Imaginación contable para el Auditorio

Lo han hecho. Vaya si lo hicieron. El asunto de esta interminable procesión por los bordes de la ley parecía que no iba a encontrar al pringado que les firmase lo que desean (entregarle el contrato del Auditorio, de 100 millones de euros, a Caixanova), pero la conocida laboriosidad de Figueroa-Iznogood encontró la fórmula:
–Dispongo –dijo quien espera ser Califa en lugar del Califa– de un informe oral, que avala nuestra pretensión.
Se concedió un corto tiempo, para fijar la atención de la concurrencia, consideró muy seriamente la aplicación del principio según el cual es el Pliego de Condiciones el que no se ajusta a las pretensiones de Caixanova (a eso se le llama innovar, en política) y dos días después sacó el conejo de la chistera que, previamente, se había sacado de la manga:
–Para los que siempre andan buscando entorpecer los proyectos del PP y del Bloque, ahí va un informe jurídico que dice que lo mismo valen 704 plazas de aparcamiento que 927. O sea, que ya está todo claro y “no vamos a entrar en más discusiones jurídicas”. ¡Hala!
Todo un triunfo. Figueroa-Iznogood ha conseguido justificar por qué no les valen los técnicos municipales que pagamos entre todos (como a él), porque “escriben cualquier cosa”, mientras Látigo-Toba respiraba tranquilo e incrementaba su intuitiva admiración sobre la talla intelectual de Chema. De acuerdo con la técnica de imaginación política contable, recién creada por este torpe aprendiz de muñidor de la realidad, 223 plazas de aparcamiento no valen nada (a ese precio, podrían regalárnoslas a los ciudadanos). O sea, que tanto da, porque aunque el pliego de condiciones y el proyecto arquitectónico exijan 927 plazas, como la propuesta de Caixanova-Sacyr dice que bastan 704, pues se busca un informante dispuesto a decir que tanto monta, monta tanto, y aquí paz y después gloria.
Claro que lo del aparcamiento (una planta menos de construcción, para los ahorrillos de Caixanova) no es más que uno de los incumplimientos del pliego, pero mucho me temo que las demás discrepancias seguirán el mismo camino: hallado el técnico dispuesto, los demás serán calumniados, a base de considerarlos incapaces o maliciosos. Y sabrán ustedes que, según la innovadora técnica contable municipal, son los sumandos los que han de ajustarse al resultado, de modo que si 2+2 no resulta igual a 5, lo que está mal es alguno de los sumandos, o los dos.
Por si quieren completar la paradójica información que les servimos, al mismo tiempo que fijar criterios sobre el papel de los medios de comunicación de por aquí, no tienen más que repasar las informaciones que sobre el asunto del Auditorio ofrecen hoy el Faro de Vigo y La Voz de Galicia (edición de Vigo).
Hace unos días podíamos leer en La Voz:
Ahora, Alberto Tizón, a quien la propia mesa de contratación encargó el informe económico-financiero, sostiene que en la oferta de Caixanova-Sacyr ‘existe una vulneración manifiesta’ de varias cláusulas del pliego de condiciones. Observa hasta 27 omisiones o errores de tipo económico y 7 de carácter técnico.
Entre otros fallos, el informe cita la falta de un calendario de inversiones, de la evolución de gastos de explotación y de un razonamiento de nivel máximo de beneficios en la zona comercial, así como errores en las deducciones del IVA y del cálculo del fondo de mantenimiento. También echa en falta prognosis de ingresos por los eventos del palacio de congresos, del hotel y del aparcamiento.
Sobre la eliminación del tercer nivel bajo rasante del aparcamiento, reduciendo el número de plazas a 708, apunta el jefe de Fiscalización que es una 'salvedad no subsanable'. Dice que esa reducción de la inversión por parte de Caixanova-Sacyr va en perjuicio de las otras ofertas que sí cumplen, ya que 'pudiera permitir que las aportaciones de las administraciones públicas al proyecto sean menores y también reducir el plazo del contrato'.
Cómo va a fiarse uno de técnicos como éste, que te salen por peteneras con que si la ley, el pliego de condiciones, los agravios comparativos. En fin, que así nos luce el pelo. Para técnicos impólutos, sumisos, discretos, eficientes, convenientes y de probada inteligencia en lo de acertar con lo que mande el jefe, Javier Mosquera Docampo, que es quien firma el informe en el que se nos informa que 927 es igual a 704.
Y en la última reunión, el PSOE se metió en la trinchera de abstenerse, y Soto (que es más listo) ni se presentó: campo abonado para las hordas popular-nacional-ladrillistas, que sólo se pegan entre ellos donde no les duele.
¡Atruska la tripa, trinka la tropa!