Los nuevos viajes

Ya sólo podemos viajar en AVE, avión o por la red. Ya no soportamos aquello que llamábamos realidad. Bien lo saben los promotores inmobiliarios que, por ello y motivados por ello, no cejan en su empeño de construir en los otrora paisajes idílicos a destajo; y no sólo construyen, sino que nos lo venden todo pues conocen nuestro repudio al 'natural paisaje' y saben que sólo podemos soportarlo si estamos cómodamente asomados a un amplio ventanal de no siempre actual diseño (ellos también deben actualizarnos su oferta arquitectónica). Así nuestra realidad.
Es un proceso irreversible (ver textos del prémio nóbel de física, año 1981, Ylia Progogine); nada bueno es intentar recuperar un sentido 'romántico' del paisaje, paisaje requemado por el violento siglo XX.
Es ineludible actualizarnos, manejar las nuevas herramientas y diseñar eficaces estrategias que nos permitan ocupar el nuevo paisaje de manera sostenible y viajar vitalmente esta velocísima época sin temor al futuro. Es nuestro reto, el reto de este milenio.