IX ÉPOCA

31.12.09

¿Singular 2010? (inevitables las dudas)

Último día del año, gris, con lluvia. Finaliza 2009. El ciclo de la naturaleza, con la llegada del invierno, cierra un ciclo solar. Así viene ocurriendo desde milenios atrás.
De estos momentos tenemos constancia desde hace más de 3000 años. Éste que hoy cerramos ¿es especialmente singular si lo comparamos con los 2999 que le precedieron? Redondo es el Sol y La luna... de redondos calificamos esos momentos que, recordándolos, sentimos que han sido felices. Todo lo que es redondo es porque su final coincide, se encuentra, con el punto de su inicio. ¿Qué no es curvo en el mundo?
Los cuentos, las cuentas (narradores de la calidad y cantidad), los recuentos... son inevitables en todo treinta y uno de diciembre. Hoy es uno de estos treinta y uno de diciembre; y mirando para los trescientos sesenta y cuatro días precedentes ¿qué de todos ellos destacar? Cada día del año (menos dos en que descansan los periodistas) decenas de periódicos resaltan en sus primeras acontecimientos, elevándolos, así porque sí a la condición de relevantes y/o históricos. Pero ¿hay, ciertamente, cada día del año solar acontecimientos relevantes? No, no los hay; nos dejamos seducir. Nos repetimos en las intenciones, en los deseos, en los éxitos y mucho más en los fracasos; pintamos de colores los grises de la más contundente cotidianidad; musicalizamos los ruidos, aherrojamos la exuberancia invasiva de la naturaleza... Y los sueños que prometemos acometer todo primero de enero, también el que mañana llegará, apenas difieren de todos aquellos que durante los 3000 precedentes han sido formulados. Todo final está inscrito en cada primer paso. Las oscilaciones orbitales sin, por los siglos de los siglos, por los milenios... apenas oscilaciones perceptibles. La condición humana representa su drama infinitamente repetitivo tan sólo cambiando los decorados. ¿Es posible salirse de esta redondez? (la trayectoria recta es pura abstracción).
Este 2009 que hoy finaliza nada especial o destacable nos ha ofrecido. Nada nos ofrecen las épocas; todo lo más, cada época recoge, impasible, aquello que nosotros, conjunta o individualmente le ofrezcamos. La violencia sigue ahí.
Estamos en crisis (¿alguna vez no lo estuvimos?).
Pido, con poco entusiasmo, que en el 2010 nos esforcemos en recuperar algo del sentido de comunidad del cual, más que en el devenir cotidiano, encontramos rastro en las declaraciones que por escrito nos ofrecen algunos teóricos de lo social (pienso en Giordano Bruno tanto como en Walter Benjamin —la lista podría contener decenas—). Mas, no dejan de ser éstas lecturas demasiado minoritarias; y, cierto es que en las cumbres no caben muchedumbres.
Acometamos, de todos modos, el ahí cercano 2010 con tolerancia para con sus desvaríos (seguros), para con sus dudas (ciertas), para con sus éxitos (algunos)...

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