IX ÉPOCA

30.6.05

O MAGOSTO, PARA AGOSTO

–¡Porca miseria!: mira que lo teníamos todo atado y bien atado, y no sé por qué teníamos que adelantar las elecciones.
–La verdad es que no sé quién dijo que a lo mejor el jefe no llegaba al otoño ni con lo del formol; que ya advirtió el Pemán que viene un verano de bigotes.
–Pero, ¿no habíamos quedado en que lo del adelanto era porque teníamos una encuesta de esas, que nos favorecía en este momento?
–Bueno, eso es lo que hubo que decirle al “baranda”, porque no se dejaba, y seguía, erre que erre, con lo de que “Yo siempre he agotado mis legislaturas”. Algo había que inventar, digo yo, para no tener que decirle la verdad…
–Coño. Es que nos habéis dejado con el culo y las obras al aire, y ahora nos las van a inaugurar los rojos separatistas esos. No sé si te acuerdas de que habíamos quedado en que las obras eran para setiembre-octubre…
–Ya. Y “o magosto, para agosto”…
–Pues buena la hicimos, porque yo, sin ir más lejos, tengo tropecientas obras minuciosamente preparadas para finalizar con las primeras hojas caídas, y no les he sacado nada. Y, ya me dirás, sin inauguraciones no hay quien frene una caída de votos como la que sabíamos que se nos venía encima. Y, si no me crees, date una vueltecita por ahí y verás la cantidad de asfaltismo que hemos desperdiciado. A ver quien pone ahora el chapapote…
–Pues tú no te quejes, que aún te quedan dos añitos y puede que arregles. Mira yo, que por optimista no tengo ni un escaño que llevarme al culo… Perdón por la grosería pero es que estoy hasta los… En fin.
–Dos añitos, dos añitos. A ti te quería ver yo con una moción de censura “contra natura”, naturalmente, haciendo tic-tac, tic-tac en cada pleno. ¿Es que no las oyes?
–Sha, y si no te tomás la sopa va a venir el “hombre de la bolsa”…
–Ay, por dios; cuando te pones sarcástico no reparas en nada…
–Vale, de acuerdo. Perdóname un momento que voy a cortarme las venas. Te llamo cuando termine.
–Estás colgado…
–Aún no, pero en seguida cuelgo. Venga. Chao.
–Venga. Chao.
(Reproducción de una conversación interceptada mientras escrutaba aleatoriamente el espacio radioeléctrico)

NOTA DEL TRANSCRIPTOR: Les juro que lo de “aleatoriamente” ya “coló” judicialmente una vez. En todo caso, he de hacer constar que lo anterior es simple fruto de la imaginación, y que todo parecido con la realidad es…, ¡ahí va!, una coincidencia. Lo que son las cosas.

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