IX ÉPOCA

25.1.12

¡Agarrad la cartera que viene Luzón!

Con 64 años se jubiló Francisco Luzón uno de los fieras de la banca española y espejo para jóvenes ejecutivos.


El pasado junio lo nombraron doctor honoris causa en la Univ. De Castilla-La Mancha y en su discurso dijo «en el momento de la despedida, me gustaría dejar un mensaje final muy simple: hay que viajar, sí, pero llevando una mochila llena de principios y valores». También citó la famosa frase de Kennedy: “No preguntéis qué puede hacer vuestro país por vosotros, sino qué podéis hacer vosotros por vuestro país”. Recientemente señaló que: “Hay que regenerar el país de arriba abajo, en todas las esferas incluida la empresarial”.


En el último consejo de Ministros de Zapatero se le concedió la Medalla al Mérito en el Trabajo. Al no tener posibilidades de ascenso en el B. Santander, donde era consejero desde hace 14 años y director general de la gran división de América, se jubiló anticipadamente y cobró 55,9 millones de euros (9.301 millones de pts. para que los jubilados lo entiendan). Es el número uno de los jubilados multimillonarios de la banca española y el año pasado, aún en activo, cobró 5,67 millones de euros (943,3 millones de pesetas).


Hasta aquí los fríos y estremecedores datos. No quiero deslizarme por la fácil pendiente de los insultos, sarcasmos y comparaciones, pero sí añadir algún apunte a la trayectoria de este personaje al que hoy se recompensa en vez de ponerlo en la lista de los más buscados.


Fue uno de los jóvenes cachorros del presidente del Banco Vizcaya, Pedro de Toledo introductor de la práctica de más mercado y menos instituciones, incluidas las bancarias, que reventó para siempre las prácticas de su banco hermano el Banco Bilbao e impuso sus prácticas piratas en toda la banca. Por esa vocación y dedicación durante 20 años, lo fichó un quintacolumnista ministro del PSOE, Carlos Solchaga, que quería liquidar la Banca Pública por la que hoy suspiran Administraciones y empresarios por su trabajo potente, honesto y eficaz (recuerden al Banco de Crédito Industrial, el Banco de Crédito Agrícola, el Banco Hipotecario de España, el Banco de Crédito Local, el Banco Exterior de España y el coordinador de todo: el I.C.O. , que en conjunto, y con el nombre de Argentaria al final de sus días, tenían el patrimonio mayor de la banca, algo superior al segundo, el BBV). Como pasó y pasa con Iberia, el INI, RENFE, Correos o cualquier empresa pública, especialmente si tiene patrimonio y gana dinero, los tiburones financieros amparándose en esas mentiras de que lo privado funciona mejor que lo público, lo mismo destrozan la Sanidad, que la Enseñanza o la Banca Pública, modelo de eficacia y honestidad .

Luzón fue encargado por el citado ministro de meter de lleno la Banca Pública en el mercado (ganar mucho dinero) y finalmente desguazarla y venderla al mejor postor que eran unos pocos. El BBV compró una parte y desde entonces lleva la A de Argentaria (BBVA) el Santander se quedó con los solomillos más jugosos de comercio exterior y demás, y al factotum de todo esta carnicería lo compensaron, a los pocos meses, con el consejo de Admón. del Santander y dos años después director de la división de América sin que las incompatibilidades o la justicia hayan intervenido.


¿Cómo es que a un pájaro como éste se le da la Medalla del Trabajo después de liquidar y saquear la Banca Pública? ¿Cómo tiene cara para hablar de regenerar España? ¿Qué es lo que va a hacer por su país? Esperemos que no le den un cargo público como director del Banco de España o así, porque entonces ¡agarrad la cartera! ¿Cómo se logra una jubilación de 9.301 millones de pts. que fue casi el costo total del Gugengeim de Bilbao con su revestimiento de titanio y todo?


Probablemente aparecerá en la escena pública y entonces ¡cuerpo a tierra! Está en el Patronato de la Biblioteca Nacional (¡ojo a los incunables!).


Estos días tristes en que se juzga a Garzón, ¿es que no hay justicia para los golfos?

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