Espléndida, por eficaz, la modificación de los estatutos del Teatro Real de Madrid.
Ya está bien de que la presidencia de entidades culturales la ocupen personas que están al frente de las organizaciones —privadas o públicas— que las financian.
Sería pues de desear que la presidencia de la Fundación MARCO (Museo de Arte Contemporáneo de Vigo) no la ocupase el alcalde o alcaldesa —por cierto, en la web del MARCO aparece aún como presidenta Corina Porro ¿es correcto?— sino que para tal cargo se eligiese a alguien que sí tenga mucho que ver con el Arte Contemporáneo.
Las presidencias de adorno ya no molan ¡y lo que es peor! son del todo inoperantes.
O metal galego, preparado para desafíar os muros de Trump: "Levamos máis de
20 anos diversificando mercados"
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O sector do metal galego mira con preocupación cara aos Estados Unidos,
logo da imposición de novos aranceis por parte do goberno de Donald Trump.
Dende a ...
2 comentarios:
¿Te refieres a Touriño?
Me refiero a políticos y dueños/presidentes de empresas que financian entidades culturales y que no tienen conocimientos y/o tiempo de presidir estas entidades; y que deberían ceder estas presidencias a personas sí capacitadas. Así de simple y eficaz.
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