IX ÉPOCA

5.10.11

Tenemos derecho a saber y ellos deber de contar

A mí que me lo expliquen, aunque no creo que puedan. ¿A qué vienen ahora esas caritas compungidas del incongruente Feijóo diciendo que no sabía nada de lo de los blindajes de los directivos del fraude ese llamado NCG Banco? ¿Acaso su gobierno no dio el visto bueno a la transformación de NOCAGA en Banco? ¿Es de recibo que alguien autorice algo sin saber qué lleva dentro?
La cosa pinta muy mal y la ciudadanía no va a entender que, mientras cinco millones de españoles buscan un empleo que llevarse a la boca (de los que más de un millón no cobran ni el mínimo subsidio), una docena de espabilados cobren millones por haber contribuído a este desastre. Para mí que lo único que va a entender el pueblo soberano (¿qué se creerán algunos que significa eso de soberano?) es que se cumpla el viejo aforismo de que el que la hace la paga (en este caso, la caga). Es decir, todos desearíamos ver cómo van entrando en Alcalá-Meco, en A Parda, en Bonxe o en Martutene toda esa caterva de desaprensivos que se subieron al carro de ir quitándonos lo nuestro, por muy poco a poco que haya sido, para juntar unos cuantos muchos para ellos.
En este enmierde lo de menos es ya si son 20, 30 o 100 los millones que ¡legalmente! se embolse cada uno como remuneración por su bien ejecutada labor de proporcionarse dinero a nuestra costa. Lo verdaderamente importante es que han puesto negro sobre blanco el escenario en el que nos han obligado a actuar. Para ellos (banqueros, cargos políticos, representantes populares, etc.) nosotros hemos quedado reducidos a meros suministradores de votos, a simples adherentes de lo que dicen y luego no hacen y a innecesarios conocedores de los intríngulis de un sistema y unos procedimientos sólo al alcance de quienes los han habilitado para su exclusivo beneficio.
A ver si es que el bueno de Marx (Karl, no Groucho) iba a tener razón con aquello de que la propiedad privada es un robo y que el capitalismo lleva dentro el germen de su propia destrucción. Porque los fenómenos a los que nos están acostumbrando últimamente están resultando inapreciables elementos de cabreo con el sistema.
El sistema es eso que nos ha ido convirtiendo de cazadores recolectores en dominadores y dominados, de esclavos y libertos en ciudadanos y contribuyentes, de éstos en electores y, finalmente, en simples espectadores de los dictados de "los que saben".
¿Alguien, por ahí, tiene una respuesta convincente para la pregunta de por qué lo que pasa no puede explicarse en román paladino? Si, como dictamina nuestra Constitución, el único soberano que hay aquí es el pueblo, ¿a qué viene que el pueblo no pueda conocer aquello sobre lo que la ley le reconoce soberanía?
Pues bien, ya va siendo hora de que se dejen de "yonofuís", de "nosabíanadas" y de ridículos patrioterismos de corredoira para salvar la cara. Y, si no lo hacen, que quienes cobran de nuestros impuestos por vigilar que las cosas se hagan como deben hacerse se curren el sueldo y persigan sin descanso a quienes no han hecho debidamente sus deberes.
Y alguien tendrá que decirles a los que han sido recompensados por hacer las cosas como le venía bien a sus superiores (con participación en ello, claro), que no se van a ir de rositas, por mucho que sus latrocinios cuenten con respaldo legal. ¡Pero si en el caso que nos ocupa los (pre)jubilados y (pre)indemnizados han sido también (pre)visores y ellos mismos han fijado las condiciones, económicas y sociales, que les permiten irse a casita cuando deseen con el riñón más forrado de lo que lo tenían! Y, mientras, aquí y allá, unos y otros, se llenaban la boca con palabras como "transparencia", "democracia", "participación" y otros cuentos para adormilar infantes, y acababan por considerar "temas particulares" o "privados" todos los referidos a ¿cuánto gana usted?, o ¿cuánto se va a llevar?, o ¿cuántos millones decidió usted que teníamos que prestarle "ad calendas grecas"?
Y no voy a seguir porque ya sólo se me ocurren blasfemias que hasta ahora ignoraba.
Las referencias a cualquiera de las cuestiones referidas pueden ustedes encontrarlas buscando por la red términos como Xunta y Novacaixagalicia, NCG Banco y Feijóo, o cualquiera de los referentes incluidos en este post.
Que ustedes lo pasen bien, que para que lo pasen mal ya están ellos.

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