos orgullosos. Podría argumentar más esa decoración de ese segundo piso, pero sería como tratar de sacar partido a una tienda de muebles ajenos al modo de hacer contemporáneo. ¡Menudo panorama!
¿Se da cuenta que en la Voz de Galicia aparecen arquitecturas e interiores más acordes con nuestros tiempos, discutibles muchas sí, pero más acordes? ¿No hay en Vigo interiores menos esquizoides? Seguro que sí. Por favor ¿querrá mostrarnos alguno? Necesitamos constatar que sí hay vigueses con sensibilidad del siglo XXI.
Le agradezco su trabajo, retrata muy bien esta clase viguesa que teniendo éxito (económico) no deja de ser manifiestamente miserable en sus estéticas. La esquizoide de las flores, antes mecionada, tiene sus referentes ¡no faltaría más!

4 comentarios:

Anónimo dixo...

La 'línea' de interiorismo que nos viene mostrando/defendiendo nuestro insigne diaria encaja perfectiblemente con el perfil socioIlógico de esta urbe. Amén.

Anónimo dixo...

Claro, claro. de ahí la actualidad de 'El Quijote': ¡los libros, mejor que en las manos, por las nubes! (El Manco lo era de extremidad no de cerebro).

Anónimo dixo...

Desde luego que los pétreos maceteros que han colocado en las esquinas de las aceras deben costar lo suyo. Son un enorme obstáculo se miren como se miren. No acabamos de salir del papanatismo más ramplón.
Estoy de acuerdo en que el 'interiorismo' que viene presentando el Faro de Vigo en sus páginas dominicales es de lo más anodino que pueda darse.
El contexto estético de esta ciudad es el 'nuevo rico'. Harán falta años y años para 'actualizarse' ¡a por ello!

Anónimo dixo...

¡Muy bueno este artículo! Menos mal que alguien pone de manifiesto lo hortera que es la estética de esta ciudad.