Jules, Julio, Xulio; de Verne hablamos.

Año 2005: Vigo ha estrenado monumento a Julio Verne. Bien. Una escultura situada al borde del mar agradece a quien ubicó en la bahía de Vigo la base del Nautilus capitaneado —¿habrá alguien que no lo sepa?— por Nemo.
La escultura contemporánea se ha liberado de la peana. ¿Por qué le han puesto peana al medio pulpo aplastado por ese desarrapado y deforme personaje que pretenden hacer pasar por Jules Verne? Bien, vale, Julio Verne. Eso, ¿por qué colocar la escultura en un 'altar' si no es algo sagrado?
Pero ¿es una escultura ese trozo de cefalópodo con vejete asustadizo encima, todo ello fundido en bronce? Cualquiera de las pocas fotografías que hay de Julio Verne nos presentan un personaje con carácter. Desde luego que el almirante Méndez Núñez —en la alameda (actualmente almacén de empedradores)— sí ofrece la imagen de una persona de acción. Es lamentable la 'expresión' de esa figura con el culo en la boca del medio pulpo.

Jules Verne o Julio Verne o, si la placa conmemorativa se redacta en gallego sería Xulio Verne ¿no? (en dicha placa 'salta' a la vista inevitablemente el valor que el idioma gallego tiene para las autoridades que la encargan; porque si en castellano decimos Julio Verne, en gallego o bien mantenemos el nombre sin traducir o lo traducimos al gallego; entonces, si la placa está en gallego debería decir Xulio Verne).
Vigo, ¿lo sabían? tiene un museo de arte contemporáneo, tiene galerías de arte de contemporáneo... Vigo tiene personas capacitadas para saber qué y a quién elegir para que 'materialice' el recuerdo del Sr. Verne, Jules (francés) Julio (castellano) Xulio (gallego) —según la lengua ques Uds. hablen ¡por favor!, de traducir el nombre, háganlo en concordancia—.
La ubicación de tamaño bulto broncíneo ¡justito en medio de la esplanadita! es un peñazo. 'Componer' es una de las bases del hacer creativo. El terror al vacío de nuestros políticos locales hace que nos llenen de 'adornos'/obstáculos los pocos espacios libres que mediante 'Abrir Vigo al Mar' la ciudad ofrece. Y el mar cada vez más lejos de los ciudadanos.
Cada época tiene su manera de recordar a sus personajes, cierto, y nuestra 'esquizofrénica de las flores —Corina Porro dixit de sí misma— la suya propia. ¿Le gustaría cerrar el MARCO a nuestra desilustrada alcaldesa? Me temo que sí. Y a las empresarias que financian tamaño bulto petreobroncíneo le diré que espero que dirijan sus empresas con mejores criterios que los que emplearon para dar cuerpo a este obstáculo de pésima factura.
Escultura, peana, placa, ubicación: signos de una esquizoide manera de entender la ciudad.
¡Perdónanos Julio Verne!
Ti daraste conta Xulio, outra cousa non temos no concello¡...!