IX ÉPOCA

7.4.09

¿Qué hay de lo mío?

--¿Quien te quiere a tí, preciosa?
--¿Cómo?
--Eso, que no sé quien te quiere.
--Ya, pero ¿qué hay de lo mío?
--¡...!
Este es un diálogo posible en estos momentos entre C.Porro y cualquiera que pudiera interpelarla. Y ella sigue ahí, con esa mirada de cordero degollado, como si estuviera sufriendo un apretón y pidiera a la "seño" para ir al "aseo". ¿No la ven?
Y es que hay alguna gente que no se merece lo que están haciendo con ella. Porque, vamos a ver, Corina no se merece que hubiera dos escaños esperando por ella; no se merece ser el quebradero de cabeza de Alberto, que ya se veía cumplidito con lo de darle el número dos por Pontevedra para seguir el tirón de los nosecuántos mil vigueses/as que las prefieren rubias; no se merece que, con la casa de Vilaboa en almoneda porque la crisis es para todos, tenga que ponerse pisito en Madrid con lo caro que anda el metro cuadrado en la Villa y Corte; no se merece que se anden a vueltas con lo de "tu vales mucho" pero que no le encuentren acomodo. En fin, que no se merece nada de eso, ni de muchas otras cosas.
Pero, sin embargo, hay algunas otras que sí se merece, y que no incluyen el que le dejen ahora lo del Puerto para que ponga alcorques en lugar de rellenos, aunque insista en que lucen mucho más unas flores en un entorno zen que todos esos contenedores tan feos que luego se meten en un barco y los mandan p'a Caracas; o que pueda hacerse un "corrá", como el de Fernández en la Guía pero a lo bestia, que ahí sitio hay para el barquito que se compró con los ahorrillos de la política.
En fin, que la vida es un tango y que una cosa es ser "esquizofrénica de las flores" y otra muy distinta tener que andar con la "esquizofrenia del escaño" para que luego te obliguen a calentar el menos apetecible y anden como deshojando la margarita de ver qué se puede hacer con ella.
Pero Corina siempre contará con quienes la llevamos en el corazón, aunque andemos diciéndole cosas que, de no ser por lo bienintencionadas que son, podrían parecer fruto de una inquina recurrente por nuestra parte. O sea, que vamos a sugerirle algunas cosas que podría ir haciendo mientras sus correligionarios se andan con lo del "si, no, si, no" de la corola.
Por ejemplo:
¿Qué tal si nos dices, querida Corina, cómo nos hemos gastado el milloncete aquel de la Volvo que nos había regalado el de la cuenta naranja?
La verdad es que iba a hacer una lista de cosas que podría ir haciendo Corina para que podamos seguir amándola, aunque sea en la distancia, pero me he quedado en blanco.
Lo que sí se me viene a la mente, ahora que lo pienso, es que tampoco hay que andar por ahí pidiéndole peras al olmo. Y estaba a punto de hacerlo, mira tú por donde. Porque, vamos a ver, teniendo en cuenta la talla intelectual de Corina, a lo mejor no nos ha detallado lo de la Volvo porque lo de las "mates" no es su fuerte, y no está bien obligar a nadie a ese tipo de trabajos forzados, porque, como dijo el general acusado de lo del baile de cuerpos de las víctimas del Yakolev, "hasta un general puede equivocarse", y mucho más una senadora rubia, por muy de frasco que sea, y aunque no lo sea.
Tampoco vamos a pedrile que acepte lo del Puerto así por las buenas, que eso es muy grande, anda mucha gente espabilada por el medio y no es cómo ser alcaldesa, que para eso vale cualquiera. La verdad es que yo creo que a C.Porro la están puteando lo indecible. Que si "superconselleira" para Vigo y su hinterland, que si una alta responsabilidad orgánica en el partido, que si p'al Puerto, que si patatín, que si patatán.
A ella, que todo lo dio por su amado Vigo, a cuyos habitantes amó tanto que hasta se hizo una casita en Vilaboa para no tener que ocupar una plaza de aparcamiento en la urbe, con lo escasas que nos las dejó y, además, el coche oficial tiene reserva permanente.
A ella, que nos ofrecía encantadores despertares plenarios con su vocecita aterciopelada y sin estridencias.
A ella, que nos lo dio todo sin pedir nada a cambio, no se le puede dejar que siga peregrinando, de la calle Génova a la calle del Hórreo, repitiendo incansable lo de "¿qué hay de lo mío?".
Y es que, claro, con estos jovencitos célibes que no aprecian los esfuerzos cosméticos y sólo se vuelven a mirar cuando hay carne fresca, es que no se puede. Con Alberto no es como con don Manuel, que éste sí que era un caballero y sabía apreciar el valor de una rubia cabellera ondeando al viento l'oreal fresquito y de poniente.
Por favor, que alguien le dé algo a esta chica, con un sueldo decentito, que aunque no se lo gane nosotros es que somos así de generosos y no vemos la hora en que podamos seguir a lo nuestro sin tener que preocuparnos por el destino de esta otra "ambición rubia" que, más que cantar, da el cante.
Ponme la mano aquí, mi Corina; ponme la mano aquí...
Porque esto es un sinvivir.

2 comentarios:

pablo gonzalez dixo...

eres malo, la pobre perly sacrificó su nivel economico a cambio de un puesto. a ver quien le devuelve a ella ahora su vicepresidencia de la diputacion. ¿el figueroa haciéndole el trabajo dos años para que ella presuma desde algun puesto de mucho postin?. quizás alguien ha pensado que ya es hora de sacarse encima a esta rémora.

Lalo dixo...

Concordo!: "no se merece nada de eso" e menos "de muchas otras cosas."

A verdade é que non sei pra que querías esa lista de cousas que podería ir facendo a dona Corina pra que poidamos seguir amándoa, aínda que sexa na distancia, con saber "cómo nos hemos gastado el milloncete aquel de la Volvo que nos había regalado el de la cuenta naranja?" coido que xa abondaría pra escomenzar.

E dalle co "blanco"!!...Uns a pedir o voto pra él e outros a quedarse en él!
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O Figueroa seguro que traballa praos demáis, sí!