Mamoneo: Yo te doy una cosa a tí, Santi, y tú me das una cosa a mí, Abel

Andan estos días por algunos periódicos historias de enchufes en el concello, que señalan con el dedo al mismísimo Caballero ejerciendo de colocador de afines y pesebreros. Les ahorro la enumeración de los señalados, que ya lo hizo el Príncipe de las Tinieblas, pero, dándole vueltas a esto del nepotismo municipal (nada nuevo, por otra parte) el topo-hobbit, recién recontratado a tiempo parcial aprovechando como la Botella la bienaventurada Reforma Laboral, ha encontrado las claves de la aprobación del presupuesto municipal y la renuncia del Bloque a pedir cuentas de aquellas contrataciones de amiguetes.

Les haré una relación, más o menos cronológica, de lo acontecido al respecto:

Corrían los meses de octubre a diciembre de 2012 y PSOE y BNG andaban a vueltas con lo de aprobar el presupuesto municipal y los nacionalistas que comanda en la corporación Santiago Domínguez Olveira se las tenían tiesas con los socialistas, exigiendo no sé qué por aquí y qué sé yo por allá. Como sabemos, tras el derroche de pólvora en salvas, el Bloque prestó su apoyo al proyecto de presupuestos. Y todos tranquilos.

Por aquellos meses había otra operación en marcha, aparentemente sin conexión alguna con la negociación presupuestaria: el concurso para la adjudicación de la Guardería Infantil municipal de Bouzas. Se cumplimentaron los trámites pertinentes y, finalmente, en noviembre de 2012, se adjudicó la guardería.

Hasta aquí todo parece normal. Pero como el topo-hobbit es desconfiado por naturaleza, le dio por relacionar esta adjudicación con el placet del BNG al presupuesto de Caballero. Y todo porque entre el personal de la guardería que hubo de contratar el adjudicatario de acuerdo con las condiciones de la adjudicación se incluia un nombre, Begoña Rodríguez Araújo, que, mira tú, resultó ser la esposa de Santidomínguez. Y se puso a atar cabos y husmear.
                                                                                                                                                       

De su sagaz pesquisa obtuvo como resultado que el adjudicatario de la guardería presentó, como exigía el pliego de condiciones, una relación del personal del centro y la titulación exigible a cada uno de los contratados.

Pero, cuando se iba a hacer con todo el asunto, llegó un vicario de la alcaldía, en forma de la por entonces concejala de Educación y Hacienda, Raquel Díaz, con la encomienda de que debía contratar a una tal Begoña Rodríguez, que no estaba incluida en la relación aprobada para adjudicar la guardería.

 

Total, que aunque no estaba incluida entre el personal de la guardería presentado al concurso, la señora de Domínguez fue contratada, supongo yo que en detrimento de alguna otra persona o ampliando en uno el número de integrantes de la plantilla, saltándose la legalidad, lo comprometido en documento público (pliego de condiciones de la adjudicación), la presunción de honestidad y el buen sentido.

Además, el intercambio incluyó el que nadie pusiera pegas a la aprobación de unos irregulares gastos contraídos por las concejalías del Bloque cuando Santidomínguez se arrellenaba en la poltrona del bigobierno alardeando de Teniente, y que suman alrededor de TRES MILLONES de euros de vellón, acudiendo a la astuta fórmula del "reconocimiento extrajudicial de crédito". Y, así, todos contentos y pelillos a la mar.

Y, ¡oh inescrutables senderos del Destino!, desaparecen entonces los reparos del Bloque al proyecto de presupuestos. Santidomínguez exhibe su satisfacción por la aprobación pero mantiene su ojo avizor para controlar cualquier desmán del alcalde y su grupo, alardeando de ser el Pepito Grillo de Caballero.

Así es que, aunque evidentemente para la galería, el Bloque anuncia que preguntará a Caballero por lo de contratar a amigos, familiares, prójimos o pesebristas, en cuanto haya pleno.

Y luego, incontinente,
caló el chapeo, requirió la espada,
miró al soslayo, fuese y no hubo nada.

Este estrambote del soneto cervantino dedicado al túmulo de Felipe II, parece realmente pensado para este caso, porque ya no van a ponerle las peras al cuarto a Caballero por contratar amiguetes, no sea que les estalle en todo el morro. O sea que, como dicen los argentinos, "se gastaron la pólvora en chimangos".

En fin que, como en toda tierra de garbanzos, siguen fielmente el aforismo "Yo te doy una cosa a tí (coloco a tu mujer y te apruebo los pufos) y tú me das una cosa a mí (me apruebas el presupuesto y te callas con lo de los mamoneos)".

¿O es que ustedes se creen que los pajaritos preñan?

Pues, eso.