IX ÉPOCA

7.3.13

Lo natural no es la igualdad sino el dominio de los fuertes sobre los débiles

«En treinta y tantos años de democracia y después de casi cuarenta de dictadura no se ha hecho ninguna pedagogía democrática. La democracia tiene que ser enseñada, porque no es natural, porque va en contra de inclinaciones muy arraigadas en los seres humanos. Lo natural no es la igualdad sino el dominio de los fuertes sobre los débiles. Lo natural es el clan familiar y la tribu, los lazos de sangre, el recelo hacia los forasteros, el apego a lo conocido, el rechazo de quien habla otra lengua o tiene otro color de pelo o de piel. Y la tendencia infantil y adolescente a poner las propias apetencias por encima de todo, sin reparar en las consecuencias que pueden tener para los otros, es tan poderosa que hacen muchos años de constante educación para corregirla. Lo natural es exigir límites a los demás y no aceptarlos en uno mismo. Creerse uno el centro del mundo es tan natural como como creer que la Tierra ocupa el centro del universo y que el Sol gira alrededor de ella. El prejuicio es mucho más natural que la vocación sincera de saber. Lo natural es la barbarie, no la civilización, el grito o el puñetazo y no el argumento persuasivo, la fruición inmediata y no el empeño a largo plazo. Lo natural es que haya señores y súbditos, no ciudadanos que delegan en otros, temporalmente y bajo estrictas condiciones, el ejercicio de la soberanía y la administración del bien común, Lo natural es la ignorancia: no hay aprendizaje que no requiera un esfuerzo y que no tarde en dar fruto. Y si la democracia no se enseña con paciencia y dedicación y no se aprende en la práctica cotidiana, sus grandes principios quedan en el vacío o sirven como pantalla a la corrupción y a la demagogia.»

2 comentarios:

Oleiros dixo...

Pois por forte e triste que soe ten moita razón. A democracia non so esixe uns bos políticos, tamén esixe unha cidadanía educada e participativa que leve o rumbo. E non temos ningun dos dous.

Ataturk dixo...

Realista y clarificador el texto de Muñoz Molina.
Estamos llenos de palabras y democracia es algo que usamos sin saber su verdadero significado y "solo" cuando nos interesa.
Yo apuesto por un buen reparto, justo y realista, de deberes y obligaciones.
Educación y esfuerzo por mejorar entre todos a la sociedad y con exigencia y respeto a quienes nos representan. Claro que antes reformar un sistema político y social que hoy por hoy está obsoleto.
Quizás sea pedír mucho pero es necesario para conseguír algo.
Saludos.
Ataturk.