Mentirosos

Las declaraciones realizadas en los últimos días por el concejal del PP del ayuntamiento Vigo, Javier Guerra sobre el requerimiento del delegado del gobierno en Galicia al Ayuntamiento de Vigo para que se anule el acuerdo por el que se concede una subida superior a la legal del 2%, a más del 34% de los funcionarios municipales, sólo parecían un habitual ejercicio de cinismo. Una vez que se ha hecho pública el acta de la Xunta de Goberno Local del día 23 de diciembre de 2005, en cuya sesión se aprobó tal subida, las declaraciones aparecen ya como lo que realmente son: la de un descarado mentiroso.

A Guerra se le llena la boca diciendo que lo aprobado es el resultado de una larga negociación con la representación sindical y que "viene respaldado por tres informes técnicos: intervención, asesoría jurídica y régimen interior". Pues bien, de la lectura del acta de 23 de diciembre de 2005, sólo se deduce una cosa: los tres informes citados por Guerra, de intervención, asesoría jurídica y régimen interior, no son favorables a la propuesta de subida salarial planteada. De su cauteloso contenido recogido integramente en el acta -tal y como actúan con los técnicos que no informan al gusto del gobierno municipal no es de extrañar tanta precaución-, no es posible deducir que sean favorables, sino más bien todo lo contrario: los tres inciden en la posible ilegalidad del acuerdo, curiosamente por las mismas razones que aduce el delegado del Gobierno en su requerimiento.

Al mejor estilo Goebeliano, la mentira se ha instalado como norma en la actuación y política de comunicación del gobierno del PP en el Ayuntamiento de Vigo.