Nos ocurre que los problemas olívicos siguen, en sustancia, siendo los mismos que tantas y tantas veces hemos denunciado aquí (unas veces muy en serio, otras, para aliviar, de manera socarrona), y, claro, nos aburrimos a fartar; eso sí, tenemos aceras más anchas para pasear ya que al cerrar tanta industria y pequeño comercio... lo que nos queda es exactamente eso: deambular, siguiendo el imperativo de otrora «¡circulen! ¡circulen!» y, circulamos, pero casi nada nos cuadra por mucho que triangulemos por dichas anchas aceras.
(Con el asuntillo aeropuerto Peinador no molesto más, ya lo dije todo, también, y muy parecido a lo mío, lo dijo nuestro alcalde sr. Caballero en el año de gracia de 2006 ¿o fue en 2008? Ahora dice éste otra cosa, pero bueno.)
No obstante, queridxs, no desesperéis, aunque llueva fuera de temporada (y del tiesto), por aquí seguiremos apareciendo para contaros ¡aunque sean cosas buenas! ¡Viva el verano!
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1 comentario:
Supongo, y solo supongo, estimada Raquel que la entrada viene a cuento de mi comentario de días pasados. Os comprendo perfectamente, pero también quiero que entendáis a los que estamos a "este lado" de la pantalla. De acuerdo que la cosa no está como para tirar cohetes, pero necesito -necesitamos- la sabia opinión de los que os movéis por ambientes que uno hace tiempo dejó de frecuentar, pero tenemos dentro ese maldito bicho que nos empuja a querer saber cada dia un poquito más. A veces me dan ganas de mandar a tomar mate por bombilla mis ansias de conocer. Y sobre todo, después de ver la actuación de ayer de Jayoso y sus mariachis en el parlamentiño. Por suerte debo ser de los cinco o seis vigueses que JAMÁS ha tenido cuenta en "la Caja". En fín, no desesperéis, que alguno, si os sirve de consuelo, está ya "pa" tirarse por la ventana. Unha aperta.
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