IX ÉPOCA

19.8.09

Cien años no es nada


Tuvo que descubrirlo Leo Basi en su reciente visita a la ciudad.

"Toda vida es corta".

Jules Gabriel Verne (Nantes, 8 de febrero de 1828 – Amiens, 24 de marzo de 1905), no pudo estar en Vigo en 1787, tal como reza la placa instalada a los pies de su estatua con medio pulpo en el Náutico. Estaría bien que el departamento municipal correspondiente mandase cambiar este letrero por otro que corrigiese el error (llamémoslo así) de imprenta. Y de paso, me pregunto, ¿por qué en tan diminuto letrero aparece repetido el escudo de la ciudad? Y, puesta a preguntar, ¿por qué Xulio y no Jules, igual que escribimos y pronunciamos Sigmund Freud y no Sexismundo Freud? (¡La armé, seguro que la armé! Estos días de verano... no sólo disparata el apurado Mariano Rajoy apalancado en su flotador a la sombra de su paraguas de tratante de vacuno y lanar. Genial Peridis).

3 comentarios:

Galopin dixo...

Buenoooo, como bien dice Raquel, estos días de verano disparatan las ocurrencias. Eso, y el tiempo libre. Ello da lugar a que uno esté más observador que de costumbre, y así se contempla el castellanizado nombre de un tal JOSE Molares, que se supone debe ser el escultor, que se da de narices con el gallego de la placa y, por supuesto, con el Xulio-Jules.
Efectivamente, es imposible que Julio Verne estuviese en Vigo en 1787. Su gran visión para la ciencia-ficción no podría alcanzar para visitarnos 41 años antes de su nacimiento.
La fecha que si está acreditada es la de finales de mayo, principio de junio de 1878, puesto que Verne partió de Nantes en el Saint Michel III el 25 de mayo de ese año, y la primera escala de su viaje fue Vigo. Luego seguirían Lisboa, Cádiz, Tanger, Gibraltar,Málaga y Argel, retornando a Nantes el 26 de agosto. Por cierto, 20.000 leguas de viaje submarino se publicó en 1870, ocho años antes.
En cuanto a la plaquita y al vicio de emplear términos rimbombantes, convendría revisar lo de "míticos tesoros". Quizá un vistazo al diccionario de la Real Academia nos sacase de dudas.
Por lo que atañe a los dos escuditos, en 2005 gobernaba la aldea la Sra. de Palmírez, con lo que no había problemas de bi-gobierno, pero al parecer, si los había de celos intra-municipales. El teniente de alcalde supongo sería el Chema, pero ahora siento no recordar quien se ocupaba de Patrimonio Histórico.
Para rematar, una curiosidad. Los lectores y seguidores de Verne conocen de sobra el odio que profesaba a dos naciones; Inglaterra y España. De nuestro país decía que era una pena que se hubiese desprendido de Africa. Nos colocaba a la altura de los bantúes. En toda su obra no hay ni un solo personaje español. Al menos, la nacionalidad del protagonista de La Vuelta al Mundo en 80 días, Phileas Fogg, es inglesa. ¡Que cosas!
Y nosotros haciéndole monumentos.

Marcos Andión dixo...

En realidad, éste es un monumento a la ceguera cultural, a la improvisación interesada y al autobombo vacuo.
La firma del escultor (?), con su fecha de nacimiento adjunta, como si de una información de prensa se tratara, refleja bien a las claras el verdadero sentido del semicefalópodo convertido en un hiperbólico árbol de almorranas para el señor que está encima: unos eurillos para el sobrino.
Lo de los dos escudos visualiza la esquizofrenia que padece esta ciudad.

Pablo Eifonso dixo...

A cousa é aínda pior. O tal monumento regaláronllo as mulleres empresarias ao Concello de Corina Porro... pouco despois de que esta lles concedese unha substanciosa subvención: o comido polo servido.