Todo lo volátil tiende a volar

Aún falta para el 9-M y vale todo. Pese a las discrepancias conseguidas en la última tenida de la Logia Ortogonal de Vigoblog, y contando con la proverbial generosidad del Gran Arquitecto Global, me voy a permitir asegurar que en "núcleo duro" del PP quiere que Rajoy pierda las próximas elecciones.

--¿Queeeé?

--Lo dicho.

--Yo también quiero de eso que fumas.

--No, si no es coña: quieren que pierda Rajoy, porque no saben cómo quitárselo de encima.

--Pues yo te digo que, nanai, porque lo que tienen en el PP, después de los últimos revolcones, es mucho parado a la espera de chiringuito.

--Ni con esas. En el PP quieren que pierda Rajoy, para evitar una desbandada por la derecha y que se le junten todos los "ultras" que andan dispersos a la procura de un Le Penn que conduzca con mano firme al pueblo elegido, hacia la tierra prometida, por la senda santa, única y verdadera.

--O sea, que si ganara el PP, creen que sacarán pecho los liberales del tipo Ruiz Gallardón, y lo mismo la cagan todos los que mean agua bendinta y hacen la "higa" en cuanto alguien dice Zapatero...

--¡Lagarto, lagarto!

Así están las cosas, mientras los Legionarios de Cristo, los neocóns esos, los añorantes de las cosas como antes (osti, pareado inopinado) han considerado que el cisma interno había que escenificarlo pegadito a las elecciones.

Pero no es fácil convencer a los sesudos miembros de la Logia, ahítos de análisis políticos de toda la vida, sin perjuicio de que, alomojor, tienen razón. Pero a mi, a terco no me gana ninguno de ellos. Si lo sabré yo.

En fin, que me dio a mi por pensar que, como me dijo benevolente el Gran Arquitecto, de ésta no va a ser necesario el concurso de la izquierda volátil esa que descubrió Cesar Molinas, porque del asunto se encargará el propio PP.

El caso es que esa ocurrencia de que el PP teme, más que al infierno (que igual no hay), que le salga un partido más a la derecha, si los liberales ganan poder en el partido, no parece que haya tenido mucho éxito. Pero yo creo que los tiros van por ahí, o se hubieran buscado la manera de esperar a después de las elecciones para montar el numerito, que hasta Fragabarne frunció el ceño.

En el debate sobre este particular "sexo de los ángeles" que nos dio por montar, apareció la ya famosa "izquierda volátil", preñada de gentes que han votado al PSOE con la mano en la nariz y que se están pensando si merece la pena volver a hacerlo, o dejar que salga el sol por donde quiera, que lo de Antequera está muy viejo ya.

Como no hubo acuerdo, consenso o "concurrencia de criterios" (que era lo políticamente correcto cuando agonizaba el pasado régimen), sino más bien desacuerdo, disenso o "contraste de pareceres" (lo políticamente correcto como contrario a la concurrencia, entonces), quedamos en dejarlo sobre la mesa.

Pero como hablando de "izquierda volátil" lo más seguro es que ¿quién sabe?, yo decidí tirarme de la moto, tras considerar que todo lo volátil sufre una irresistible tendencia a volar.

Y hasta aquí puedo leer; el resto queda para cada uno, o para aquellos con quienes quiera compartirlo.