Que te caixes, hombre, que te caixes

Creo que, definitivamente, vivimos en el mundo al revés de Alicia. Desde que todo esto empezó, llevo tratando de saber algo sobre la situación de las Cajas de Ahorros de Galicia, con el único fin de poder tener una idea más fundada sobre la conveniencia o no de que se fusionen Caixanova y Caixagalicia, entre sí o con otras entidades del mismo corte de otras comunidades. Pues, igual que les habrá pasado a ustedes, sigo a la espera.
Lo más curioso de todo esto es comprobar cómo puede cambiar el criterio de alguien sin que podamos saber qué ha motivado el cambio.

Y ahora, siguiendo el camino de la fé (que es el que nos siguen proponiendo) nos instan a tragar con una "auditoría independiente", que vaya usted a saber de qué es independiente.
¿Qué significa esa "auditoría independiente"? ¿Qué impide una explicación, por lo menudo, de lo que significa, además de en amortización de puestos de trabajo, enajenación de oficinas, etc., la fusión? ¿Se dice algo de que sea esta fórmula más apetecible que cualquier otra? ¿Alguien tendrá la deferencia de explicarnos por qué es mejor el tamaño, o si el tamaño no importa para la salubridad de una caja? ¿De verdad que sólo el tamaño garantiza la solvencia?
¿Por qué no se habla, claramente, de cuál es el agujero de cada caja, de cuántos inmuebles se ha tenido que "tragar" cada caja y de cómo pretende salir del lío?
El caso es que los ciudadanos, en cuyo nombre dicen actuar los responsables de Caixanova, de Caixagalicia, del Concello, de la Xunta, del Gobierno y del Banco de España, no tenemos más elementos para el juicio que los de índole afectiva, aireados por quienes tendrían que aportar razones, números, conclusiones reales y, sobre todo, verdades.
Pero no creo que nada de eso sea traducido al román paladino y explicado convincentemente a la plebe, que para eso están los gurús de la economía financiera usando su metalenguaje gremial, como si de afiladores de Nogueira de Ramuín se tratase, con su "falar de barallete".
Y es que, desde siempre, el brujo se cuida muy mucho de hablar ininteligiblemente de modo que nadie descubra sus supercherías. Luego, claro, vienen los aprendices de brujo y se les va el tinglado de las manos. Los brujos le llaman a eso "ciclos" de la economía, y vuelta a empezar.

Sin embargo, lo que sí sé es que las cajas fusionadas recibirán casi 1.200 millones de euros para financiar la operación, de los que estiman en menos de 500 millones lo que les costará el asunto de despedir 1.300 trabajadores y cerrar 300 oficinas. El resultado son unos 700 millones de euros que probablemente irán a pagar los esfuerzos hercúleos de los directivos de las entidades en forma de "sobres", "bufandas", "gratificaciones especiales", etc., (pinchar en el gráfico para ampliar y ver las cantidades que, además del sueldo, repartía el Consejo de Administración de Caixanova en 2007 entre el personal directivo, fundamentalmente) aunque sean las mismas personas que nos metieron en el agujero.

En esto se ha quedado el "diálogo Norte-Sur" del que hablaba en su día aquel vicepresidente de Suárez que se llamaba Abril Martorell, de quien había dicho Vázquez Montalbán que era como "el amigo del chico" (ese que se lleva las hostias dirigidas al chico de la película, le cede la novia y, finalmente, muere para salvar a su amigo).
Y ¿quién les va a chistar?: ¿Quintana desde su fundación-salvavidas?

¿HAY ALGUIEN MÁS AHÍ?