O Courel, ¿por qué?

1.

Al fondo, Quiroga se ofrece como puerta de entrada de O Courel, que promete todo su imponente potencial ecológico, paisajístico y turístico, como telón de fondo sobre un largo meandro del Sil.
2.
Y, mientras recorremos la tortuosa carretera entre Froxán y Folgoso do Courel, una auténtica "navallada" exhibe, impúdica, su amenaza para los ameneiros, carballos, castiñeiros, regatos e fervenzas.
La agresión visual, ante todo este despropósito falsamente desarrollista y depredador, casi resulta el menor de los males...

3.
El ojo del cíclope Google Earth sitúa la agresión para calibrar el resultado de la avaricia depredadora. El cáncer de los montes y las fragas exhibe, blanco sobre verde, su impudicia y su capacidad de arrebatarnos lo nuestro.

Pero salvar O Caurel de las garras de las canteras de pizarra tendrá que convertirse en algo más que un buen deseo de ecologistas, alternativos con mochila y consumidores compulsivos de naturaleza.
Ya no queda ni un mínimo espacio temporal para declaraciones grandilocuentes de políticos de turno.
Ya no se trata de impedir que estas calvas, como si de la cabeza de un tiñoso se tratara, sigan extendiéndose.
De lo que ya se trata es de que, con la ley en la mano, se rescate para el monte lo que al monte se ha quitado.
Y una exigencia para políticos, del color que sean:

¡¡Devolvednos O Courel, o marchad para vuestras casas!!

(O llamaremos al topo-hobit, al Zorro vengador, a la vidente dipsómana o al mismísimo espíritu de Encarna Sánchez para que os persiga ¡hasta el infinito y más allá!)