IX ÉPOCA

6.10.05

Accesibilidad

Mal está que no se adapten las zonas urbanizadas a la normativa de accesibilidad. Pero que en las nuevas urbanizaciones (eso que llaman humanización desde que a Xerardo Estévez se le ocurrió la tremenda palabrita, cuando, siendo alcalde, decidió darle un repaso al Ensanche de Santiago de Compostela) se sigan poniendo obstáculos en los itinerarios peatonales, es directamente escandaloso.
La manía decorativista de Corina Perly Porro le hace olvidar (¿o es que nunca los supo?) los criterios de accesibilidad, a ella que presume de poseer una sensibilidad especial por los temas de discapacitados: todos los alcorques de las obras del entorno de la Alameda y calle Uruguay (en la foto), son con bordillos resaltados, olvidando que las normas y las buenas prácticas en esta materia, indican que los alcorques irán con rejilla enrasada con el pavimento que los rodea.
Pero se ve que la horterada y el gasto están por encima de los supuestos principios y criterios. Un cálculo a vuelapluma, teniendo en cuenta que están construídos con cuatro piezas de granito rojo altamira flameado, importado de su cantera Venezolana, nos podría dar un precio colocado de un mínimo de 185 euros por alcorque. No los he contado, pero podrá haber por lo menos unos 800 alcorques en las obras en ejecución, lo que nos daría sobre 146.000 euros, o sea, unos 24,5 millones de las antiguas pesetas. Ese es el coste aproximado de incumplir con las normas de accesibilidad y ser fiel a la horterada y el horror vacui.

Una muestra más de la irracionalidad, derroche suntuario y capricho de estas obras, que se viene a añadir al destrozo de la Alameda, a la no renovación de las viejas cloacas, al dispendio en palmeritas y jardineras, a la suma de modificados de obra sin aprobación ni procedimiento, al más que singular sistema de financiación mediante préstamo encubierto del Consorcio de la Zona Franca.

Por cierto de nuevo ¿dónde está la oposición? ¿Dónde las asociaciones de discapacitados? ¿Dónde el Consello municipal de Accesibilidad? ¿Dónde la Federación de Asociaciones de vecinos y su activa presidenta?.

5 comentarios:

Anónimo dixo...

Alcorques, alcorques... ¡Qué palabras se aprenden en los blogs!
Nunca pensé, mirando los infinitos alcorques que han puesto para mayor tropiezo al pasear por las casi amplias aceras, que éso era un alcorque. ¿Lo de cercado de jardinera ya no sirve? ¡Jo!

Anónimo dixo...

Insisto ¿cal é o voso correo eléctrónico para enviar información?

Anónimo dixo...

uff, la cori...este verano, tenía la sensación en San Francisco de que había muchos discapacitado solo por la calle, subiendo al autobús, haciendo de todo.
sé que en vigo hay muchos ...pero no en la calle, cualquiera se atreve!.
la cori si, lo bien q se le dan los discursitos, como enfermera a veces me dá vergënza oirla,confunde las campanadas de caixanova con las sirenas del 061.
siloam

Anónimo dixo...

Digo más. La esquizofrenia floral declarada por nuestra rubia por fuera y gris por dentro Corina, va mucho más allá. La escasez de agua parece preocupante, hasta el límite de que la alcaldía ha publicado un bando restringiendo el uso del agua para el riego. O sea, que no se puede regar mientras siga esta sequía. Pero el asunto no va con la propia alcaldesa, que supongo blindada contra bandos propios, porque no hay más que pasarse por la Gran Vía por la noche para ver cómo los aspersores que "rocían" los primorosos jardines siguen activos.
Supongo que el ahorro de ese agua viene siendo el chocolate del loro, pero dar algún ejemplo no está de más. En todo caso, supongo que los servicios municipales correspondientes habrán denunciado el hecho.
A lo mejor es que para la alcaldía sólo resultan perseguibles los actos ajenos, y permisibles los propios. Es una forma de gobernar pensando(?) siempre en nosotros, que es que no cabemos en nosotros mismos de gozo contemplando el progreso de los tulipanes, margaritas y azaleas, mientras los discapacitados hacen rallies entre alcorques y jardincitos amacetados, con lo que mejoran notablemente su forma física.
Seguimos en la política aldeana de ofrecer "cosas" que se ven, mientras se descuidan las que no se ven. Y aún querrán que les estemos agradecidos porque nos estén decorando la fachada a base de "fourouge". ¡Qué asco!

Anónimo dixo...

Pero convengamos que es una forma muy "accesible" de hacer caja y que, para ellos, como que les debemos un favor,no?
Estamos ciegos, sordos y mudos