¡Americanooos!
Os recibimos con alegría.
¡Americanos!
Tachín, tachín, tararará tachín…
Al mismísimo Berlanga le encantaría comprobar el efecto de su premonición. Claro que él hizo aquello de “Bienvenido Mr. Marshall” de coña, para satirizar el papanatismo imperante en la época. Pero la contemplación de 3.300 niños bajando alegres por las calles de Vigo, todos ellos vestiditos de “Capitán Pescanova” para la ocasión, estoy seguro de que le hubiera escandalizado.
Y Corina, en plan Pepe Isbert, subida en la tarima, como aquel asomándose al balcón y escoltado por Manolo Morán, el “avispao” de turno, que espera sacar tajada con el “chou”:
–¡Conciudadanos! Como alcaldesa de Vigo que soy…, os debo una explicación; y como os debo una explicación…, os la voy a dar…
Hasta que el “avispao”, en forma de sueco director de la Volvo, sale a la palestra en plan Fofó y sentencia:
–¿Cómo están ustedeeeees?
¡¡Había una vez, un circo…
Tra, lará, lará, lará laraaaaá!!
La explicación la dio Corina poco después, asumiendo el tremendo esfuerzo que la ciudad ha hecho gastándose 17 millones de euros en piedras para la galería (que ya habrán sido más), y que dentro de unas semanas volvamos a levantarlas para arreglar lo de la conducción tapiada por unos desaprensivos obreros, que fue lo que, según Figueroa, provocó el reventón del firme recién estrenado en Colón.
Pero no hay nada que temer; siguiendo nuestras instrucciones, le han metido un “¡Tápalo, Corina!” para que volvieran a circular los coches, a base de planchas metálicas, que también decoran y disimulan las cicatrices. Al mismísimo doctor Pitanguy habría que invitar, para que flipase con el lifting que le están haciendo a Vigo, y no por mucho menos dinero del que el afamado cirujano plástico cobra por sus intervenciones.
Por nuestra parte, nos reconforta saber que influimos, a la vista de la proliferación de cosas tapadas, mientras nos embarga una profunda vergüenza; un bochorno imprescindible, porque, a falta de expectativas reales para dar tono a la fugaz participación de Vigo en la VOR, han echado mano de los niños, metiéndolos en trenes y autobuses para dar un color que no se ha conseguido por los medios normales. Explotación infantil, se llama eso, aunque los críos se lo hayan pasado bien. Lo cierto es que han sido utilizados para arropar un evento que se dejó todo lo apetecible en Sanxenxo, a mayor honra y aprovechamiento de Pedro Campos. Claro que, como en todo, hay quien puede y quien no puede: los alumnos de 1º y 2º de la ESO del Colegio Montecastelo, o sea, pudieron ir a Sanxenxo y visitar la Volvo real, mientras sus colegas menos pudientes se tuvieron que contentar con la Volvo virtual. Y ni siquiera les dieron gafas para verlo en 3-D. Y la “leal” oposición haciendo el Don Tancredo.
No me creo que seamos tan perversos para merecernos esto.
¡¡¡QUE ALGUIEN LO TAPEEEEEE!!!
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2 comentarios:
Pude oir el discurso de Ángela Bugallo y de Corina. ¿Qué les da el poder para que incluso con niños se sientan como en olor de multitudes?. No puedo describir la intensa verguenza ajena y enfado al ver la burda manipulación.
La presentadora llegó a decir: ¿Sabeis que nos verán 800 millones de personas? ¿Sabeis lo que son 800 millones de personas?.
Bugallo y Porro utilizaron a los niños, les mintieron llevándolos allí a ver unos barcos que no estaban (incluso no se les aclaró lo suficiente que los que veían atracados en la dársena de A Laxe eran -excepto uno- Wor-60 que nada tenían que ver con esta regata.
¿Nos merecemos estos políticos?
Corina, tápalo.
Porro, pásalo.
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