¿Qué vamos a hacer con Corina?

Pues sí que estamos buenos. ¿Qué vamos a hacer ahora con Corina? ¿Qué será de su vida? ¿En qué ocupará su tiempo libre? Hasta ahora, el tiempo libre de Corina era empleado en su única actividad profesional de éxito conocida: la política. Estoy convencido de que seguirá en la profesión, aunque no sea más que por no tener que volver a colocar cuñas en los hospitales. Pero ¿en calidad de qué?
Les supongo al corriente de los problemas derivados del faltal desenlace de la vida de su sustituto para ocupar el escaño que le tocó en el Senado, al que provisionalmente había renunciado para encaramarse en la candidatura de "Feij 0´0 no ve" (Feijó09) y poder hacerse un lugar en el Parlamento de Galicia.
Y ahora que iba para "Superconselleira" de la "Superxunta" tendrá que decidir (el escaño es suyo) si se queda en simple senadora o le regala el escaño al PSOE. Si entra a formar parte del Gobierno gallego, o si ocupa su escaño en el edificio de O Hórreo, el PP perderá su escaño en el Senado en favor del PSOE, según defienden los socialistas, mientras que el PP aduce que "lo que se da no se quita" y el escaño de Corina debe quedar vacío si ésta renuncia. En el primer caso la política gallega que se haga aquí perderá uno de sus principales activos, llamado a continuar la tradición viguesa de que aquí no hay alcalde que más de cuatro años dure. Claro que Corina siempre dijo que ella es una "esquizofrénica de las flores" y, como la esquizofrenia no distingue entre flores y escaños, pues eso.
Por si el panorama no tuviese suficientes quebraderos para la victoria electoral del PP, resulta que los gallegos del exterior decidieron cambiar y, al contrario que los del interior, votar mayoritariamente al PSOE, al que el PP deberá devolver un escaño que le fue provisionalmente adjudicado.
El caso es que aquí hay para dar de rascar a todos, porque, con la devolución del escaño, ya los del PSOE se han lanzado a difundir, urbi et orbe, que ellos han cumplido con lo del cambio, y que toda la culpa es del Bloque, que no ha cumplido con la aritmética. Y eso que mira que lo venimos diciendo: que la marcheta electoral del PSOE unas veces es a ritmo de vals, otras de foxtrot y otras de hip hop, pero la del Bloque lleva años siendo de "regg(r)aeton", o sea que va de "regre" a base de perder votantes cada vez que pide el voto. Claro que si Touriño no hubiese perdido uno de los escaños de Pontevedra, por donde se presentaba, seguiría de "boss" de la cosa y podría hacerle reproches al Bloque. Pero con las cosas como salieron, mejor aprovechar la oportunidad para estarse calladito, ¿no?
Señor, Señor, lo que hay que sufrir por un escaño.