IX ÉPOCA

21.9.05

De bares y museos

La redacción de esta “Blog de Vigo” ha descubierto, por fin, el auténtico e inestimable sentido de la erupción museística de la ciudad. No se lo van ustedes a creer, pero en Vigo existe una estrechísima relación entre bar y museo. Tanto es así que esa simbiosis ha puesto en evidencia que aquí parece no poder existir el uno sin el otro.
El exponente principal de la hipótesis citada es el “Verbum”, o museo de las palabras, que agonizaba frente a la playa de Samil, en un lugar que nunca debió expropiarse a las dunas del litoral, y ha recobrado el pálpito gracias a Guillermo, que tuvo la lucidez de encontrar el verdadero sentido de aquel continente de palabras y puso un bar. Vamos a ver, ¿cuál es el verdadero templo de las palabras, por estos pagos?: el bar; está claro. Ahora sí que tiene sentido, y contenido, el “Verbum”. Gracias a Guillermo –que con Ricardo ya había sido protagonista en “los felices ochenta” habilitando el “Satchmo”, auténtico “portal de Belén” en el que habría de nacer la “movida”–, nuestro museo de las palabras tiene ahora las “verba” necesarias para darle contenido a aquella triste caja de zapatos en que había devenido el edificio en cuestión. Y música de jazz, que es lo que le gusta a Guillermo; y a mí (aquí es necesario reconocer el fino instinto del creador material del continente, el arquitecto César Portela, quien enseguida comprendió la importancia del binomio museo-bar y dio toda clase de facilidades para ubicar allí el contenido que Guillermo ofrecía).
Y, qué decir del ínclito y virtual “Museo del Mar” –qué coincidencia, también es de Portela, sin menospreciar a Aldo Rossi–, que exhibe una monumental escollera para proteger un espigón con faro virtual y al que no hay forma de atracar un barquito por falta de calado. ¿Por qué no va p’alante? Pues porque no tiene bar. Está claro. Bueno, tiene bar, pero está cerrado, que viene a ser lo mismo. A ver si lo ponen en funcionamiento y podemos vernos allí tomando unas copas, o unas tapas, o un café, que todo ello sirve para fomentar la interactividad de las personas humanas de la sociedad civil ésta.
El museo de Castrelos tampoco tiene bar, aunque esté lleno de pinturas y varias estelas romanas, o de por entonces, y tampoco parece ir muy bien, por falta de un proyecto museístico-hostelero adecuado.
Luego está el “Marco”, que debió llamarse simplemente “Maco” –como se llama, en el argot de los usuarios del sistema penitenciario, a la cárcel, además de “trullo” o “talego”–, que resulta la excepción que confirma la regla, y funciona. Pero tuvieron que ponerle un bar con terraza a Príncipe –¿otra coincidencia? –, porque alguien advirtió que le faltaba algo. Y, por si las moscas, también restaurante, como en el “Verbum”.
El descubrimiento efectuado por la redacción de “Vigoblog” se hace público, no sólo para general conocimiento, sino para servir de guía a los responsables de la cosa. Tomen nota, si no, de lo que ha supuesto el proyecto llamado “Abrir Vigo al Mar”, que en realidad es “Abrir Vigo al Bar”, y a cuya sombra han florecido negocios hosteleros que también agonizaban. Claro que para ello hubo que elevarles un poco el terreno que los separa del mar, para que los usuarios no lo vean, pero el que algo quiere, algo le cuesta.
Vayamos, pues, todos juntos, y yo el primero, por la senda de los bares, y traslademos la tertulia a los museos, porque ya en los bares se cuelgan cuadros con más éxito de público que en las pinacotecas que nos gastamos por aquí.
–Gracias.
–No hay de qué. Para eso estamos.

Foto (c) Vigoblog 2005 (clic agranda)

8 comentarios:

Anónimo dixo...

Entre las utilidades de un bar está tambien parte de la gestión de la Volvo Ocean Race `05. Puede comprobarse en el "Varadero". No el bar de Montero Ríos, si no su alegre sucursal de López de Neira.

Anónimo dixo...

El llamado 'Museo del Mar' digamos que, con la colaboración de César Portela, es obra única en España del arquitecto Aldo Rosi.
Y digo 'llamado' porque de momento no es museo ni cosa definida. Que ¡por cierto! dentro de dicho edificio cuando hace sol es un horno diabólico. ¿Para qué habrán hecho el muro que cierra su terraza; para poner ventanas sobre la ría?
¡Eso, eso: abrid Vigo al Bar!

Anónimo dixo...

O chamado Museo do Mar é unha desfeita sen nome perpetrada por César Portela a partires dun deseño de Aldo Rosi. É un forno no verán, ten goteiras, o metal está oxidado, ten luz natural onde non debe tela (as salas de exposición) e só artificial na zona administrativa. Portela, tras cobrar o seu polo adefesio, volta a cobrar agora por aclimatar o edificio (varios millóns de euros que vai custar o arranxo). ¿Logo non sabía que un edificio que acada máis de 45º de temperatura algún problema tería? E mentres, os nosos intelectuais e opinantes nos periódicos seguen a escribir loanzas do museo e do arquitecto, e Portela segue a medrar na súa influencia política e económica.

Eso sí, o bar que non falte, que a cervexa falta fará para aguantar as calores...

Anónimo dixo...

A socioloxía urbana ten feito pormenorizados analisis sobre a función catalítica do bar, pub ou taberna na dinámica social. O último intento de neutralizar este benéfico efecto ven da man dos deseñadores neoliberais que , incapaces de afogalos, decidiron agrupalos nos centros comerciais, provocando así o efecto de saturación apersonalizada. Neste deseños a peonalización devén nun factor máis de saturación ó conducir o fluxo de mobilidade rodada cara ós aparcadoiros dos mesmos centros. O intento de romper a unidade compras, oficinas, paseo e bares atopa serias resistencias nas zonas máis populares. pero empeza a ter exito como se pode comprar na rúa do Príncipe ( 1 bar supervivente) ou na zona peonil do Calvario (2 bares).
Compre organizar a resistencia.

Anónimo dixo...

Entonces, ¿por qué no mejor un Museo del Bar?

Anónimo dixo...

Marcos, un 10 para el post. El uso del humor y la ironía inteligente es una buena manera de poner en evidencia muchas cosas. Lo de los Museos en Vigo no sé si es crónico o inexplicable. Salvo el MARCO, el resto parece tercermundista con envoltorio occidental. Lo peor es cuando nos dan la lata con los "miles de visitas de este año, un no se cuantos por ciento más que el año pasado".
¿Habrán visto o leído por algún lado lo que significa la institución museo?

Lo de los bares y los museos ¿tendrá que ver con la importancia que tuvo en su día el sector "tazas" en el Ayuntamiento y la Consellería de Cultura de la Xunta?... quizás un seminario sobre el tema de alguno de sus más significados representantes nos aclarase algo.

Anónimo dixo...

Al Verbum, de seguir así (salvando el Bar, Marcos) propongo llamarle "La Casa de las Parvadas"

Anónimo dixo...

Sr. Andión:
Si me cruzo con el Hada Madrina, para Usted, gustosemente le solicitaré la mejror de sus Gracias. Nunca había leído/escuchado mejor slogan para los resultados de la política turística que en esta ciudad se viene aplicando. ¡En hora, más que buena, fantástica! por tan preciso 'slogan'.