IX ÉPOCA

11.11.12

Suicida rico, suicida pobre


¿Saben aquel que diu: en qué se parecen las crisis del 29 y la de ahora?, ¿y en qué se diferencian?

Se parecen en que la bolsa hizo "crash" y cientos de millones de personas las pasaron canutas; muchas de ellas se suicidaron.

Y se diferencian en que, entonces, muchos ricos "brokers" de Wall Street, que habían amasado fortunas con el tráfico de valores en la ruleta de la Bolsa, se tiraron por las ventanas (parece que sólo fueron tres, pero fueron), mientras que ahora los que se suicidan son los pobres que no pueden con la hipoteca tras perder el empleo.

Entonces, quebraron en EE.UU.más 3.000 bancos entre 1931 y 1935; hoy aquí no quiebra ni dios, nadie se responsabiliza de nada y los ricos "se abren" rapiñando las últimas monedas que queden en caja porque sus indemnizaciones, compensaciones, retribuciones, pensiones descomunales y otras zarandajas, son legales.

Entonces, algunos de los principales banqueros se rascaron el bolsillo y se pusieron a comprar acciones para impulsar la confianza en el mercado; ahora sólo esperan que entre todos les paguemos sus desafueros.

Entonces muchos cientos de miles se quedaron sin su casa entregándosela al banco; ahora, además de la casa, el banco pretende quitarles el poco dinero que les quede (o el que no tienen), porque es legal y ahora aquella casa vale la mitad de lo que entonces decía el banco que valía y, como el banco no quiere perder en el envite, no acepta que se salde la deuda con la entrega del aval hipotecado.

Entonces, el presidente Roosevelt lanzó su famoso "New Deal", basado en una serie de reformas financieras, agrícolas, industriales y sociales:

-Participación del Estado en el capital de los bancos.
-Devaluación del dólar, lo que crearía inflación para estimular el consumo y la economía en general.
-Aumento de los precios agrícolas, indemnizando a agricultores para que dejasen de producir.
-Aumento de los salarios industriales.
-Disminución de las horas de trabajo.
-Grandes inversiones en obras públicas.
-Creación de medidas de protección social (no había entonces seguros sanitarios) para afianzar el poder adquisitivo de la población aumentando su capacidad de consumo.

Aquí y ahora, los gobiernos sólo son impelidos a pagar las deudas a los bancos alemanes, a base de expropiarnos para que puedan seguir abusando de todos:

-Prestándole dinero a los bancos, no interviniéndolos.
-Imposibilitando la devaluación del euro, porque perderían los acreedores (bancos).
-Impidiendo la subida de los precios agrícolas porque el aumento es sólo de impuestos, lo que provoca la caída del precio en origen pero el encarecimiento al consumidor.
-"Renegociando" a la baja los salarios industriales con la amenaza de la destrucción de empleos, al mismo tiempo que se incrementa el paro.
-"Renegociando" al alza el número de horas de trabajo.
-Paralizando las inversiones públicas en infraestructuras.
-Recortando medidas de protección social (desempleo, pensiones, medicamentazo, euro por receta, etc.), con lo que se disminuye la capacidad de consumo.

El New Deal dio resultado, con la ayudita de la II Guerra Mundial; pero ¿por qué ha de funcionar lo de ahora, que es todo lo contrario?

Muy sencillo: por entonces John Maynard Keynes, que en su obra "Las consecuencias económicas de la paz" había advertido ya de que las exigencias de los vencedores de la I Guerra Mundial provocarían el revanchismo de Alemania, fue tenido en cuenta a la hora de comprender que "los mercados" no dan la felicidad por sí solos. Ahora sufrimos la resaca de aquella fórmula, gracias al advenimiento de la famosa "Escuela de Chicago" desde la que economistas neoliberales como Milton Friedman lanzaron su ofensiva contra el Estado y a favor de la falacia aquella de "la mano invisible" que todo lo arregla.

¿Se estará cociendo otra confrontación mundial para echarle una mano a los ricos amenazados de dejar de serlo?

En fin, qué les voy a decir yo que ustedes no supongan ya.

1 comentario:

havi dixo...

claro, clarito, clarete.
parabens, Marcos, sempre dando na diana.