LA'100

Está llegando la Navidad, los RR MM y las Elecciones: promesas y regalos nos van a inundar. Protejámonos, no sólo la lluvia arrecia en estas fechas.

Para el Casco Vello la alcaldesa Porro anuncia, en renqueante galego, lluvia de millones y concurso internacional para, de aquí al 2009, dejar el maltrecho barrio como los chorros del oro. Sí, así ella depura ideas para distraernos de la falta de depuración de nuestros residuos sólido-líquidos, o de la falta de bibliotecas municipales, o del abandono del patrimonio industrial,...
El que sí es un aunténtico regalo es el libro LA'100 que ya está en las librerías de la ciudad. Esta publicación de novedosa y espléndida factura —de la mano de Rai Iglesias (dirección editorial, maqueta y diseño), Iria Sobrino (dirección de Arte), Jesús Giráldez (texto), Robert Duif (traducción al inglés) y Enrique Touriño (fotografía)— marcará un antes y un después en el mundo de la edición; y lo que sí es muy importante señalar en este libro es que pone de manifiesto de una manera espléndida la riqueza patrimonial de la industria viguesa de los últimos 100 años y el estado lamentable de su conservación y destrucción. Entre la avenida de Beiramar, calle Coruña, calle Tomás Alonso y calle Soler hay una parcela de unas 8 hectáreas en las que aún existe una de las señas de identidad más fascinantes de nuestra ciudad. ¿Hay algún plan municipal para la conservación de lo que esta parcela contiene? Lo que en estos 80.000 m2 ha ocurrido en los últimos 100 años ha marcado de manera imborrable nuestra historia última. El libro LA'100 lo cuenta de manera emocionante.
Esperemos que el petulante poder inmobiliario no nos arrebate este regalo histórico; los poderes públicos tienen la obligación de rescatar, limpiar y conservar el contenido de esta parcela pues es nuestra historia.

Asómense a las páginas de este bello libro, dense un paseo por la calle Soler y rodeen la parcela citada; si les parece bien, entonces, ruéguenle a los RR MM que mantengan en pie esas magníficas arquitecturas y que cuiden de maquinarias, utensilios y documentos que forman ya una brillante colección de piezas museísticas (y olvídese la sra. Porro de la colección Clavé que le han ofrecido recientemente).