... pon las tuyas a remojar» El afeitado económico a que están siendo sometidos nuestros vecinos portugueses debería de alertarnos (tengamos, o no, barbas).
El Gobierno portugués, para hacer frente al estado calamitoso de su economía, está aplicando soluciones durísimas e insolidarias, pues afectan a toda la población sin tener en cuenta las diferencias de nivel de renta. Recordemos que el anterior Gobierno de Sócrates cayó porque la oposición de entonces (ahora gobernando) no apoyó los recortes propuestos, que eran más justos y razonables. («Otro vendrá que bueno me hará.»)
No sabemos, aquí, en nuestro país, a poco más de un mes de la Elecciones, qué medidas, en el orden económico, tiene previsto aplicar el PP a partir del próximo día 20 N, caso de que las gane. La ciudadanía tiene el derecho a saberlas, todo el derecho. Nuestro voto, más que nunca, ha de ser exigente: es la única ocasión en que podemos hablar. Éste es, con sus imperfecciones, un estado democrático; o eso pensamos; ahora que, según van saliendo a la luz los inmorales comportamientos de aquellos que están y estaban, hasta hace muy poco, al frente de muchas de las Cajas de Ahorros, empezamos a sentir que a la transición aún le quedan muchos pasos por dar para considerarnos un Estado de pleno derecho.
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