IX ÉPOCA

11.7.08

Makelele "rides again"


Makelele cabalga de nuevo. Este personaje, retratado por Gustavo Rivas para La Voz de Galicia durante una de las vistas de su caso, es el paradigma de la estupidez de considerar como un "deporte de riesgo" lo de conducir a toda hostia por las calles de una ciudad. Makelele podrá volver a cabalgar sobre su "buga" para demostrarle a no sé quién lo fantástico conductor que es.
Pero la decisión de la Audiencia Provincial de Pontevedra, devolviendo la libertad al acusado de homicidio por la muerte de un matrimonio en la calle Jenaro de la Fuente el pasado mes de enero, puede que sorprenda a muchos, pero, como dice en su auto, el tribunal "está obligado a aplicar estrictamente la norma jurídica", por lo que no considera suficiente la reiteración de un hecho delictivo para mantener la privación de libertad.
Lo cierto es que esa misma apreciación, al no disponer de pruebas que obligasen a considerar "doloso" el homicidio imputado a los conductores "Makelele" y "El Coletas", fue la que permitió al primero salir en libertad el pasado 16 de abril, bajo fianza de 12.000 euros, aunque la decisión hubo de ser revocada tres semanas después, el 5 de mayo, cuando el personaje en cuestión andaba dando tumbos, borracho, sobre una motocicleta.
Mientras hago profesión de cautela a propósito de la reciente resolución judicial, no puedo por menos de hacer algunas consideraciones sobre eso que se ha dado en llamar "alarma social". A pesar de que, judicialmente, se necesitan pruebas incontrovertibles para fundamentar una acusación, socialmente todo el mundo directamente afectado sabe que, en la zona comprendida entre las dos rotondas de la calle Jenaro de la Fuente, las competiciones entre los integrantes de una pandilla de descerebrados eran el pan nuestro de cada noche.
La falta de pruebas para determinar que aquella locura que destrozó a una familia formaba parte de una "competición ilegal", hizo que la primera apreciación para calificar los hechos como "homicidio doloso" se quedase en "homicidio involuntario". La diferencia estriba en la apreciación de que la conducta de los conductores fuese irresponsable sobre sus consecuencias, en lugar de accidental e inopinada. Pero hay una máxima jurídica que afirma que "la causa de la causa es causa del efecto" y que me parece de ineludible aplicación aquí. La causa del efecto fue el "pique" y la causa de la causa era, incuestionablemente, la reiterada competición que para su disfrute llevaban a cabo esos y otros "conductores", aplaudidos y jaleados por una cohorte de buscadores de emociones "caiga quien caiga". Esta apreciación permite deducir que o bien eran unos seres penalmente irresponsables o eran plenamente conscientes (y responsables penalmente) de que su conducta podía provocar la muerte de alguien.
Si bien es cierto que, con toda probabilidad, los responsables del accidente no pretendiesen directamente matar a nadie, no lo es menos que, por edad y supuesto juicio, tenían que saber que de su comportamiento podía resultar lo que resultó. Del mismo modo que está claro que el asunto no resultó de un "pique" espontáneo entre dos alocados conductores.
Makelele y El Coletas se conocen (uno de ellos viajaba con la novia del otro en ese momento), como saben quienes de algún modo andan en el entorno de este tipo de "competiciones". Así lo pude comprobar personalmente al escuchar por accidente una conversación entre tres jóvenes, a pie de moto y con el casco en la mano, que parecían saber directamente del asunto.
Naturalmente que, a efectos de la penalidad correspondiente, el caso deberán resolverlo los tribunales de Justicia, pero el criterio social sobre lo que a la sociedad afecta no está sujeto a tales cautelas. Quienes resultamos ser potencialmente víctimas de este tipo de comportamientos tenemos todo el derecho del mundo a expresar nuestras opiniones, sin perjuicio del acatamiento crítico de las sentencias que emitan aquellos tribunales.
Y mi opinión, que someto a cualquier otra mejor fundada (como suelen rematar los informes jurídicos), es que José Luis Sosa (Makelele) y Samuel David Fiuza (Coletas) son, si no media una rehabilitación tan necesaria como improbable, provocadores de alarma social. Al igual que otros todavía no convertidos en homicidas por pura casualidad.
Procuren alejarse de ellos cuando conduzcan.

4 comentarios:

Anónimo dixo...

ZANGANOS AL VOLANTE


Voltaire - Vigo

Mientras a los irresponsables de estos LAMENTABLES HECHOS, no se le metan en la cárcel como responsables directos de un crimen, si, si. UN CRIMEN INVOLUNTARIO, PERO CON RESULTADO DE MUERTE, seguirá sucediendo, porque ya viene de atrás y mas todavía desde que alguna cadena privada de TV. Promociona el las heroidades del volante y las cuatro ruedas.

Son muchos los descerebrados con COCHE DE PAPA, (Ya que con esas edades no creo que ganaran para comprarlo con el sudor de su frente, y si así fuera, lo cuidarían y no lo romperían en los fines de semana) Que para quedar de MACHITOS delante de las jóvenes tan DESCEREBRADAS como ellos tienen hacer lo que hacen con resultados como los que desgraciadamente conocemos.

¿Pero que pasa con las AUTORIDADES MUNICIPALES? ¿Será acaso que son ciegas ó no quieren ver la realidad? Los vecinos están cansados de denunciar y llamar a la policía local dando datos donde se producen los desmanes sobre todo los fines de semana, pero no pasa nada, de nada… Todo sigue igual.

No crean ustedes que es un problema de la POLICIA LOCAL O LA GUARDIA CIVIL, no, no, no. El problema es de los responsables sobre todo políticos de dichos cuerpos de seguridad. Un ejemplo: La policía local de Vigo, si acude en masa a impedir la entrada a los ciudadanos a UN PLENO MUNICIPAL, no es porque ellos y sus mandos así lo quieran, es porque el señor Concejal de Trafico así se lo ordena y manda. Y cuando ocurre lo que tiene que ocurrir, sale dicho CONCEJAL DICIENDO QUE ERA UN “PIQUE” QUE NO HAY CARRERAS DE COCHES… ¡¡¡SINVERGUENZA!!! El Señor Alcalde si no estuviera ciego también, tendría que cesarlo inmediatamente. Aquí no dimite nadie.

Pero este grave problema no se da solamente en el interior de las ciudades, de sobra es conocido POR LOS MEDIOS ESCRITOS, que es raro el fin de semana que no se lleven a cabo carreras ilegales con resultados que en muchos casos desconocemos o al menos con resultados menos trágicos que este del que hablamos. ¿Y la Guardia Civil, que hace? Simplemente NO HACE NADA, porque si hace algo, tiene que constar en los partes de incidencias o delitos y eso perjudica al RESPONSABLE POLITICO de turno, en este caso al Señor Sub Delegado del Gobierno de Pontevedra, que se llena la boca diciendo que AQUÍ NO PASA NADA Y TODO VA MUY BIEN, para que su expediente este limpio y poder “recuncar” en el puesto después del 9 de Marzo.


Lo dicho, A LA CARCEL y RETIRADA DEL CARNET DE CONDUCIR
POR TIEMPO INDEFINIDO Y DIMISIONES, MUCHAS DIMISIONES…

Anónimo dixo...

Hay cosas que son increíbles.
Por un tema de esa importancia los dejan en la calle y luego cogen a un pobre padre de familia que por mantener a sus hijos vende cuatro CDs en la calle y le aplican un DELITO contra la propiedad intelectual, o sea el famoso artículo 270 del Código Penal.
Con lo que, según tengo leído en algunos medios de comunicación, se le enjuicia criminalmente y la SGAE y la Fiscalía piden que se apliquen penas de hasta 2 años de prisión, inhabilitación especial, multas con cuotas diarias durante 1 año, decomiso de los cedés e indemnizaciones a la SGAE de, casi siempre, algunos cientos, que no tiene, de euros. Si el incauto es extranjero le sacan la residencia y lo devuelven a su país.
Así de injusta es la vida y la injusticia.
Ahora digo yo, si se paga un impuesto en los CDs para la Sociedad General de Autores, a mí que los utilizo sólo para temas de oficina, de mi trabajo, me están timando. ¿O no? Si los españolitos de a pie y los residentes, los consumidores, pagamos ese impuesto cuando compramos el CD, podremos grabar todo lo que nos plazca del autor que sea, por que ya estamos pagando un impuesto en el soporte, para eso. Y siendo así que pintan esas leyes en el código penal.
Con esto sólo quiero decir que estoy de acuerdo con vosotros y además se demuestra lo injusto que es la justicia.

Marcos Andión dixo...

Anónimo: creo que confundes acusar con encarcelar. Que yo sepa no se encarcela preventivamente a los presuntos responsables de los delitos que narras. Los dos acusados por el accidente aludido serán juzgados por ello y, de ser delcarados culpables, podrán ingresar en prisión. Lo que ha decidido la Audiencia Provincial es, solamente, que la acusación no da para mantenerlos preventivamente en la cárcel a la espera del juicio.
Un poco menos de precipitación en lo que se dice no es perjudicial ni para la salud propia ni para la de los que nos rodean.
Salud y libertad para disfrutarla.

Anónimo dixo...

Hola Marcos:
Comprendo perfectamente lo que dice Anónimo y, también, tu puntualización.
Como dice un amigo mio, hay actitudes humanas extremas que no son fáciles ni de entender ni de explicar; tal vez una reunión de psicólogos, sociólogos, psiquiatras y economistas, podrían acercarse más a la realidad de los que desde sus partidos elaboran leyes más o menos bien intencionadas pero inútiles.
Un saludo Eugenio.