IX ÉPOCA

3.1.06

Fumar o no fumar

Sí, fumeteo. ¿Cuántos cigarrillos? Más de los que digo cuando me lo preguntan. Lo hago así para engañarme a mi misma, evidentemente.
¡No encuentro una cafetería donde se prohíba fumar! Y sí, muchas, donde me invitan a hacerlo. Estamos peor que antes.
¿A favor o en contra de la nueva normativa? Me da igual. Y si me apuran casi respondería que lo prohiban en todas las cafeterías. Ya no se fuma en el autobús, en el tren... y no pasa nada. Entonces, esta normativa, es un 'quiero pero no puedo'.
Fuma si te apetece, pero no molestes a los demás; yo procuro hacerlo así.

13 comentarios:

Anónimo dixo...

Pues a mi no me da igual. Dice el clásico aforismo que se empieza por asesinar a alguien, se continúa por decir mentiras y se acaba por faltar al precepto dominical.
Estamos asistiendo al nacimiento de un fascismo de nuevo cuño. Si los primeros fascismos se consolidaron mediante el democrático medio de unas elecciones (en Italia y Alemania), el nuevo viene de la mano de la omnipresente tutela de los poderes políticos sobre los individuos. Se empieza por empujarte a estar cada vez más sano, más en forma física, más ajustado a los cánones estéticos; se sigue por recortar nuestro derecho a beber adecuadamente y a fumar con educación, y se termina por crear inseguridad para que aceptemos seguridad a cambio de perder libertad.
A este paso, y a golpe de leyes democráticas apoyadas en una aritmética parlamentaria que no coincide con la contabilidad poblacional, en pocos años todos abstemios, todos no fumadores, todos sanos, todos en forma, todos ancianos pero física y mentalmente productivos... Ya sólo quedará esperar a la ley que nos obligue a ser todos ARIOS.
Y hay quien dice que progresamos.

Anónimo dixo...

Vivía el broncíneo ferrolano, y nos dirigía, cuando no sólo se fumaba en el cine Niza —claro, tal vez, Carballeira, por joven, no fueses a aquella sala que tantos chistes generaba—, sino que también se merendaba. De aquella 'prohibición' llegó, años después, la democracia que hoy tenemos. ¿Que podría ser más mejor? De acuerdo. 'Tas pasao' un pelín ¿no te parece?
(Yo también fumo).

Anónimo dixo...

¿Tu crees que "m'e pasao"? Lo que pasa es que mi memoria debe ser mejor que la tuya, porque para fumar en el viejo frontón en el que se instaló el menos viejo cine Niza, para fumar había que salir, por la parte de atrás, a una especie de patio descubierto, por el que también se accedía a los urinarios. Pero en el cine Niza no se podía fumar (aunque se hiciera a hurtadillas), mientras que sí se podía hacer en los cines de estreno de Leicester Square, en Londres. Lo que son las cosas.
Reflexiona, amigo, y fíjate en cómo vamos cediendo, "voluntariamente", en derechos individuales y colectivos, en una pendiente que nos lleva hasta una forma más moderna de fascismo. Y no me estoy refiriendo sólo a esta vieja piel de toro, porque el avance del dominio universal de las grandes corporaciones, que concentran la mayoría de las decisiones económicas a través de petroleras, tabaqueras y, ahora,químico-farmacéuticas, es evidente. ¿De verdad crees que los ataques contra unas formas de consumo respoden a lo que te dicen? ¿Realmente crees que el terrorismo sólo responde a la voluntad y el análisis de los terroristas? ¿Por qué las leyes aparentemente destinadas a protegernos se dirigen siempre al recorte de libertades? Naturalmente, todas ellas tienen una apariencia de convenirnos, pero su verdadera función es la de ir acostumbrándonos a un futuro, no demasiado lejano, en el que el ojo de cíclope del Big Brother lo sepa todo de nosotros y nos dejemos llevar a conveniencia de quienes nos necesitan acríticos y desinformados para sus negocios.
En cuanto al control de la información, los viejos fascismos se aplicaban en prohibir la que no les gustaba, el fascismo que se avecina nos facilita la posibilidad de recibir tantísima información que, finalmente, nadie sabrá discernir. El resultado es el mismo (desinformación, por omisión o sobreabundancia), aunque los instrumentos parezcan muy diferentes.
Cómo me gustaría estar equivocado. Y, para tu información, cuando lo del "broncíneo ferrolano", yo andaba con otros trando de ponérselo difícil, por difícil que nos resultase (para despejar equívocos).
¡Salud y democracia! (pero Democracia).

Raquel Lopez dixo...

¡La que he liado!
Yo tan sólo trataba de fumar un poquito menos.

Anónimo dixo...

¿no es una restricción de las libertades individuales tener que respirar en un local lleno de humo, besar la capa de nicotina de una boca, llevar en la ropa el perfume obligatorio de los x cigarrillos diarios de tu compañera de trabajo y tener que conseguir la nicotina pagando un caro peaje de alquitrán, benceno y amoníaco? eh? qué me dices a eso?

Anónimo dixo...

eso, eso, qué le dices ahora?

Anónimo dixo...

Una sociedad que únicamente es capaz de recurrir a la represión, para evitar unos comportamientos que estuvo alentando, es antesala del fascismo. La democracia requiere imaginación, esfuerzo colectivo para resolver las contradicciones sociales desde la tolerancia, y capacidad para superar el fracaso recurrente. Jamás la represión resolvió un problema, sólo aplazó su eclosión o lo convirtió en otro peor que el que se pretendió solventar. O luchamos, con inteligencia, coherencia y paciencia, contra el tabaco, o sucumbimos a la complacencia efímera de criminalizarlo.
De todas formas, sigo pensando que esta sociedad carece de legitimidad para ponerme fuera de la ley, como única forma de resolver el problema que me creó. No me hace mucha gracia una sociedad incapaz de encontrar otra forma de resolver el problema. ¡Qué le voy a hacer!

Anónimo dixo...

vaya horas, javierito! ...donde algunos ponen "comienza la guerra contra el tabaco", ha de leerse "termina la guerra contra los no fumadores".

Anónimo dixo...

"La guerre de Troye n'aureau pas lieu": La guerra de Troya no se celebrará (o así). El gran problema de "gauche divine" es que se trata de una derecha a la que le gusta la forma de decir de la que considera izquierda más que a un tonto una tiza.
Finalmente, esta guerra es la constatación de que, una vez más, la imaginación no es una cualidad del poder. Allá los que crean que el artículo 8º de la Constitución debe interpretarlo un militar. Los no fumadores deben iniciar, a toda pastilla, la campaña contra la emisión de gases contaminantes de los escapes de los coches, que meten más mierda en el ambiente que un millón de fumadores empedernidos.
Sí, la solución de este evidente mal que nos afecta a todos debe seguir el mismo camino que el del tabaco. Hay que prohibir los coches, o acotarles un espacio para poder disfrutar del aire sano de una ciudad. Los caballos enmerdaban las calzadas, las calefacciones colaboran en el efecto invernadero no menos que los automóviles, los extractores de los negocios hosteleros nos inundan las viviendas próximas de humos de aceite de freir chinchos, calamares o potajes y, en fin, todos los bienpensantes del mundo querrían que se prohibiese lo que les molesta. ¿Será posible? ¡Ánimo!
PD: ¿ahora te parece mejor la hora, anonimito?

Anónimo dixo...

aprecio en tu última intervención cierta agresividad "divina". quizás sea lo inacostumbrado de la hora. lamento hacerte madrugar. pero reconozco que me perdí en tu disertación. ¿hablábamos de humo?

Anónimo dixo...

¡Qué divertido! Y yo sigo pensando que algún día dejaré de fumetear. Coche ya no tengo.

Anónimo dixo...

Querido ano nimito: ¡Touchè!

Anónimo dixo...

raquel,fuma o que te pete.. eso si ..non mintas....non te deixes degradar.......Manolo.