Lo confieso: estoy que lo flipo.
Acabo de recibir una de esas impertinentes llamadas telefónicas que nos bombardean continuamente preguntando por el titular de la línea, o por quien sea, para hacer un estudio, una encuesta o un cliente, en las que la pregunta precede, en caso de que lo haya, a la identificación de quién llama. O sea, que estoy ya acostumbrado, como cada quisque. Pero la llamada de hoy me ha dejado completamente estupefacto; hasta el punto de que se me pasó lo de insistir en preguntar quién se interesaba por el tema.
--Hola, buenas tardes, ¿la señora de don (...aquí mi propio nombre...)?
--Pues no se halla, en este momento, pero... ¿quién llama?
--Es que estamos haciendo una encuesta sobre reciclaje y contaminación...
--Ya le digo que la señora no está; ¿les puedo servir yo...?
--Bueno, pues buenas tardes y gracias.
(Clik).
Mientras colgaba el auricular, todavía digiriendo el marxiano (de Groucho) diálogo, comencé a caer en la cuenta de que, de acuerdo con las instrucciones recibidas de quien haya encargado la "encuesta", aquí sólo están obligadas a reciclar las mujeres casadas. Y aún sigo enredado en este discurso, pensando en quién va a hacer uso de los resultados de tan "científico" esfuerzo.
Me he preguntado (sin mucho éxito en la respuesta) si pudiera tratarse de la Concellería de Medio Ambiente, deseosa de conocer el grado de implicación del vecindario sobre el reciclaje y, de paso, por la percepción ciudadana sobre la influencia del tratamiento de los residuos urbanos en la contaminación medioambiental.
Traté de encontrar alguna razón para pensar que la encuesta podría servir para algún otro fin y debo reconocer que no he encontrado ninguna otra sospecha sobre el responsable de la encuesta.
Entonces recordé que el Medio Ambiente vigués ha sido encomendado a la alpinista Chus Lago y me asaltaron preguntas: ¿ha sido cosa de ella, o de sus asesores/as?, ¿seguimos cargando sobre la parte femenina la gestión de los hogares?, ¿es así como se ve en algún sitio lo de la igualdad?
Lo que no me explico es cómo alguien pretende saber algo sobre el reciclaje y su relación con el cuidado del medio ambiente por parte de la ciudadanía, limitando la opinión o el comportamiento a las mujeres casadas.
Pues les diré algo: quien haya encargado la flipante encuesta telefónica tiene toda la intención de fiarse del resultado. Y, es más, le va a pagar a una empresa consultora (probablemente amiga) que no tiene la más mínima idea de sociología ni de estadística.
Y ni siquiera la lógica explicación de que el objetivo de la encuesta fuese conocer únicamente la implicación de las amas de casa en el reciclaje tendría sentido, porque no hay manera de obtener un resultado aprovechable consultando sólo a una parte de los implicados.
O sea que ya lo saben: hay alguien por ahí que no sabe que los hombres (casados, solteros, separados o divorciados) también producimos residuos y nos deshacemos de ellos; o que le importa un pimiento.
Y así nos va.
"Son como os chistes de Gila", di Besteiro das comparecencias na comisión
de investigación
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"Segue o camiño do esperpento, do disparate e do absurdo", asegura.
7 comentarios:
Pues si que es alucinante, y los singles masculinos entonces no reciclamos? Entonces cuando tiro el plástico en el amarillo y el cartón en el azul que hago? Separar mi basura para no dejar hhuellas? A ver si voy a ser una mujer y yo no lo sabía? Me uno a tu sorpresa e indignación. Un saludo
Si todos fueramos conscientes en el sentido de cuidar a nuestro hermano el Planeta Tierra, todo sería mejor. Que más da, como dijo alguien, que el gato sea negro o blanco si caza ratones, o es que los hombres no estamos tan concienciados, algunos, como la mujeres, algunas.
Pero claro si está por medio la señora Chús, apaga y ... Lo mejor que puede hacer es dimitir y llevarse consigo al concejal de urbanismo, José Mariño. El lunes dio pena en el Pleno.
hahaha, si que é marxiano, si.
Eu un día acudín a unha conferencia dos do IGE no que explicaban que para determinado tipo de enquisas é mellor falar coa dona da casa, por qué? pois porque malia que ás veces hai homes marabillosos, coma min, ou vostedes; outras, na maioría das ocasións, son elas as que se encargan. Así, na enquisa de gastos dos fogares penso que as prefiren a elas que a nós. Imaxinade que falan con él, de 55 anos, marido dela, e que lle preguntan en que se gastaron os cartos no último mes nesa casa, que respostará el??
Supoño que os haberá de 55 que saiban en qué gastaron os cartos no último mes nesa casa, e que tamén reciclen. Na nosa casa quen separa as cousas e as leva aos contedores son eu, non ela. Quen recicla nin se se recicla o depositado neses contedotres, non o sei.
Anónimo, chámaslle dar pena dicir a verdade no pleno?...Quen deu pena peniña pena foi o teu amigo "Chema" tomándonos por parbos. Cando eles querían aprobar o PXOM a toda presa contra vento e marea non se decatou de que a recalificación de Alfageme daba negativo en 25.000 pesetas, e iso que era él o concelleiro de urbanismo; manda carallo que cara lle bota o ghicho!! E poriba dando a entender que vai comprar o voto subindo as plusvalías en certos ámbitos, debe pensar que os cidadáns somos "gilipollas"!! Ben, os que lle creen non digo que non o sean; alá eles.
Y no es más fácil pensar que la entrevista sea por cuotas, hay que llegar a un número de mujeres, y un número de hombres para que sea representativo. Cuando haces una encuesta tienes que ir rellenando los perfiles.
¿Y no sería más fácil, en caso de hacerlo por cuotas, preguntar en cada hogar quién se encarga del reciclaje y hacer luego la contabilidad de esos perfiles por el sexo, la edad, el color del pelo, las preferencias por el color de los contenedores, etc.? ¿Tiene algo que ver, para lo de la contaminación, que sea hombre o mujer el que contamine?
En todo caso, una encuesta de esta naturaleza, por cuotas, no dejaría de ser una estupidez que no arrojaría ninguna información útil, ¿no crees?
A mí se me antoja, como más verosímil, que todo se debe a un lapsus machista y a la clásica incompetencia de toda esa laya de "agencias de Servicios Integrales de Comunicación" que han surgido a la sombra de los poderes públicos, locales, provinciales o autonómicos, servidas por autotitulados "expertos".
Lo de si reciclan o no es, efectivamente, mosqueante, Voltaire. Claro que no estaría de más, para dejarnos de sospechas, que, en lugar de hacer encuestas para gastarse la pasta, nos pusieran al tanto, negro sobre blanco, de qué, cómo y cuánto se recicla.
¡Meigas fora!
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