IX ÉPOCA

14.4.06

Republicanos

ENRIQUE HERACLIO BOTANA

En 1931 Botana —naquel momento era presidente da Casa do Pobo— foi un dos encargados de proclamar en Vigo a chegada da República.

Entre 1901 e 1936 asumiu a dirección do semanario 'Solidaridad'.

Tipógrafo —medio irmán de Portela Valladares— naceu en Mourente (Pontevedra) no ano 1875. Moi novo, instálase en Vigo onde comeza a traballar nunha imprenta e participa na organización do socialismo vigués.

Expresou Heraclio Botana en 1903: "...la región gallega, a pesar de su escaso desarrollo industrial con relación a otras, no es de las más atrasadas en el movimiento de emancipación del proletariado español".

No ano 1900 foi presidente da Agrupación Socialista de Vigo. Participou destacadamente na Unión Galaico-Portuguesa para evitar o enganche de traballadores portugueses por parte dos patróns galegos, que buscaban no país veciño man de obra máis barata e pouco consciente do ideario da loita obreira.

A exitosa folga de tipógrafos de 1905 en Vigo veu reforza-la figura de Botana, chegando a acadar certa fama a expresión xurdida no ámbito da patronal: "En Vigo manda Botana".

Elexido en 1913 como o primeiro concelleiro socialista en Galicia.

Botana non foi tan só un obreiro e líder político, senón que tamén se dedicou a tarefas empresariais como propietario da imprenta La Nueva Prensa.

No 1932 —preto dos sesenta anos— seguía a ser un dos principais líderes do socialismo galego, exercendo como presidente da "Federación Regional de Colectividades Socialistas". Defensor da coalición do PSOE cos republicanos para mante-lo réxime.
Afastado das posturas radicáis que o socialismo adquire a partir de 1934 a súa actividade política vai minguando, fronte o xurdimento de novas figuras políticas no ámbito dos socialistas galegos.

Enrique Heraclio Botana foi fusilado o 27 de agosto de 1936, xunto con outros destacados esquerdistas da cidade de Vigo, no cimiterio civil de Pereiró, onde hoxe repousan os seus restos.

4 comentarios:

Anónimo dixo...

Saúde e república.

Marcos Andión dixo...

Que siga existiendo un "cementerio civil" me resulta escandaloso. Que no se tenga en cuenta la Constitución, permitiendo que alguien sea discriminado por sus creencias religiosas, o la ausencia de ellas, es, además de ilegal, una estupidez.
De forma recurrente me asaltan algunas preguntas: El cementerio municipal de Pereiró ¿es de la gente o de la iglesia católica? ¿Cómo es posible que las autoridades civiles toleren, y protejan, el monopolio de aquella iglesia a la hora de decidir el lugar de inhumación de una persona? ¿Ampararía la ley, o las autoridades obligadas a hacerla cumplir, la negativa de las autoridades religiosas católicas a enterrar en el cementerio municipal de Pereiró a una persona que hubiese rechazado el ritual religioso para su inhumación?. Y, si no fuese así, ¿qué sentido tiene la existencia de un "cementerio civil" separado del "religioso" en una propiedad pública?
Esta discriminación esconde, además, una cínica y falaz actitud: qué yo sepa, hay en el "camposanto" municipal suficientes ateos o agnósticos como para no ignorarlos. Pero las autoridades católicas siguen haciéndose "el avión" al respecto, con tal de seguir exhibiendo su dominio sobre el territorio que suponen detrás de la muerte, dominio que hacen público imponinendo un ritual religioso, y aprovechándose de la necesidad social de no hacerse discriminar.
En realidad, no hace falta ser creyente para ser enterrado en Pereiró, pero sí someterse al ritual católico para poder ser inhumado en aquella tierra. La culminación del éxito social de una religión es lograr que su peculiar concepción de la existencia y del universo, aunque no sea compartida, se reconozca como normal, frente a otros comportamientos igual de religiosos que han conseguido que los conteplemos como extraños.
Sin embargo, unos ciudadanos que, como Heraclio Botana, hubieron de añadir a su muerte el drama de la derrota ante la barbarie bendecida por la iglesia católica, permanecen discriminados.
No puedo concebir cómo alguien puede permanecer impasible, aunque sólo sea mentalmente, ante esta flagrante violación de una Constitución que no reconoce mayor autoridad que la que sea capaz de expresar el pueblo soberano a través de sus representantes. Pero éstos asumen la obligación de no tomar decisiones que supongan discriminación por razón de creencia religiosa, ideología política o ascendencia genética.
Es decir, que nadie puede establecer una norma que permita discriminar a un muerto a la hora de su inhumación; y mucho menos en propiedades públicas construidas con el esfuerzo económico de toda la sociedad. El ritual religioso, o la ausencia de él, son cosas del ámbito privado de los deudos del difunto, pero el terreno municipal dispuesto como lugar de enterramiento es cosa de todos y para todos.
La existencia de un "cementerio civil", además de una ilegalidad, es un insulto a la Constitución, a la Libertad, a la No Discriminación y a la Inteligencia.
Esta es una opinión que someteré a cualquier otra mejor fundada. Pero que esté mejor fundada ¿eh?

Anónimo dixo...

Quedan muchos muros que tirar. El de pereiro es uno de ellos.

Anónimo dixo...

Ojo al piojo! El inefable Eugenio Eiroa volverá a hacer radio en Vigo en los próximos días, con un programa de entrevistas y actualidad en el mediodia de lunes a viernes en la emisora local Antena 5 Radio 94.4 FM.