IX ÉPOCA

28.11.07

Autorías ou mercadorías?

Santiago Calatrava presentou unha demanda contra o concello de Bilbao por considerar que as obras realizadas na pasarela que el deseñara atentan contra a integridade dunha obra da que se considera propietario intelectual. A desestimación da demanda reaviva un debate que ten en Vigo outro exemplo: as modificacións do Real Club Naútico.
Fernando Agrasar trata de aportar luz nun interesante artigo que conclúe coas seguintes palabras: “Saben (os arquitectos) que construir en nuestro tiempo supone asumir los cambios, acompañar en el movimiento a una sociedad en constante transformación.” Sen embargo, restrinxe os cambios os chamados “signos de ocupación” diferentes, na súa opinión, das “agresións groseras”. A cuestión clave, que queda sen resolver, é quén establece a liña divisoría, é decir, quén establece que os cristais do futuro restaurante do Naútico son unha agresión ou un signo de ocupación. Será, como case sempre, unha cuestión de poder? Ou existen métodos democráticos para resolvelo?
Neste debate asoma de novo o monstruo do dereito de propiedade intelectual que vimos sufrindo (e pagando) cos medios de reproducción e comunicación. O que pasa é que no terreo da arquitectura e do deseño resulta ainda máis chocante. Para entendermonos ¿terán que pedir permiso ó arquitecto as comunidades de veciños para cerrar os balcóns ou para poñer unha rampa no portal? ¿Será o Colexio de Arquitectos ou a Dirección Xeral de Patrimonio os chamados a dilucidar se eso é un signo de ocupación ou unha agresión groseira? Cando compro un casa, compro unha casa ou só o seu uso? Podo usar un cadro de Tapies para forrar carpeta do meu fillo ou corro o perigo de acabar no carcere? Podemos "tunear" o coche? Terei que indemnizar a BIC por usar o boli sen tapa?
Se eles venden que carallo (con perdón) compro eu?

8 comentarios:

Raquel Lopez dixo...

¡La que has armado amigo Lorenzo! ¡Acabarás en la cárcel (si forras con ese material la carpeta)!
La VIDA —con letras mayúsculas, porque ella, la VIDA, se lo merece— es cuestión de matices; de tenues sombras diría el poeta —quizá en la tribu la única voz autorizada (de 'autor'= el que aporta algo)— y no de grandes y únicos gestos. El Arte es igual a VIDA; es aquel hálito capaz de transmitir emoción a través lo inerte. Si algo hay que guardar del pasado ¡no lo dudes! son las obras de Arte, pues ellas nos dan fiel cuenta de lo que hemos sentido; nos dan cuenta, con fidelidad de sismógrafo (del gr. σεισμός, agitación, y ‒́grafo), de aquellos impulsos agitados más vitales que nos animaron a seguir respirando; nos dan cuenta de cómo se construye la memoria del ser. No le bastó al humano 'hacer' un cuenco para transportar el agua, necesitó adornarlo, embellecerlo: estetizarlo (estético viene del gr. αἰσθητικός, sensible), ¿te das cuenta amigo Lorenzo? ¡necesitó, el ser humano, sensibilizar sus objetos más preciados!
Podrás escribir con tu bic cómo tú prefieras, pero no puedes forrar la carpeta de tu hijo con un Tàpies ni con un Tiziano, ni con un Laxeiro: no debes modificar la creación del artista. Bien es verdad que no siempre es fácil dilucidar qué objeto es Arte y qué otro no lo es, para ello están algunas instituciones (museos, academias...); sí, claro que comenten errores pero ¿quién no? (¡Viva la imperfección: ella nos hace humanos!).
(El concepto de propiedad además de obsceno es infantil) El hombre es un ser simbólico, con sed insaciable de saber. Los nómadas del desierto inventaron la orfebrería para simbolizar su poder con objetos transportables: la única propiedad que manejaban. Y, amigo Lorenzo, tampoco olvides: la vida es nómada, tránsito. Tal vez, o quizá ciertamente, nuestro mayor ajuar es lo qué sentimos y no lo que, mediante el dinero, adquirimos. Somos seres sensibles, agitados (leer a María Zambrano sería muy aconsejable, ella nos hablaba de la 'razón poética').
Podrás comprar la casa 'La Pedrera' diseñada por Gaudí, podrás usarla, invitar a tus amigos a ella, pero no tienes ningún derecho moral a modificarla ni mucho menos a destruírla. La propiedad intelectual es el derecho del AUTOR (Del lat. auctor, -ōris). 1. m. y f. Persona que es causa de algo) a que se respete lo que él sintió. Y para ir finalizando, las y los artistas, concretamente sus obras son las que dan sentido a nuestras vidas. ¿Sabes de alguna civilización que no haya tenido algún sentido estético, eso que muchos dan en llamar in-utilidad?
El dinero lo compra CASI todo, casi todo amigo Lorenzo. El ejemplo paradigmático lo sería, entre muchos, muchos otros: Vincent van Gogh, Miguel de Cervantes, Luís Vaz de Camões que vivieron y murieron sin un duro y no obstante de ellos seguimos necesitando para apoyarnos en esta siempre terrible navegación que es todo vivir. No es ya posible mirar el mundo sin las ventanas que sobre él abrieron personas así.
¿Por qué seguir matando de hambre a aquellos que... ¡ya vale! no sólo de pan se vive (quizá los textos sagrados sigan valiéndonos por sentencias como ésta).
No, amigo Lorenzo, si compras un Tàpies no puedes forrar la carpeta de tu hijo con esa tela, de hacerlo la primera bofetada ¡así de claro! te la daría yo, y la Justicia te lo demandaría.
No sé lo del puente de Calatrava en sus detalles (a mí personalmente las obras de este arquitecto e ingeniero no me atraen especialmente); si tengo ocasión me documentaré y podré entonces opinar; lo que me resulta inadmisible es la frivolización sobre el Arte.

Anónimo dixo...

Raquelita, más vivir y algo menos de leer, que a algunos/as se os atraganta.
La vida es vida, no reflexión sobre la vida.
El arte es arte y no existiría sin la vida. El arte no es vida, sino una expresión de quienes viven. No hay arte sin vida, pero puede haber vida sin arte (aunque sería algo menos atrayente).
El arte tiene muchas acepciones y muchas consideraciones acerca de qué es en definitiva.
Es posible que no lo sepas, pero somos muchos los que sabemos algo de semántica y/o etimología. ¿A quién quieres epatar con las referencias al griego? Pues si que estaríamos buenos si tuviésemos que poner entre paréntesis las palabras originarias de las lenguas muertas en cada una de las que usamos. Si se tiene interés en ello, ya tenemos la Wikipedia, como bien sabes.
Afortunadamente no eres la dueña de la admisibilidad, y lo que tu llamas frivolizar no deja de ser una frivolidad.
Suscribo el contenido del post de Lorenzo, incluyendo las variantes irónicas que tu pretendida erudición ha sido incapaz de percibir.
Por cierto, ¿te dedicas a algo que consideras artístico? Si es así, mejor será que dibujes, o pintes, o esculpas, o construyas o crees lo que desees, pero no nos lo digas con retóricas agonísticas.
Sin más acritud que la imprescindible en estos casos, prefiero dejar espacio para otros y me reservo más cosas que se me van ocurriendo.
A la espera de tu más que probable regañina erudito-retórica, y con la promesa de que no seguiré con el rollo, se despide de ti con un saludo un Tolo Errante.
Ahora con tu permiso me voy a seguir leyendo este blog que me acaban de recomendar, y que estoy comprobando que es recomendable...

Raquel Lopez dixo...

Tolo Errante, por la patita bajo la puerta se te reconoce.
Tú dices, el dice, yo digo. La Vida sigue.

"Cuando la imaginación es la más poderosa arma de la razón, y la locura la defensa contra la sin razón. ¡Quijote, ¡el loco más cuerdo!"

Desesperada dixo...

vaya. entre uno y otra me he quedado pensando... y no sé a quién daría la razón. porque no me parece comparable empapelar la carpeta del niño con un picasso a lo que está sucediendo con la arquitectura civil. y es que, según mi modo de ver las cosas, cuando un arquitecto gana un concurso de una administración y se le encarga una obra, esta debe quedar en segundo plano como arte, para ocupar el primer plano la funcionalidad de la obra. pondré un ejemplo que todos conocemos, ese hermoso museo del mar de aldo rossi (por mucho que portela se lo atribuya) en el que ha habido que invertir una millonada una vez terminado ya que como museo era inservible. no se puede poner nada en las paredes, ¡estucadas! ni había obra que aguantase los 50 grados centígrados que en verano alcanzaban las salas de exposición gracias a los lucernarios. pues el puente de calatrava, lo mismo. si no sirve para que lo utilicen los peatones, para qué leches se gasta un ayuntamiento una millonada?

creo que debemos defender el arte, no creo, lo defiendo firmemente, tenemos que defender el arte. pero esto, queridos, no me parece arte. sino ego. que son cosas muy distintas. bicos.

Anónimo dixo...

Si ya estoy cansado de decirlo.....
Terminaremos pagando por ver la rìa. Y no exagero.
Yo nacì en Chapela, Alto de la Encarnaciòn. En nuestra niñez y juventud, con solo asomarnos sobre el tajo de la vìa del tren, veìas desde el fondo de la rìa hasta las Cìes. Hoy en dìa apenas puedes ver La Guìa, si no hay niebla.

Anónimo dixo...

Han machacado la pasarela ¿de verdad no había otra solución mejor para ese problema?
Ha faltado previsión. Parece que planificar con un poquito de lógica no es nuestro fuerte.
Así no sería necesario destrozar, destrozar y volver a destrozar el patrimonio de todos.
¿Cuántos años tienen la pasarela de Calatrava? Tiene toda la razón

Pablo Eifonso dixo...

Complicado debate. Se cadra, acudir a algún exemplo significativo sexa de utilidade: o parque de Bonaval, en Compostela, obra de Siza Vieira.
Delicada, respectuosa coa preexistencia e co contorno patrimonial e funcional ao seu uso como zona verde nun contexto fráxil como é o antigo convento e ¡o cemiterio!, esta rehabilitación soubo "envellecer" con toda a dignidade e mestría de quen a pensaron (xunta con Siza, a arquiteca paisaxista Isabel Aguirre). Sería isto posible se se cedese ás múltiples, públicas, privadas, reiteradas e tozudas presións existentes en Compostela para que, por exemplo, se colocase mobiliario urbano variado?. Na concepción paisaxística de Siza e Aguirre non había lugar para papeleiras, bancos, carteis, xogos infantís e demais mobiliario que, a primeira vista e sen máis reflexión, calquera asociación de veciños ao uso ou concelleiro de obras e xardíns daría por sentado que é imprescindible nun espacio público. Só a tozudez de Siza (e daquela de Xerardo Estévez) na defensa da súa "obra" impediron a "transformación" falsamente útil (sobran lugares non específicos onde sentarse no parque, a ninguén se lle ocorre tirar un papel que non sexa un vándalo que tampouco o tiraría nunha papeleira, o lugar do xogo é o conxunto do espazo amable e natural, non un curruncho ad hoc...).

A intervención nunha edificación ou dun espazo público cargado de "intención", complexo na súa motivación e deseño, con valores engadidos de tipo histórico... non ten por que estar prohibida, claro. Pero tal intervención deberá obrigadamente estar canto menos no mesmo nivel de xustificación e motivación como a complexa "argumentación" que a víu nacer. Non vale pois, fronte á "propiedade intelectual" da obra arquitectónica ou fronte ao "valor histórico, paisaxístico, arqueolóxico, etnográfico ou arquitectónico" da mesma, opoñer a intervención sen máis argumento (aínda que éste tamén estea) cá "funcionalidade" a "contemporaneidade" ou a "oportunidade" de facela. A intervención ten, neste sentido, que ser tamén sumamente comedida pois non é de recibo eliminar xustamente coa nova intervención aqueles valores que a sociedade nun momento dado considerou dignos de seren protexidos, e tal consideración só pode vir dada dende a liña dunha cultura da protección do patrimonio e do medio ambiente que, non esquezamos, pertence plenamente aos valores que máis aprezamos da contemporaneirade.

Anónimo dixo...

Si era tan necesaria esa nueva pasarela, lo lógico era que hubiesen encargado su diseño también a Calatrava.
Ahora aquello es un pastiche antiestético. Han roto el ángulo en el aire que la hacía tan bella.