¿Dios es naranja?

No, fruto no: color. Después de arduas investigaciones, el zorro, el topo-hobbit, la vidente dipsómana y el semiólogo externo han llegado a la conclusión de que a Valery Karpin se le apareció Dios en cuanto dejó lo del fútbol profesional, como en su día se le apareció a Saulo de Tarso en medio del camino. Saulo cambió de nombre y pasó a llamarse Pablo, y Karpin cambió el azul celeste para adoptar el naranja celeste.
De acuerdo con las averiguaciones de los audaces investigadores ya empleados en su día por VIGOBLOG para adentrarse en las claocas del sistema, la adscripción de Karpin al ladrillismo es resultado de su repentina conversión al nuevo paraíso naranja. En realidad, lo que el estonio está haciendo es edificarse una parcelita en el cielo.
Vamos a ver: Karpin se compró el edificio y el solar de las monjitas de Cluni; se compró el edificio de las monjitas de los Ancianos Desamparados, con el Barrio del Cura enterito; se compró el viejo edificio de los Jesuitas en Camposancos y, finalmente, se está preparando su propia residencia en Coruxo, a la sombra del cruceiro que preside la entrada a la playa conocida como de "la sirenita".

--¡Ostrás! ¿A ver si es el enviado de Dios para recuperar sus posesiones terrenales?
--No sé yo si tendrá mucho que ver con el tema, pero me tiene mosca otro aspecto del asunto que estoy investigando-- sugirió el hobbit infiltrado.
--¿Encaja con lo de Dios?
--Como anillo al pelo...
--¿Y?
--Pues que me han dicho que está haciendo unos cursillos prematrimoniales...
--A lo mejor es que no estaba casado por la Santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana, que es la verdadera, y, claro, tratándose de negocios, Vigo bien vale una misa, o unos prematrimoniales.

Y mira que son cosas que sabíamos todos, pero no ha sido hasta la exhaustiva investigación de nuestros personajes en el CSI-Vigo cuando hemos reparado en todo esto. Y, claro, a uno le entra un no sé qué, cada vez que dice cosas poco convenientes del personaje en cuestión, porque una cosa es lidiar con asuntos de los mortales y otra muy distinta andarse con coñas que apuntan tan alto.
El Comité de Asuntos Paranormales de la Célula clandestina de Imponderables e Inconmensurables de esta blog de Vigo (y su hinterland) sufrió, en ese momento, un súbito ataque de acojone trascendental y enmudeció. Hasta que la Pinténs, que es más bien descreída, no pudo aguantar más la risa que malamente contenía, y explotó:

--Pois se vos digo o que mirei onte, afojades...

Al Eifonso se le atragantó el pincho de tortilla; a Raquel estuvo a punto de darle una "pálida" de no te menees; Lorenzo optó por concentrarse en aquella espinilla de la que se había olvidado, y yo mismo no me corté un pelo en exhibir el clásico respingo medular. Aunque Ana esperaba que alguien le diera el pie para continuar, allí nadie dijo nada. Y nos lo espetó:

--Alguén pode explicarme o que facía onte o Karpin, con indumentaria deportiva, saíndo do ático do meu abó, ala arriba, no Calvario?

Lo que nos faltaba, para confirmar que con la Iglesia habíamos topado: Karpin subiendo al Calvario.

--O que non sei é onde deixou a cruz, porque o "mini" tíñao aparcado onde non se atreve ninguén...

Por si acaso, nos santiguamos antes de terminar la reunión y nos fuimos, pensativos, cada uno por su lado, que no estaba el horno para bollos.
Cuando llegó el semiólogo, ya no quedaba nadie en el domicilio clandestino de VIGOBLOG.

--¿Y a quién le digo yo, ahora, que hasta el pelo le ha cambiado de color a Karpin? --dijo para sí el semiólogo. Y se le ocurrió dirigirse a todos vosotros, amadísimos hermanos lectores y colaboradores de este tinglado:

--¿A qué no saben de qué color es ahora el pelo de Karpiiiiin...?

--¡NA-RAN-JA! --contestásteis todos al unísono.

¡Jodeeer! Como su cuenta...