La ciudad, las ciudades crecen. los pueblos del interior agonizan. Ocurre en todo el planeta. Las gentes necesitan alcanzar aquello que el mercado ofrece con tanta insistencia publicitaria. Los movimientos migratorios nos definen; intentar detenerlos es ir contra la condición misma del ser humano (los poetas lo cantan: vivir es transitar).
La ciudad, a lo largo de toda su historia, no cesa de redefinirse, de reconstruirse. Su zona más efervescente siempre está en los bordes ¿hasta dónde es ya Naturaleza y hasta dónde ya Urbe? Las lindes, desde el derribo de murallas, se difuminan cada vez más y cada vez más esta zona difuminada representa el área más extensa de lo que damos en llamar la ciudad, el área de las decisivas actuaciones.
Estamos en elecciones a gestores de la ciudad. Estos gestores organizados en partidos nos venden, de manera muy desigual en cuanto a medios —tal vez todas las candidaturas deberían manejar el mismo presupuesto publicitario—, lo qué van a hacer, si ganan.
A estas alturas de la civilización resulta bastante obvio el qué necesita la ciudadanía: dar cabida a su existencia y deseos. Pero las personas que aspiran a gestionar la ciudad no nos dicen cómo piensan gestionar. Y es este cómo lo que en verdad puede dar interés a votar por determinada candidatura. Tal vez, si persisten en campañas obsoletas y vacuas, algunas personas nos sentiremos inclinadas a no votar o a hacerlo en blanco.
Los medios de comunicación nos están 'contando' muy sesgadamente las excelencias de cada candidatura, de alguna de éstas ni tan siquiera nos dan noticia; y me pregunto ¿quedará alguna noticia que no sea de alguna manera 'publicidad remitida-pagada' bien sea en dineros o especies?
Democratizar el presupuesto de las campañas electorales. La publicidad electoral debería ser pagada públicamente, y cada candidatura disponer del mismo presupuesto económico. Lo que está ocurriendo es que siempre gana los que más dinero 'representan'; y estamos tratando de elegir a quién nos represente en tanto que ciudadanos y no en cuanto titulares patrimoniales.
Los ciudadanos necesitamos conocer en las mismas condiciones a aquellos/as que aspiran a representarnos en la gestión de la cosa pública.
O BNG non descarta negociar co PP para aprobar os orzamentos do Concello de
Ponteverda
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Presentan unhas contas que soben a 98 millóns, un 3,6% máis, e apostará
pola transición ecolóxica.
3 comentarios:
moi acertado analise
Convendría investigar a fondo todo ese tema.
Parece imposible que una bodega pueda necesitar tal cantidad de barricas nuevas cada año...Logicamente tendrá que embotellar continuamente el whisky para ponerlo en el mercado ¿qué pasa con esas barricas vacías?
¿Cuántas bodegas están obteniendo sus toneles a base de talar nuestro centenarios carballos? ¿A cuántos estamos abasteciendo?
¿Qué negocios hay detrás de todas esas talas?
Se lee hoy en El País que los madereros (las tres grandes asociaciones del sector) prometen duplicar la riqueza del rural si gestionan el bosque. Le piden a la Xunta que consensúe con ellas una nueva Ley de Montes. Ofrecen doblar la riqueza del rural gallego si se les permite gestionar la actual superficie forestal gallega con concentracioens parcelarias...
Algo curioso de la nota, un comentario que hace pensar (y no muy bien): dicen que si la Consellería de Medio Rural se toma "el bosque como un lugar de paseo y para coger setas" el sector maderero facturará 1.139 millones en lugar de los 4.334 millones que aspiran facturar ellos...
Se me ocurre que quizás el sector maderero debería decirnos a la sociedad si está dispuesto a respetar nuestra tierra y nuestros bosques autóctonos para que los disfrutemos paseando y cogiendo setas... o si creen que solamente se debe utilizar la tierra para las altísimas facturaciones de sus negocios madereros.
¿No es posible en Galicia hacer negocios sin destrozarlo todo?
¿No han tenido hasta la actualidad suficiente superficie para plantaciones de eucalipto y pinos?
¿No le han ido requetebien hasta ahora sus negocios madereros?
Queda patente una vez más la desorganización tremenda que sufre nuestra tierra y la necesidad urgentísima de regulación de todos los sectores para evitar abusos como el que está ocurriendo con la tala de esos miles carballos centenarios sin que le tiemble a nadie la mano...
Y los empresarios gallegos que sean responsables de una vez por todas. Ya va siendo hora
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