Me encontré con Arturo este medio día (Arturo es un viejo amigo que se lo ha leído casi todo); tenía cara de ciudadano cabreado. Tomamos un café y me cuenta. Me cuenta que acaba de salir de la recién reabierta Biblioteca Pública de la Escuela de Artes y Oficios (c/Garcia Barbón nº 3 de esta ciudad).
Arturo, me cuenta, fue a dicha biblioteca para consultar sus fondos. La biblioteca está bien amueblada. Los libros, todos, en estanterías cerradas. Pregunta por el fichero y la funcionaria le contesta que aún no hay, lo están confeccionando. En la planta baja se pueden ver los libros através del cristal, los que hay en la segunda planta no se pueden ver más que desde la planta baja, es decir, no se permite el acceso a la segunda planta. Para consultar un libro hay que rellenar una solicitud (nombre, apellidos, dirección, dni...) que se pasará a la dirección y si ésta lo aprueba, al día siguiente o lo antes posible se permitirá consultar el libro requerido. Mientras se entera de este curioso sistema de funcionamiento un usuario de esta recién reabierta biblioteca ¡juega una partida de ajedrez! en uno de los ordenadores de la sala y unas diez usuarias estudian y escriben esparcidas por las mesas de lectura. Mi amigo algo cabreado y bastante sorprendido pide hablar con la dirección; al cabo de unos minutos le recibe el director y le dice éste que los fondos están siendo catalogados y como son históricos y antiguos sólo se prestan a investigadores previa solicitud y estudio de la misma por parte de la dirección; que esta es la mejor manera de dar servicio a la ciudad; que toda biblioteca con fondos históricos y antiguos funciona así. Que están microfilmando los fondos, y cuando acaben de hacerlo entonces todos podrán consultar dicho archivo. La mayor parte de los fondos de esta biblioteca son del siglo XX.
Bueno, me dice Arturo, aún bastante cabreado, que si se quiere disfrutar de esta recién reabierta biblioteca o bien eres investigador o vas a echar una partida de ajedrez en el ordenador o te llevas tú de casa el libro que desees leer. Es lo que hay. Vigo funciona así. ¡Ala! a leer al banco de la alameda. O lo que parecido es: tenemos en la ciudad —curiosamente unos días antes de las elecciones municipales— una reabierta biblioteca pública pero algo menos que pública. ¿Se imaginan que abran, por ejemplo, una cafetería sin máquina de café que funcione aún y sin baños que se puedan usar todavía?
Nos despedimos y enseguida pensé yo ¿a quién votará Arturo?
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3 comentarios:
Hombre, yo no lo veo tan negativo. Eso de que ya funcionan los ordenadores pues ya vale la pena.
Ademàs hay que tener en cuenta que tenemos las elecciones encima y no queda tiempo para detalles.
Peor serìa si estrenan un nuevo servicio de autobuses sin autobuses.
Ala, a no amargarse qe son tres dìas y llevamos dos.
Estimada Raquel: me llama la atención que dediques un post tan largo al asunto de la biblioteca de la Escuela de Artes y Oficios, que, ¡oye! tienes mucha razón. Es cierto que poseen valiosos ejemplares y es importante cuidarlos, pero no es ese el problema de esa centenaria institución, sinó otros mucho mas importantes, como por ejemplo la situación laboral de buena parte del personal y profesorado. Hay profesores que llevan DOCE AÑOS con contratos temporales, y de Junio a Setiembre van al paro ¿Ordenadores? los de la oficina y gracias... Hay algún aula como la de Sonido e Informatica Musical con UN SOLO ordenador que nuestros hijos despreciarian por obsoleto; con un material técnico que ya no usan ni las orquestas de verano, y con instrumentos que se usaban en la epoca de Semen-Up y Golpes Bajos para ensayar hace más de VEINTE AÑOS. A más, a más (como diría un catalan), aparato que se estropea, no se repone (ni se repara, por supuesto) ¿qué tipo de enseñanza se puede impartir así, en una actividad que cambia día a dia?
Ni que decir tiene que al concelleiro-delegado, Sr. Lopez Chavez, no lo pueden ver ni en pintura, y que aún recuerdan con cariño y melancolía la época de Maite "estoy-en-ello" Fernández.
A min paréceme que estamos a confundir as cousas. Por unha banda a necesaria actualización do catálogo nas materias pertinentes, as relativas a artes e oficios; e por outra, o acceso aos fondos dunha biblioteca. O coidado, catalogación e preservación dun fondo antigo implica determinados protocolos, que como usuarios deberiamos respectar (OLLO! como en calquera outra biblioteca deste tipo). Neste país a sensibilidade cara ao patrimonio documental e bibliográfico é nula, e non o digo polo uso que se fagan deses fondos, se non polo respeto cara ao labor dos profesionais que hai detrás de todo isto (desde as condicións lumínicas de conservación até o microfilmado). Ninguén cuestionaría non poder acceder a determinados exemplares da biblioteca do British Museum ou o libro de Horas da camara acorazada da Biblioteca Xeral da USC...
A sala de lectura irá xerando o seu propio dinamismo, como lugar de encontro e de consulta. Contemos que o catálogo sexa ampliado e actualizado en breve.
Outra cousa é que se teña adiantado a súa presentación por cuestións políticas; e como di galopín, que a propia biblioteca reflicta ese estado de aparente abandono do centro... Estamos seguros de que era funcionaria??
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