No sólo es el huevo, sino también el fuero

"Cómo es posible que el valor contable de NCG fuese cifrado por sus gestores en 1.714 millones de euros y posteriormente quedase reducido a 181 millones tras la entrada del FROB? Es cierto que tales cuentas fueron debidamente auditadas (incluida la  auditoría que el Gobierno gallego encargó a KGPM --la misma, vaya casualidad, que auditó las cuentas de la CAM-- para avalar la integración de las cajas), pero ello en modo alguno eximiría de responsabilidad a los administradores por la falsedad contable previamente cometida". (El subrayado es mío).

El párrafo pertence a un lúcido artículo que publica El País y que firma el catedrático de Derecho Penal de la USC, Carlos Martínez Buján. Según yo lo veo, eso es poner el dedo en la llaga, identificar "la madre del cordero", señalar "o cerne da deboura" y "poner los puntos sobre las íes".

Porque uno se pregunta si, como pretenden conformarnos, todo podría resolverse devolviendo las pornográficas cantidades recibidas  por aquellos "administradores". Y bien estaría que lo hicieran, pero aquí no se trata sólo del huevo, sino también del fuero. Es decir, que no podemos quedarnos en la anécdota sino que también debemos fijarnos en la categoría: tiene que haber responsabilidades perseguibles penalmente, porque no se puede quedar uno tan ancho diciendo que el Banco de España nos ha valorado las cajas en muy poquito. De ser así, cabría algún tipo de reclamación que, por lo que se ve y se oye, nadie está dispuesto a llevar a cabo.

En fin, que nadie debería quedarse satisfecho, y menos aún elogiarlo, con la representación esa de la devolución. Esa devolución para muchos no significaría más que la restitución de una parte de lo obtenido, si se llegara a demostrar (que podría ser) que la gestión de los "administradores" hubiese dejado el valor de las cajas en ese pírrico 7% del No va Galicia Banco (NGB).

Y que ustedes lo vean.