Morrazo, ¡pobre Morrazo!

Me dirán ustedes que estoy pesadito con el tema, pero es lo que hay. Podría empezar con lo de que ya lo había dicho, y el caso es que lo haré.
Miren que se lo tengo dicho. Un vistazo a las etiquetas "Morrazo", "Playas" o "Medios de Transporte" (al final del post) podrán confirmarlo: el transporte marítimo entre las dos orillas de la ría de Vigo es el único sistema sostenible para la movilidad de personal entre las poblaciones de ambas márgenes; la carretera supone más destrucción del medio, más contaminación, más adrenalina de la mala para conductores y viajeros y más ingresos espurios para la concesionaria de la Autopista y para quienes, a sabiendas, han postergado el desarrollo del transporte marítimo en beneficio del asfaltismo-ladrillismo.
Ahora nos vemos abocados a repetir lo de siempre: que la empresa concesionaria no puede seguir soportando tanto abandono político y administrativo.
Cuando la Administración decidió eliminar del servicio a la empresa "Vapores de Pasaje" para sustituirla por "Mar de Ons" hubo ingenuos, o maliciosos, que se creyeron que el problema era la gestión del servicio, y cambiando de empresa se resolvía el problema. Había algunos que sabíamos que se continuaba por un camino falso. Y ahora nos sale el alcalde de Moaña con lo de que la empresa concesionaria "está empeñada en arruinar el servicio de transporte marítimo". ¿Y los moañeses han dado su confianza a este genio?
Ahora, como si de esas "empresas" financieras que han jugado con nuestros dineros se tratase, los iluminados de siempre vuelven a la carga con lo de que hay que subvencionar; es decir, que entre todos paguemos un servicio público que, por culpa de quienes nos gobiernan, se va al garete en beneficio de los comisionistas de siempre, los disfrutadores de concesiones de siempre, los especuladores del asfalto y del ladrillo de siempre.
Pero ni una sola línea para que, con muchísimo menos dinero del que nos gastamos en subvencionar el peaje de Rande, se atienda a las reales necesidades del servicio: más y mejor dotados puntos de atraque, organización intermodal del transporte (barco, autobús urbano y taxis coordinados) y comunicación global por toda la ría, playas incluidas.
Todas estas soluciones fueron presentadas, con estudios minuciosos, trabajos de campo exhaustivos y oferta de creación de puestos de trabajo no sólo estacionales, hace casi 30 años, ante las más altas instancias de la Administración gallega. El resultado, además del "rescate" de la concesión, fue el fraude de la "eliminación" del peaje, la puesta en servicio de la "navallada" esa del "Corredor do Morrazo", la constatación de lo que ya se sabía que iba a ocurrir (una vía insuficiente) para continuar por el camino equivocado y perpetrar la parida esa del desdoblamiento de la vía, y la otra parida del puente preconizado por ese "príncipe de los ingenios" empresariales apellidado Fernández Alvariño.
El caso es que o se hace lo que habría que haber hecho hace 40 años o asistiremos al óbito de los barcos de Cangas y a la ocupación obscena de todo O Morrazo por asfalto, urbanizaciones innecesarias como las de Massó y Aldán y millares de automóviles a los que dar cobijo en decenas de nuevos aparcamientos, nuevos paseos marítimos en playas como Nerga, Barra, Melide o Liméns bien festoneadas de bloques de apartamentos para los cortos veranos de por aquí. Porque seguir con la apuesta por el transporte por carretera nos llevará, inexorablemente, a lo que podríamos llamar "sanjenjización" (si, si, con jota de joder) de nuestro litoral.
Pero, como llevo dicho hasta la saciedad, nuestros políticos siguen cautivos de la importancia que tiene el dinero derivado de ofrecer contratos de mega estructuras viarias, que permitan el acceso de los coches particulares a las parcelitas de quienes sólo contemplan el paisaje en su condición de vivero de solares.
Sin paliativos: el transporte marítimo en la ría de Vigo es la única alternativa a un desarrollo sostenible que requiere, en estos tiempos de crisis, que alguien nos ahorre nuestros dineros en lugar de usarlos para resolver los problemas que siguen creando los especuladores, sean de terreno o de dinero.
Lo demás, mentiras interesadas son; lo diga Touriño, Quintana, Feijóo, Alvariño o el sursum corda.