IX ÉPOCA

3.11.11

"Miralás, miralás"

Ahí están las elecciones: miralás, miralás. Y las miro. Lo primero que veo son prácticamente las mismas caras. Caras cargadas de historia que todas y todos ya conocemos casi hasta la saciedad. Me interesan las cuestiones sociales, todo aquello que nos hace ciudadanos; me declaro socialdemócrata. Creo que debemos aportan a lo común en proporción a lo que obtenemos, sean por rentas del trabajo o del capital. No entiendo eso de 'beneficios fiscales'. Debemos contribuir en función de lo que se obtiene y tiene. Algunos países nórdicos (de Europa) lo tienen muy claro, y sus sociedades son más igualitarias que las del resto del mundo. ¿Por qué, entonces, no tratar de aplicar lo que aquéllos vienen haciendo con resultados envidiables por el resto? Ah, claro, diferencias culturales.
Pues, a por las reformas culturales. Pero en llegando a este campo... las identidades se ponen muy nerviosas. Parece ser que conjugar identidad e igualdad es bastante difícil de lograr (caso de que haya manera de hacerlo). Recortar un poco de yo para añadirlo al nosotros parece la única vía para alcanzar un mundo un poquito más amable. No le veo salida a corto plazo. Almacenemos paciencia y empujemos para lograr una educación social pública y democrática; es un camino lento pero seguro. La Historia de la evolución humana, si la observamos con detenimiento, es lo que nos muestra: educación democrática y pública. De no ser así, la violencia irá a más. La primera mitad del siglo XX nos ofrece mil y un ejemplo de cómo terminan las cosas cuando tan sólo nos dedicamos a mirarnos el ombligo. Ahí están las elecciones: miralás, miralás. La Ley no nos obliga a votar. Para que no triunfe lo que detestas, vete a votar por aquello que consideras bueno para ti y para los demás. El renunciar a hacerlo favorece a la prepotencia. Lo veo así; pero, también es cierto, si me lo cuentan con algo de claridad... hasta puedo cambiar de opinión, seguro que sí.

Ningún comentario: