IX ÉPOCA

7.6.06

Carta abierta a la peña

Queridos amigos:
Nos supongo a todos de acuerdo en que la principal misión de un medio de comunicación de masas (eso que los "enterados" llaman mass media, que no es, por supuesto, la mitad de la masa, ni siquiera una, estadísticamente hablando, masa media) es la de dar satisfacción al derecho de los ciudadanos a estar adecuadamente informados de aquellas cosas que tienen derecho a conocer.
Yo siempre pensé que era así, y que los beneficios de la explotación de ese medio derivarían, naturalmente, de conseguir un público fiel, sabedor de que cuenta con un defensor de las desviaciones del poder político o económico. Tal fidelidad debería verse compensada por la afluencia de anunciantes, en la medida en que la difusión y credibilidad del medio resultaría apetecible para la publicidad.
Pero sé también que los tiempos cambian y hoy es el pseudópodo del poder económico, es decir, el político, quien tiene las riendas del dinero del reparto. Y, lamentablemente, en los medios de comunicación se ha instalado la fórmula de no incomodar al poder político, no vaya a ser que uno se vea arrojado a las tinieblas exteriores del reparto de dinero que se destina a la compra de voluntades en todos los niveles de la Administración Pública.
No hace mucho se llamaba a ese contingente económico "fondo de reptiles", una afortunada expresión para designar tal forma de corrupción. Por entonces, el "fondo de reptiles" tenía una aplicación más próxima y personal y solía destinarse a tales o cuales periodistas que, como siempre se hizo en los toros o el fútbol, se aplicaban a dar cuenta de las excelencias de quienes pagaban, ocultando a las empresas periodísticas su hipotecada voluntad.
Pero la avidez no tiene límites y el "fondo" acabó por ser gestionado, directa y flagrantemente, por las propias empresas, que han ido pasando –desconozco las excepciones, que debe haberlas– de difusoras de información a gestoras de una parte de los fondos públicos.
Hoy, las administraciones públicas (estatal, autonómica, provincial y local) disponen de formularios, suficientes para empapelar una ciudad como Vigo, para establecer "convenios" con periódicos y emisoras que ascienden a muchos centenares de millones de euros cada año. Hay convenios para repartir "pins" con el ejemplar del domingo, para publicar una guía de las monocotiledóneas subsaharianas, para "dar a conocer" la avifauna autóctona, para publicar una página de lo que sea en lengua vernácula, para editar una colección de biografías de "quien sea", o para "informar" de las actividades municipales...
El resultado de este "nuevo periodismo" es que raramente se verá una crítica eficaz al Ayuntamiento del ámbito del medio en cuestión, y la "información" para el ciudadano se esfuerza en resultar simple altavoz de lo que, convenientemente, emita el órgano administrativo con el que se cuenta para que el ejercicio se salde con beneficios económicos.
La fórmula ha dado también como resultado la desprofesionalización de las redacciones de los periódicos, de tal modo que, que yo sepa, ningún periodista es exigido por su empresa a descubrir irregularidades en la gestión municipal, o a explicarnos a los ciudadanos cómo se gastan nuestro dinero los que nos lo administran, ni a instruirse permanentemente en aumentar su capacidad crítica, derivada de la cultural y la profesional. Si acaso, todo lo contrario.
Pero, como todo cautivo es, a su vez, carcelero de quien lo encadena, ya los "mass media" han sacado pecho y se atreven a señalar con el dedo si no se les paga. Aquí, el ejemplo de Ventura Pérez Mariño (que decidió liquidar el "fondo de reptiles") es paradigmático. Sus antecesores le había metido a los principales medios locales 1.500 millones de las viejas pesetas en un año, y el "juez de la horca" pretendía quitarles el pringue. Lo pagó, en el único ejemplo de ataque despiadado que hemos visto en muchos años, y sin el mínimo argumento homologable, a un personaje público. Y aún hay quien se cree que los pajaritos preñan.
Las empresas periodísticas (no os perdáis la peli "Buenas noches y buena suerte", que ya lo explica mejor que yo) han abandonado su única misión justificativa, y nos dejan a los ciudadanos a los pies de personajes como los que estáis pensando. Desde hace algunos años, la exigencia de un nivel cultural o, simplemente, profesional para contratar periodistas es nula; en las redacciones prima la "línea empresarial" muy por encima de la profesional, y quienes tienen de suyo inquietudes de servicio a los demás van dirigiendo sus esfuerzos hacia la literatura, terreno todavía no tan corrompido como el periodismo, sobre todo el "de provincias", o sufren en silencio su frustración profesional.
Seguro que con esta perorata lesiono algunas sensibilidades, pero me importa menos eso que aceptar un debate sobre lo cierto o incierto de lo que he dicho. Sinceramente, no me imagino que alguien me desmienta.
En fin, que ya no hay prestigio alguno en servir a los ciudadanos, ni hay ciudadanos que lo vean. Pero todo se da por bien empleado si las cuentas siguen cuadrando, aunque los legítimos intereses de los ciudadanos, sometidos a la propaganda dirigida de los "mass media", sean traicionados.
Y, suponiendo que sean así las cosas, ¿por qué seguís creyéndoos lo que os cuentan los periódicos y difunden las ondas hertzianas por el receptor de radio o televisión?
Decía no importa quién en no importa dónde que la única noticia cierta de los periódicos es la fecha.
Pos... vasereso.

6 comentarios:

Anónimo dixo...

En Coruña, un diario, del Grupo del prepotente de Vigo, lleva meses hostigando al poder sin dar tregua . Entra en temas delicados ( abusos urbanísticos del ex-alcalde ) que luego los tribunales han desautorizado . ¿ Porqué, en Vigo, es connivente con los desafueros que soporta esta" ciudad mártir " de sus dirigentes municipales y tan beligerante en Coruña?. ¿ Quieren conseguir fondo de reptiles ? .

Marcos Andión dixo...

No se caga donde se come.

Anónimo dixo...

televigo, radio Vigo y Localia están a favor del PP. Es una vergüenza para la profesión ver a periodistas hacer así su trabajo.
En radiovigo tienen tantos oyentes gracias a la Ser, que no se piensen que es mérito propio. ¡menuda diferencia cuando conectan con la ser...!
¿y Eiroa que dice ahora de lo de Nigrán? Tanto presumía de se r un periodísta idependiente y tal y cual... Pues que nos cuente ahora ...

Anónimo dixo...

se mueren por Corina, Figueroa, Louzán... A Caballero no lo pueden ni ver. Por lo menos que disimulen...

Anónimo dixo...

Si Almodovar se interesara por la historia municipal de Vigo, se ganarìa otro Oscar. Empezando por el caso de la Herrerìa años cincuenta, hasta nuestros dìas.

Anónimo dixo...

Oye, cuenta el caso de la Herrería