Puteando, que es gerundio

Nos están puteando. Así, como suena. Ahora resulta que ya estaba previsto el desdoblamiento de la antes llamada "Vía Rápida do Morrazo", convertida en Vía de Alta Capacidad con el nombre de "Corredor do Morrazo". Si no me fallan las entendederas (que todo puede ser) ello quiere decir que ya sabían de la insuficiencia de la vía cuando la construyeron, pero prefirieron dejar que su actividad produjese lo que ha producido (muertos) para cumplir su designio de seguir gastándose nuestros dineros en operaciones productivas únicamente para la concesionaria, la constructora y quienes toman las decisiones.
Muy ufano él, Agustín Hernández, el conselleiro de Infraestructuras que padecemos (aunque no es distinto a sus predecesores), nos lo dijo sin rubor alguno: "Cuando se diseñó el Corredor ya estaba previsto su posible desdoblamiento; sólo hay que expropiar algunas parcelas muy concretas". ¿Habrase visto desfachatez semejante? ¿No habíamos quedado en que esta vía resolvería los problemas de movilidad en O Morrazo?
Ahora dicen que convertirán en Autovía (¿libre de peaje?) una vía que nunca debió construirse. Y, como aprendieron la lección y, además, a la concesionaria de la autopista o autovía le viene de perlas, adelantan que los usuarios no tendrán que pagar peaje, porque ya lo haremos entre todos. Y cuentan con que todo el mundo estará encantado de viajar por O Morrazo sin pagar, por una vía con doble carril, mientras la concesionaria de la nueva vía desdoblada podrá seguir cobrando de los presupuestos de la Xunta, que ya admite que pagará un canon acorde con el número de usuarios que transiten por allí. ¡Fantástico!
Para que el asunto no decaiga, al tiempo que anuncian el desdoblamiento del Corredor de O Morrazo con cargo a los bolsillos de los contribuyentes (68 millones de euros) nos vienen ahora con la demagógica "solución" de rebajar los peajes en las vías que dependen de la Xunta (Autoestradas de Galicia). La rebaja volverá a gravar sobre todos los contribuyentes, con el espejismo de ahorrarle parte del peaje a los usuarios, porque los presupuestos de la Xunta tendrán que desviar más de 6 millones de euros para afrontar la rebaja anunciada. Son seis millones que tendrían mejor uso en servicios insuficientes en otros ámbitos, aunque no dejen rendimientos (económicos y/o políticos) tan sustanciosos como gastárselo en concesionarias de asfalto y ladrillo.
Lo que más me duele del asunto es que haya quien se felicite por esta artera decisión de quienes siguen puteándonos. Con la nueva vía terrestre sólo se logrará lo que ya se sabe que se logrará: más vehículos particulares invadiendo una península en la que ya no caben más coches sin destrozar lo que queda de territorio.
¿Hay alguien que se crea que O Morrazo seguirá teniendo el atractivo que aún le queda cuando Meira, Moaña, Cangas y Aldán se cubran de asfalto para aparcamientos, más ladrillo invendible, más contaminación, más consumo energético y más "desarrollo" insostenible? ¿Es que nadie quiere saber nada del futuro, con tal de creerse que le llegará el maná de "revalorizar" sus leiras o de potenciar el turismo con estas "facilidades" viarias?
O Morrazo, como cualquier territorio, no es únicamente de la incumbencia de quienes allí moran; es cosa de todos, aunque sus moradores debieran resultar los principales valedores de su entorno. Lo cierto es que no se puede seguir hablando de desarrollo sostenible, de preservación del medio ambiente ni de movilidad inteligente si no se cambia el discurso basado en más asfalto, más cemento, más concesiones, más comisiones, más ocupación inútil del territorio y más mentiras interesadas.
Y, ¿por qué contemplan una solución estival para la ría de Pontevedra y ni se les pasa por la imaginación hacerlo en la de Vigo, mucho mejor dotada para el servicio, incluyendo los puntos de atraque eliminados por la codicia viaria? Resulta inconcebible que tengamos que seguir acudiendo a las playas en nuestros coches particulares para dotar de "argumentos" a quienes siguen insistiendo en que hay que hacer más aparcamientos, más vías terrestres, y pretenden dejar la lámina de agua para seguir rellenando la ría en busca de solares para especular.
Si O Morrazo no se moviliza para impedir este nuevo atentado contra su territorio, y se lanza decididamente a exigir un eficaz y moderno sistema intermodal basado en el transporte marítimo, tiene sus días contados tal y como lo conocemos. Para ello basta con dejarse de monsergas sobre normativas europeas y tirar de sentido común y de capacidad de servicio al público, dejando de promocionar el transporte terrestre para asfixiar el marítimo, como se ha venido haciendo desde hace más de 20 años, aunque aquella opción deje menos "rendimientos" particulares.
No se necesita mucha imaginación para contemplar en el horizonte un territorio abigarrado de construcciones ocupadas durante dos meses y desiertas los otros diez, sin que casi nada de los rendimientos económicos se queden allí, porque las grandes promociones inmobiliarias y los ingresos imaginados de un turismo que abandonará un Morrazo insostenible sólo engordarán entidades financieras ajenas, para trusts turísticos que esquilman y se van y para el disfrute de los políticos que habrán ganado la batalla de comernos el coco.
Vale, ya sé que estoy muy pesado con esto, pero ¿es que no queda vida inteligente por aquí?