El Matadero de Alcabre resucita

¿Resucita o es que tal vez en ningún momento ha dejado de serlo dada su actividad?: ahí no dejan de sacrificar sueños, espectativas, proyectos...
A fin de cuentas son multitud los que así le siguen llamando a la readaptación-ampliación de aquel edificio que rediseñó Aldo Rossi con retoques (al rediseño) de César Portela y que desde entonces han dado en llamar Museo del Mar (como si llandándole 'bonito' al 'feo' no hiciese falta el cirujano plástico para remediarlo).
Las multitudes suelen imponer sus criterios porque hay 'algo' que les da la razón, porque el tiempo y los acontecimientos que lo llenan se lo confirman (a la multitud).
Un ejemplo, que bien ilustra lo anterior, nos lo ofreció día atrás la noticia en prensa "Presentación en el Museo del Mar del megayate 'Cento', de 40 metros y 12 millones" con foto del megayate. La noticia resalta la "cantidad" (el caso es alimentar el impulso infantil del 'mí'). Claro ¿qué otra cosa podría resaltar? ya que el 'diseño' (si es que lo hay) muestra un barco antidiluviano, donde lo que llaman aerodinámica simplemente no exite, es decir: romo, romo, romo; tipo esas casas de reciente factura que tratan de imitar a los pazos del s.XIX; o como las megaempanadas. Mundo, mundo...
Y este 'subproducto' presentado en el Museo del Mar (¡vaya usos!) viene a darle la razón a la multitud.
Llamemos a las cosas por su nombre: En el Matadero de Alcabre han presentado un megayate donde ha sido sacrificado el buey-design.