IX ÉPOCA

25.3.12

Se mais mundo houvera

Sostengo yo que había una vez un italiano tan inteligente que se hizo portugués. Y se fue a vivir a Lisboa, la patria de su patrón San Antonio de Padua, convencido por el mismísimo Saramago, quien se vino a vivir a las Canarias por aquello de otro impulso afectivo, en su caso en forma de dama consorte.


Se ha ido sin alharacas Antonio Tabucchi y, al menos a mí, me ha dejado huérfano, como a Pereira.


Y sostengo también que Tabucchi hizo un gesto de equilibrio universal, al llevar a cabo el viaje inverso al de San Antonio, quien habiendo nacido en Lisboa se hizo famoso por morir en Padua. Tabucchi, también Antonio, nació en Italia y murió en Lisboa por voluntad propia.


Nosotros, que tanto debemos al semiólogo Pereira, incansable investigador de apariencias inescrutables, nos unimos al dolor de sus deudos y veremos de recuperarlo, ya que nunca morirá porque la vida que le dio Tabucchi es para siempre.


Descanse en paz este italiano que, por amor a una ciudad y a un país, se hizo portugués, fijó su residencia en la Lisboa que conocía mejor que el mismísimo marqués de Pombal, y allí será enterrado.


"E se mais mundo houvera, lá chegara".



Ningún comentario: