IX ÉPOCA

30.10.12

¡Pues a mí me guuuusta!




"Para AGE es un gran resultado, que denota las expectativas que generamos y tenemos la obligación de consolidar".

"Beiras es uno de los grandes de este país. Para mí es un honor ir con él, pero el gran éxito de la campaña estuvo en la suma de fuerzas. Si Beiras hubiera pactado por ejemplo con Compromiso, como estuvo a punto, seguro que el resultado no sería éste. Lo que validó la gente fue el discurso rupturista, de izquierda, contra la troika, contra los mercados, contra los poderosos. El éxito se produjo porque la gente se vio reflejada en ese discurso".

"Creemos en la Syriza gallega; estamos en una guerra ideológica brutal de una minoría, una oligarquía, contra los de abajo y vamos a ir a por todas. Necesitamos de muchas más organizaciones y, sobre todo tejer una red de relación de la ciudadanía crítica de este país".

"Los procesos de cambio, de revolución, de ruptura, siempre vinieron de la fuerza del pueblo y así tiene que ser. Tenemos el reto de hacer exactamente eso: combatir e ir a por el poder en la calle. Para eso está el programa común".

"Tenemos que conocernos y querernos más; tenemos que engrasar (...) EU es federalista, Anova nacionalista y la FPG independentista, pero podemos confluir, como está a la vista".

"Beiras decía en la campaña lo mismo que nosotros, que la troika está aprovechando la crisis para desmantelar todo; no fue un discurso de patria sino de fratria, de hermandad. Nuestro principal reto, lo más difícil, es organizar la rebelión cívica a través de un discurso compartido, en el que la gente vea reflejado lo que le está pasando: que la echan de sus casas porque no puede pagar las hipotecas, que un tercio de los empleado percibe menos del salario mínimo inteprofesional, que para ejercer una carrera tiene que pagar 6.000 o 9.000 euros de un máster y no puede. Ese es el discurso que enganchó".

"Los procesos de cambio, de ruptura, son sociales, y eso es lo que queremos configurar. No vamos al Parlamento para hacer la oposición morna que vimos en la última legislatura, sino para emplearlo como un altavoz potente de los problemas de la gente".

"Somos radicales; es lo que les inquieta. Hoy mismo leí que Rueda está preocupado por la oposición que vayamos a hacer. Pues sí, tiene motivos (...) No vamos a pactar ningún consenso económico, vamos a romper con el stablishment: vamos a por ellos, así de claro".

"Vamos a cambiar esas estrategias de consenso contra el pueblo; vamos a por ellos porque ellos son los de arriba y nosotros los de abajo. Vamos contra su modelo (...) y eso de que hay que respetar la institución, no es nuestro modelo (...), antes tendrán que respetar ellos a la gente".

"Creemos que estamos al final de un régimen político y somos radicales porque, efectivamente, el análisis que hacemos es de raíz, vamos al origen del problema".

"El capitalismo ahora no necesita dictadores; logra el poder y los beneficios sin esa obscenidad y brutalidad de las dictaduras".

(Extracto de las declaraciones de Yolanda Díaz a Primitivo Carbajo, en El País. Los subrayados son míos)

Gobernando co BOE

La Administración Pública podrá realizar despidos colectivos a partir de mañana

Se podrán hacer efectivos en las entidades del sector público con déficit o cuyos presupuestos se hayan reducido 5 % en el ejercicio corriente o un 7 % en los dos anteriores

28.10.12

Síndrome Peares

"Haremos por ley funcionarios a seis mil empleados laborales fijos de la Xunta"(Faro de Vigo,hoxe)

REAL DECRETO por el que se aprueba el Reglamento de los procedimientos de despido colectivo y de suspensión de contratos y reducción de jornada.(consello de ministros do venres)




27.10.12

Apostolos Mangouras e o BNG



Se alguén pensa que Guillerme Vazquez estivo nalgún sitio que non fora a sala de máquinas do BNG estache moi trabucado,mais ben era un Mangouras botando carbón mentras a embarcaçion seguen a levala contra as pedras García Negro e Rodriguez Sanchez ...ou sexa...os patróns ...de rositas

24.10.12

Hondt e máis Hondt


RESULTADOS DE LAS ELECCIONES 2012 EN GALICIA
Partido
Votos
Diputados
Votos por diputado
PP
653.934
41
15.950
PSOE
293.671
18
16.315
AGE
200.101
9
22.233
BNG
145.389
7
20.770
UPyD
21.212
0
-
Escaños en blanco
17.116
0
-
Mario Conde
15.781
0
-
CXG
14.459
0
-
Otros
30.112
0
-
Blancos
38.410
-
-
Nulos
37.472
-
-
ALGUNAS INCONGRUENCIAS DE LA LEY ELECTORAL
-        El PP en las anteriores elecciones (2009) tuvo 789.427 votos
-        El PP en estas elecciones (2012) tuvo 653.934 votos (a falta de contabilizar el voto inmigrante)
·       Por lo tanto, el PP tiene 135.493 votos menos que en 2009 (un 17% menos)
·       ¿Cómo es posible qué con un 17% menos de votos tenga 3 diputados más?
·       ¿Por qué no dejan de repetir en los medios que los gallegos estamos a favor de la política de recortes del PP cuando realmente ha perdido un 17% de sus votos?
-        El PP pierde 135.000 votos y sube 3 diputados
·       ¿Cómo es posible que el BNG, que pierde 125.000 votos, baje 5 diputados?
-        El PP para conseguir un diputado necesitó 15.950 votos
·       AGE para conseguir un diputado necesitó 22.233 votos, ¿por qué necesita 6.238 votos más que el PP por cada diputado que logra?
·       UPyD tiene 21.212 votos, sin embargo no consigue ningún diputado, ¿por qué?
-        El PSOE tiene 293.671 votos
-        AGE tiene 200.101 votos
-        BNG tiene 145.389 votos
-        Si sumamos los votos de AGE + BNG tienen 51.819 votos más que el PSOE
·       Sin embargo, si sumamos los diputados de AGE + BNG salen 2 menos de los que tiene el PSOE
¿DÓNDE ESTÁ LA MAYORÍA ABSOLUTA DEL PP?
-       El total de votos (excluyendo los nulos) es de 1.467.657
-        El nº total de diputados que se reparten son 75
-        Por lo tanto, ¿cuántos votos serían necesarios para obtener un diputado?
·        1.467.657 / 75 = 19.569
-        Por lo tanto ¿cuántos diputados debería tener el PP?
·       653.934 votos / 19.569 = 33 diputados
Con una ley electoral proporcional:
1.- El PP tendría 33 diputados, es decir, 8 menos
2.- El PP no tendría mayoría absoluta

23.10.12

Fortalezas y amenazas para la Syriza G

"Comienza hoy la derrota del PP en el Estado". Con esta lapidaria frase inicia su recorrido opositor este afortunado invento que es la Alternativa Galega de Esquerda. Pero iniciar un camino no es haberlo recorrido. A la nueva formación de éxito le aguarda un complicado y áspero trayecto, en el que la buena disposición de los caminantes será la respuesta.

Con el escrutinio todavía calentito, ya se han podido observar algunas amenazas a esta Syriza a la gallega (es decir, cocida, con pimentón picante, aceite de Quiroga y pementos de Herbón), que pretende extenderse más allá del Padornelo: algunos, que fueron responsables políticos en un BNG que, por ejemplo en Vigo, anduvo coqueteando con la corrupción y el nepotismo partidario, se lanzaban ya a considerar como únicamente suyo el triunfo, por mucho que aún hace poco anduvieran demonizando al "viejo" Beiras que ya se había apartado del escenario público para mejor analizar el comportamiento de una dirección nacionalista que él consideraba (y sigue considerando) sectaria y perjudicial para la causa.

Y es que yo creo que, desde la óptica viciada de algunos ex dirigentes del BNG hoy en ANOVA, los resultados electorales no suponen otra cosa que su triunfo sobre sus anteriores líderes, considerando que la ciudadanía les ha dado la razón sobre algo que la ciudadanía nunca tuvo demasiado en cuenta. Ahora, teniendo que asimilar el tirón electoral de Beiras, mucho me temo que no sean capaces de entender que se trata de otra cosa.

Allá por los primeros años 90 del siglo pasado, una iniciativa de Esquerda Galega, que contaba con tres diputados en el Parlamento Galego, inició un acercamiento a lo que entonces era Esquerda Unida, de modo que propuestas de EG fuesen defendidas en el Parlamento del Estado por el grupo de IU, mientras que la de ésta serían vehiculadas en Galicia por EG.

Un viaje a Madrid y una reunión de Xesús Costas con la cúpula de Izquierda Unida (estaban Paco Frutos, segundo del PCE tras Anguita, y Jaime Sartorius, ambos de la dirección Federal de IU) significaba un primer paso para solventar la vieja querella entre nacionalismo y marxismo. En aquella reunión, en la que se expusieron pretensiones, sugerencias, análisis y todo lo que en estas circunstancias se exhibe, Paco Frutos se salió por un registro no esperado: "Por qué no constituís en Galicia una Esquerda Galega Unida, o una Unidade de Esquerda Galega, o unos Galegos Unidos pola Esquerda, o lo que sea, que nosotros no vamos a oponernos ni a repetir el error que cometimos en Euskadi".

Se refería Frutos a la decisión del Partido Comunista de Euskadi, dirigido por Roberto Lertxundi, de integrarse en la Euskadiko Esquerra que representaba Mario Onaindía. Entonces, desde Madrid se recompuso otro PC de Euskadi, con desastrosos resultados, tanto electorales como sociales.

En aquella reunión se habló de la necesaria unidad orgánica del nacionalismo de izquierdas y el marxismo, de tal modo que se forjasen las bases teóricas, y prácticas, de una recomposición de la izquierda sin limitaciones territoriales. Según Frutos, con el que Costas coincidía, ambas ideologías estaban abocadas a realizar en común un largo tramo de sus respectivos recorridos. No cuajó el asunto porque, sobre todo en una parte de EG, prevaleció el egoísmo y un triunfalismo que, al final, terminó con Camilo Nogueira en el Bloque y con EG volatilizada.

Ahora estamos ante un reto similar que, si se mantiene el ya conocido sectarismo de algunos pretendiendo capitalizar para su rinconcito el éxito indudable de la coalición AGE, volverá a dar al traste con este ilusionante proyecto para buena parte de la izquierda real que lo respaldó en las urnas. Creo que Beiras lo tiene claro, y que también lo tiene claro Yolanda Díaz y el aparato que representa: o se construyen, simultáneamente, un aparato eficaz y un discurso superador de la dialéctica nacionalismo-marxismo o todo el esfuerzo se irá por el desagüe de la decepción.

Si los responsables de este éxito electoral logran diluir los inevitables sectarismos que ya se han comenzado a notar, hay un camino cierto hacia el éxito político y electoral. Estos cuatro años de oposición tendrán que servir para allegar voluntades, además de fortalecer las propias, sin olvidar que los resultados actuales no son sólo el logro de EU y ANOVA, porque personajes como Méndez Ferrín o Mariano Abalo y su FPG, junto a las voluntades orgánicas de EQUO y Espazo Ecosocialista Galego, no pueden ser ignorados como componentes de una idea que parece estar tomando cuerpo.

Pero, para que izquierda y nacionalismo lleguen a tener en Galicia un espacio alternativo, el BNG debe dejar a un lado su apuesta hegemónica, EU comprender que las aspiraciones nacionalistas no son un obstáculo, y lanzar manos tendidas y abiertas a otras formaciones, sin caer en la trampa de formar un frente nacionalista (con marxistas, maoistas, socialdemócratas, derecha localista y epígonos) que ha sido el germen de la fragmentación del Bloque.

Por lo que parece, en la nueva formación (que debe buscarse un nombre y un logo atractivos y un discurso coherente) la tendencia es a formar ese frente aglutinando a la izquierda y a los movimientos sociales críticos con el sistema. La derecha tiene su espacio, absolutamente incompatible con una izquierda que merezca tal catalogación,

Creo que la primera tarea de AGE debería ser, ahora mismo, la abolición de los símbolos identificativos de los grupos que la han constituido, aunque sólo sea (que ha de haber más) para ofrecer a la ciudadanía una referencia coherente y alejar los fantasmas de la fragmentación sectaria, de la que nadie está libre pero a la que se debe prestar la atención que merece.

Si es así, la ciudadanía y electorado lo premiarán.

22.10.12

Sangre fresca

Es curioso, en estas elecciones ha "arrasado" un partido al que 135.500 de sus electores dieron la espalda. En estas elecciones, el PP perdió ese número de votos con un porcentaje un punto inferior a las anteriores, pero la controvertida ley de D'Hondt lo premia con 3 diputados más de los que tenía.

En total, los tres partidos que conformaban el mapa parlamentario de Galicia, se han dejado en estos comicios casi medio millón de votos: 135.493 perdió el PP, 230.817 el PSOE y 125.323 el BNG. Parte de estos votos perdidos por el triunvirato parlamentario los han recogido Yolanda Díaz y Xosé Manuel Beiras con su Alternativa Galega de Esquerdas (AGE), parte se ha ido a la abstención y el resto a nutrir opciones testimoniales como esa apuesta por el "Escaño en Blanco" que, además de conseguir más de 17.000 votos, ha logrado duplicar el número de votos en blanco porque proponer algo "en blanco" es apostar por el voto en ese color.

Bien, aquí ha perdido todo el mundo menos AGE y Mario Conde, aunque a éste debería hacerle desistir el que sólo haya logrado convencer a 15.781 electores, no pocos de ellos "robados" al PP.

A pesar de todo, hay motivos para la esperanza, según el siguiente razonamiento: El PP renueva su mayoría absoluta (da lo mismo 38 que 41 diputados) ante la ausencia de oposición parlamentaria; el PSOE sigue recogiendo los frutos de su tibieza opositora, el BNG, como siempre, pierde votos con cada elección desde que defenestró a Beiras, y éste parece decidido a mostrarle a los demás cómo se hace una oposición real.

También resulta curioso que un viejo gladiador, con los 76 años ya cumplidos, venga a ser ahora la referencia de renovación. Bien es cierto que, tanto en su discurso como en su imagen, Beiras ha exhibido siempre un toque de modernidad. Y, con la que está cayendo, la audaz y prometedora apuesta por encontrar un tramo del camino común a la izquierda y al nacionalismo, no deja de ser un augurio modernizador.

Ahora sólo falta (y creo que lo veremos) mantener el impulso regenerador de los nuevos parlamentarios, no contaminados aún por la inercia absentista de los demás. La superación del principio universal de la inercia, según el cual lo más difícil es modificar el estado de movimiento o reposo, nos permite suponer que los nuevos parlamentarios harán lo que de ellos se espera en el hemiciclo.

Para ello será necesario que la alianza logre componer un entramado logístico adecuado, habilitando para los nuevos retos el ya probado de Esquerda Unida, y sea capaz de canalizar el entusiasmo que ha despertado en amplios sectores de la ciudadanía, no abducidos por lo que hasta ahora se llamó "voto útil",  aprovechando que sus diputados no sufren el lastre de la desafección política que arrastran los de siempre.

Pero mucho me temo que esa inercia no será solventada ni en PSOE ni en BNG, que seguirán víctimas de análisis justificativos, cuando no tienen más que mirar atrás para darse cuenta de que su derrota no es más que la lógica consecuencia de empecinarse en "sostenella e non enmendalla", y que la oportunidad de "paralos" y "botalos" la tiraron por la borda durante su sesteo parlamentario de más de tres años.

Pues que tomen nota, porque el electorado ha comenzado a darles la espalda y, aunque es sabido que el electorado acude siempre en socorro del ganador, ahora el único ganador es el nuevo grupo parlamentario, porque todos los demás han conseguido defraudar a casi 500.000 gallegos. Y medio millón de votos son muchos votos como para no tomarlos en cuenta en lo que significan de castigo.

Que se nos ofrece otra forma de hacer política parece que no es discutible. Pero aquí, como en todo, el movimiento se demuestra andando, por lo que algunos ya estamos esperando ver un Parlamento más animado, en el que se digan más verdades que las obviedades a que nos han acostumbrado. Lo que, en realidad, nos devolverá la esperanza y un atisbo de regeneración política será la comprobación de que habrá propuestas hacia el futuro y no sólo esa impenitente cantinela de "conmigo o contra mí", sin más aditamentos.

En todo caso, la irrupción de sangre fresca en las instituciones es de agradecer. Algunos nos empeñamos en creer que no seremos defraudados.

Amén.

NO PODÍA FALTAR

Y, por supuesto, no podía faltar en una crónica de este tipo la referencia a un nuevo "vivalavirgen" de nuestro goebeliano Caballero. El muy capullo ¿no va y saca pecho sugiriendo que Vigo ha sido una sangría para el PP? Y, como es su costumbre, sigue empeñado en que la realidad ha de parecerse a sus deseos, dejando bien claro que si alguien no lo ve igual es que la realidad está en un error.

Efectivamente, el PP ha perdido en Vigo, con respecto a las últimas autonómicas, 16.997 votos, pero el PSOE, airosamente defendido por Caballero, "sólo" se dejó 16.472, mientras que el Bloque, siguiendo la universal ley de las tendencias, sigue firme en su desafección popular y pierde 13.674 votantes. En total, 47.143 votantes de los tres partidos han preferido cambiar de opción en Vigo.

Señor Caballero: ya sabemos que la calle Policarpo Sanz le da cien mil vueltas a Serrano o a Oxford Street tras humanizarla, que el grupito formado para inaugurar la plaza del "granero mid west" hizo la mejor versión de todos los tiempos de aquella canción de los Beatles, etc., etc. (un día habrá que recopilar todas las desmesuras oratorias de Caballero y nos partiremos el culo de risa), pero el caso es que usted sigue teniéndonos por idiotas, basándose en la idiotez de que las cosas no son como las vemos sino como nos dice usted que hemos de verlas.

Pues vale; ¡adelante con los faroles!

Menos mal que nos quedan estes dous

http://vimeo.com/32570481

20.10.12

Es justo y necesario el rectificar

No ha sido catastrófica. Gracias a la prontitud y buen hacer del colega, ¡y un poquitín más! (que una no es de piedra, que lo sabré yo y todos vosotras/os que me venís siguiendo, aunque últimamente... desnortadita te os ando; digo desnortadita porque a caballo vivo, en los últimos tiempos, entre el casi sur y este noroeste del alma mía) Tiago. Sí homesí, que ya no tengo manera de ocultarlo; que a pesar de las poquísimas posibilidades (realmente debo decir: las nulas posibilidades) cuando él, Tiago, sí, que sí, el Louro habla es que se me recolocan en muy buen sitio las neuronas; incluso aquellas que se ocupan de los asuntos electorales.

Ayer noche nos encontramos (bueno, es un decir, yo sabía donde estaba y, claro, hice como sí por casualidad...) en la cafetería de siempre, con la peña de siempre; besos, saludos... ¿tema de la tertulia? Hai que paralos! Al margen del mucho o poco tilín que Tiago me pueda producir, debo reconocer que ayer estaba especialmente lúcido (no me sonrojo, no; o, sí me sonrojo, qué más da a estas alturas de la menopausia). Resumiendo: me hizo caer paulinamente del jamelgo (sí, con suavidad). El transfondo de estas elecciones no sólo consiste en que el PP no saque mayoría absoluta, además de eso Galicia debe lograr una voz diáfana y fraterna en el Parlamento; señalo lo de fraterna de manera muy deliberada: el que distintas voces de la izquierda se hayan unido conformando una sólida sensibilidad, está logrando una notoria movilización de esa parte (reconozcámoslo que suele ser de izquierdas) del electorado que venía absteniéndose de votar. Sí, me ha quedado patente que Alternativa Galega de Esquerda dará vitalidad a un Parlamento largamente adormecido.

Declaro pues que mi voto mañana será para la vitalidad y la posibilidad real de que la voz de la ciudadanía no se quede a las puertas del Parlamento:

votaré: Alternativa Galega de Esquerda.

(Una, a veces, es terquiña, pero también moldeable. Esta feliz corrección de rumbo no solo al apreciado Tiago se la debo, también al que también aprecio al SiniestroTotal Julián Hernández —qué hermosa y felina carta le dirigió a nuestro presidente; el mismo Cunqueiro, de leerla, la loaría ¡bravo, Julián! siniestro si que es Feijoo, y tanto que sí.)

¡No somos tierra quedama! Todavía no.

19.10.12

Carta aberta de Julián Hernández a Núñez Feijóo

Carta abierta a D. Alberto Núñez Feijóo, presidente de la Xunta de Galicia

Señor presidente:

No sabe cuánto lamento que esta carta coincida con unas elecciones autonómicas en Galicia: cabe la posibilidad de que usted entienda esto como una toma de posición o una llamada a un voto determinado. Nada más lejos de mi mente; y espero que así lo entienda, señor presidente, incluso aunque yo me incline, en público o en privado, por una opción concreta. Debo reconocer, sin embargo, que el motivo de esta carta procede de unas declaraciones suyas en un acto electoral en las que apuntaba a “esos nacionalistas que tocan el piano”. Me propongo no citar siglas en ningún momento, pero obviamente se refería usted a Xosé Manuel Beiras, aunque el alcance de sus palabras va más allá de su legítimo interés por captar votantes para su candidatura: usted, señor presidente, considera que el hecho de tocar el piano descalifica a cualquiera, en este caso a su enemigo político. Y, si no es así, usted está convencido de que hay gente que puede tocar el piano y otra que no debería hacerlo. No me diga, señor presidente, que sus declaraciones han sido mal interpretadas: las palabras quieren decir lo que quieren decir. Si recurre usted, señor presidente, a este manido argumento, le aconsejo no seguir leyendo. Yo, por mi parte, seguiré escribiendo porque considero que debo hacerlo.

Es posible, señor presidente, que usted haya oído campanas y no sepa dónde. Es cierto que el piano, tal y como lo conocemos hoy, es un instrumento que coincide con el auge de la burguesía, como factor clave en el correspondiente del capitalismo, en y desde el siglo XVIII. Por ello es posible también, señor presidente, que usted lo asocie a esa clase social. Pero eso, señor presidente, no le autoriza a descalificar al pobre trasto y a todos aquellos que se empeñan, en un afán que usted calificaría como de pequeñoburgués, por dominar si acaso alguna de sus infinitas posibilidades musicales.

Mire, señor presidente, la música no es precisamente la niña bonita dentro de los intereses culturales no sólo de Galicia, sino de toda España. Y ahora usted introduce la palabra «pianista» como descalificación en sus discursos. Debe usted saber, señor presidente, que el gremio de los músicos es muy dado al chiste interno, y que su ocurrencia podría hacernos tanta gracia como llamar a alguien «viola», «guitarrista», «acordeonista» o «batería» (por no decir «cantante» en el sentido peyorativo de uso común en Galicia) si no fuera por el contexto en el que se pronuncia el calificativo. Pero, como le decía al principio, sus palabras van más allá. Se acaba de desmantelar el bachillerato artístico desde el gobierno central, los dineros públicos destinados a conservatorios y escuelas de música se han esfumado y la titulación superior va a perder su equiparación a la titulación universitaria, algo que costó mucho esfuerzo conseguir en su momento. Evidentemente, usted no es culpable de todo esto, señor presidente, y no es mi intención cargar la responsabilidad del desastre a un determinado partido político aunque usted pertenezca al que parece empeñado en sumir a España en la sordera. Y considero, señor presidente, que no es justo cargar contra el partido porque me consta que hay amantes de la música que votan por él. Piense en ellos la próxima vez: la demagogia no es buena consejera en casos como el que nos ocupa.

Y piense también, señor presidente, en toda esa gente que se pasa años, muchos, aprendiendo a tocar un instrumento tan difícil. Son una realidad y un futuro que usted, señor presidente, se empeña en negar, en negarnos, en negárselo. ¿Son acaso ‘señoritos’ pequeñoburgueses? Pues no, señor presidente. Recuerde, si tiene a bien, aquella famosa foto en la que usted aparecía apagando un terrible incendio. Todos reconocimos de corazón su esfuerzo, señor presidente; ahora reconozca usted el de los músicos que las administraciones están dejando en la cuneta. Y justo cuando en Suiza (un país que usted, señor presidente, seguramente admirará) se incluye la enseñanza de la música en la constitución.

No puedo por menos, señor presidente, relacionar sus palabras sobre pianistas con la película Los que tocan el piano (Javier Aguirre, 1968), protagonizada por Toni Leblanc, José Bódalo, Concha Velasco y otros grandes del cine español. Supongo que usted la ha visto pero, al ser esto una carta abierta, debo recordar a los más jóvenes que los “pianistas” en cuestión eran ladrones a los que se tomaban las huellas dactilares en comisaría. Es así que cualquier pianista tiene una habilidad manual cercana a la prestidigitación, pero las horas de estudio le impiden dedicarse al robo de carteras. Por el contrario, la música en España sufre en silencio de corchea con calderón -permítame por una vez la jerga musical, señor presidente- la desaparición de toda inversión administrativa (sospecho que usted sospecha, señor presidente, que la cultura es una inversión) en favor de carteras de inversión privadas que, cuando resultan improductivas, o sencillamente fraudulentas, reclaman al estado lo perdido en un mal día. Visto así, quizá deberían ser otros “los que toquen el piano” y no los músicos.

Puede que a usted, señor presidente, le llame la atención que esta carta esté escrita en español (o en castellano, como prefiera), pero conviene, por una vez, que así sea para no confundir ni manipular, en plena campaña electoral, esta defensa de la música y de su importancia indudable. En todo caso, sus palabras sobre aquellos que tocan el piano trascienden el ámbito gallego y retratan toda una manera de pensar que, muy probablemente, se haya expresado a través de un lapsus linguae que estoy dispuesto a perdonarle, tal y como espero que usted me perdone una última osadía: la de traducir, especialmente para usted, unas líneas de William Shakespeare. En el primer acto de El mercader de Venecia (obra que, con toda seguridad, figura entre sus lecturas de cabecera), Lorenzo pronuncia estas palabras:

El hombre que no lleva la música en sí,
o no se conmueve con la armonía de los sonidos,
está programado para la traición,
el subterfugio y el expolio.
Su espíritu se mueve en la oscuridad de la noche
y sus anhelos son más oscuros que el Erebo.
Jamás confíes en alguien semejante. Entrégate a la música.

Conocedor como es usted, señor presidente, del viejo adagio italiano “traduttore, traditore”, espero que sepa apreciar la adaptación a nuestros tiempos del texto. De todas formas creo que, en ningún caso, traiciona en demasía lo que el viejo William quería decir. Ah, por cierto, Erebo es, a veces, sinónimo de Averno: en realidad es ese espacio sin tiempo y ese tiempo sin espacio que hay entre la vida y la muerte en la mitología clásica. Perdóneme que se lo recuerde, señor presidente (sé de sobra que usted lo sabe), pero una vez más el carácter de una carta abierta me obliga.

Considéreme su amigo y seguro servidor.

Julián Hernández, músico. En Cambre, octubre de 2012.

[R]

16.10.12

Votaré en contra del PP, es lo único que me mueve ha hacerlo

No. Yo sí voy a votar este domingo. Me horroriza que pueda ganar el PP. No me gusta el PSOE, pero deseo que pierda el PP; fácil, no tengo otro camino: votaré PSOE; paso de explicarme ya que no hago campaña para nadie.

15.10.12

El ganapierde

Estamos a punto de unas elecciones en las que nos jugamos algo más que si este desmadre lo gestionará el PP, un bipartito, un multipartito o quien sea. Nos jugamos seguir la senda marcada por quienes han diseñado este juego, que se parece como un huevo a otro al conocido como "ganapierde". En este juego, de lo que se trata es de obligar al contrario a ganar; si se consigue, se gana el juego perdiéndolo.

Y acabamos de asistir al reconocimiento, urbi et orbe, del triunfo de la economía sobre la moral, la decencia,  el interés general y la política. Si, también sobre la política, porque están tratando de arrastrarnos a la bovina aceptación de que la política ha de supeditarse a las reglas de la economía. Claro que no se trata de Economía en el mismo sentido que usted entiende; se trata de un juego diseñado para que pierda todo dios para que puedan ganar unos pocos. O sea que, en la medida que creas que ganas estás perdiendo

Acaban de dar el Premio Nobel de Economía a dos profesionales cuya aportación a los problemas que padecemos es su aguda interpretación de cómo han de comportarse "los mercados". Aportan ambos unas jugosas investigaciones sobre la dinámica del juego, en concordancia con la supremacía de ese juego de azar con trampas llamado Bolsa de Valores. Y se corresponde esto con aquella idea que surgió tras el desastre bursátil de 2008, con la caída de Goldman Sachs, de que había que "reformular el sistema"; no cambiarlo, no sustituirlo, no arbitrar otras fórmulas; sólo "reformularlo".

Confieso que no he leído los trabajos de los dos economistas premiados, pero entre líneas surge una figura que ha hecho más daño a la población que ninguna otra: Adam Smith. El autor de "La riqueza de las naciones" aportó la más demoledora interpretación de lo que una cuestión moral significa, elevando a la categoría de bien apetecible el egoísmo. Según Smith, que ha servido de coartada a todos los inmorales depredadores del mundo desde el siglo XVIII, el egoísta que quiere enriquecerse está, sin pretenderlo así, contribuyendo al bienestar de los demás. Esta teoría de "la mano invisible" que actúa para repartir algo, sería ampliada con la conocida como "del caballo y el gorrión", según la cual, que el pesebre del caballo esté repleto beneficia al gorrión que se alimenta de los desperdicios.

Por si se me escapan cosas he decidido volver a castigarme con la relectura de A. Smith, que no fue un economista en el sentido que hoy tiene la palabra, sino un moralista epígono de la llamada moral calvinista del éxito, según la cual hay nobleza moral en el deseo de éxito y enriquecimiento, y a ella debemos el desarrollo  y crecimiento que "disfrutamos".

Pero lo que realmente me espanta es el hecho de que nadie esté poniendo en cuestión las bases mismas del sistema que nos ha traído hasta aquí; que nadie se haya esforzado por construir un entramado ideológico en el que resulte verosímil la mejora de la vida  fuera del perverso marco de la "economía de mercado", y que hayan logrado convencernos de que sólo dentro del sistema actual hay esperanzas, por mucho que nos sigan dando con ellas en las narices.

En el ordenador de cada uno de ustedes hay un juego, el solitario, que resulta ser como una síntesis de lo que nos espera con este sistema: no hay manera de ganar más allá del 15 por ciento de los juegos. Hagan ustedes la prueba y comprueben, después de algunas decenas de intentos, que no logran superar aquella barrera.

Pues en el sistema que padecemos pasa lo mismo; no es que no puedas ganar, es que tienes limitado el éxito, no de uno en uno, sino en general. Vamos, que no hay manera de atender a las expectativas del 85 por ciento de los jugadores, porque la banca reserva el éxito para no más del 15 por ciento de éstos.

Y con estos pelos nos vamos a enfrentar a las urnas. Yo me pregunto, ¿para qué? Y usted debe preguntárselo también. ¿Para que sigan construyendo el parapeto que los ponga a cubierto de la frustración popular?, ¿para que nos sigan diciendo que lo más importante es que paguemos una deuda que nosotros no contrajimos?, ¿para que los mismos sigan ocupando los puestos que dan la posibilidad de legislar?, ¿para que las leyes emitidas sigan protegiendo a los que nos han robado la cartera?

Pues a mí me da que lo que hay que hacer es entregar el voto a quienes lleven en su programa, o en sus propuestas ideológicas, el rechazo al sistema. Y, si no, pues atengámonos a las consecuencias, como hasta ahora, ¿no?

O qué se creen ustedes.

9.10.12

Paseos lisérxicos

¿Saberá Lopez-Chaves o que é un tripi? ¿Como levará o de chamarse Chaves? e..que tal se lle chamamos Lopez-Lago?

8.10.12

Obxectivo: botar a Feijoo?

É botar a Feijoo o programa que temos que votar o próximo 21?  Desde logo que atendendo a un primeiro impulso parece unha medida de hixiene desfacerse do PP en todos cantos gobernos se poida. O que pasa é que  a estas alturas non chega con unha reacción sinxela. Conviría pensar e ir máis aló. Existe algún programa que nos garanta unha forma distinta de facer política sen corrupción e con respecto á democracia? Hai candidaturas que polas súas biografías respalden esta forma de actuar? Hai ideas para enfrontarse aos ataques contra as conquistas sociais? Coñecemos as respostas do PSOE e do BNG e tamén coñecemos aos seus candidatos. En realidade só nos ofrecen o programa mínimo: botar a Feijoo para logo enfrontarse  con Rajoy mentras se fan catro apaños ( unhas beirarrúas, un plan eólico, unha lei de normalización) para ir tirando. Dos recen chegados (perdón pola ironía) AGE coñecemos algunhas biografías e 34 propostas (por qué 34?) . As primeiras  non son das que non nos arrastran ás urnas e as segundas son francamente boas. Poida que teñamos programa pero non organización e menos aún movemento social que o soporte. (Non sei se será isto o que chaman idealismo, ou sexa ter moitas ideas.)
Volvemos tapar o nariz e votamos o programa mínimo en calquera versión ou adicamos os nosos esforzos a construir algo distinto?

6.10.12

Sepulcros blanqueados

"No puedo cantar, ni quiero a ese Jesús del madero, sino al que anduvo en la mar". Pero ellos sí que quieren que sigamos, compungidos, cantando al Jesús clavado en el madero, porque nos consideran esenciales para que, como siempre, sigamos pobres para que ellos sean más ricos.

Esta saeta machadiana, que cantó un catalán catalanista que también cantaba en castellano para mejor ser comprendido por la incultura mesetaria, es un alegato contra la miseria reconvertida en religión del sufrimiento (siempre habrá ricos y pobres), para que nos resulte fácil aceptar todos los desafueros de los fariseos, que oran en el Templo y alardean de su "buena fortuna" mientras "se compadecen" del pobre publicano, reducido ideológicamente a su triste condición de "mísero pecador". ¿Pues no le promete El Señor al pobre publicano la bienaventuranza en la otra vida, para que acepte lo que le echen en ésta?

O sea que ya sabéis: agradeced a quienes os quitan la casa, el trabajo, el dinero y cualquier atisbo de dignidad, porque ellos están haciendo el sacrificio de ir de malos por la vida ésta camino del Infierno ("antes pasará un camello por el ojo de la aguja que un rico entre en el Cielo", dicen que dijo el Jesús del madero) para que El Señor pueda recompensarnos en la otra vida colocándonos a la derecha del Padre.

¿Por qué será, entonces, que la mayoría de quienes van a ir al infierno por no observar las advertencias del Jesús que anduvo en la mar, sigan preocupados de asistir a la misa dominical (cuando no la diaria)? Conocí a un eminente torturador local de misa y comunión diarias, padre de numerosa familia y modelo de cristiano devoto. ¿De verdad creen en lo que dicen que creen y que nosotros les creemos? ¡Anda ya!, para lo que les importa.

¡Sepulcros blanqueados!

4.10.12

La Recentralización

Desde las más oscuras simas del poder se ha iniciado una nueva Reconquista: La Recentralización. Y pienso explicarme.

Una de las más duras pruebas que ha tenido que sufrir la democracia, conseguida aquí a base de renuncias y generosidad, ha sido la de construir el Estado Autonómico. Desde aquel "¡Antes roja que rota!", invocado por las más reaccionarias fuerzas y mentalidades insurrectas en 1936, hasta la mera "descentralización" propugnada por Fraga Iribarne negando toda denominación nacional a los pueblos que conforman el Estado actual y que ha dado lugar a ese improperio formulado como "España, Una y no Cincuentaiuna", no habíamos asistido a un intento de descomposición del entramado de derechos como el que se nos viene encima.

Quienes se sienten herederos de los que triunfaron en aquella guerra ("Ganaréis porque os sobra fuerza bruta, pero no convenceréis", le dijo Unamuno al energúmeno de Millán Astray cuando éste gritó en la Universidad de Salamanca ¡Viva la muerte! y ¡Abajo la inteligencia!) esperan para España "un nuevo amanecer" con el sol saliendo por el Oeste, aunque sea, y se aprestan al asalto final.

Era un 12 de octubre de 1936 cuando el mutilado general fundador de la Legión y reciente golpista pretendió con aquella frase rendir culto a lo que entonces se denominó "Día de la Raza", en el aniversario del día en que Rodrigo de Triana gritó "¡Tierra!" desde la cofa de la nao Santa María al divisar la isla de Guanaaní, que Colón llamó San Salvador en 1492.

Por entonces España existía como concepto más geográfico que político y los reyes de Castilla y Aragón, Isabel I y Fernando V, decidieron que "tanto monta, monta tanto", porque la coyunda era necesaria para ocupar el reino taifa de Granada, en el que los moros llevaban siete siglos viviendo. Antes de que Isabel se cambiase la camisa tras tomar Granada, ya los dos monarcas de sus respectivos reinos se habían juramentado para acabar con los poderes locales de los señores feudales, algunos de los cuales incluso se habían aliado contra las pretensiones de Isabel y en favor de Juana, llamada "la Beltraneja", por el trono de Castilla.

Desde entonces, la historia de España se ha debatido entre el férreo centralismo auspiciado a pólvora y acero por los llamados Reyes Católicos y la recurrente reclamación de los antiguos reinos aniquilados, o anexionados por pactos, de las naciones ibéricas. De todas ellas sólo Portugal, que apoyó a Juana y había logrado sacudirse el yugo emblemático de la yunta castellano aragonesa con su victoria en Aljubarrota contra Castilla un siglo antes, se libró de ser conquistada.

No es una simple coincidencia el que Franco y sus epígonos, aprovechando la cutre parafernalia falangista que incorporaba el yugo y el haz de flechas de Isabel y Fernando a su bandera, resulten ser los más conspicuos defensores de un centralismo político que ha teñido la península ibérica de todo un muestrario de guerras, asonadas, cantonalismo, ocupación militar y un patrioterismo de lo más ramplón. Su culminación fue la victoria militar de los golpistas Sanjurjo, Mola, Millán Astray, Cabanellas, Aranda y Franco, entre otros, con el inestimable apoyo económico del principal financiero del país, Juan March, y los manejos clandestinos de Bolín y Luca de Tena, entre otros conspiradores.

Y es que la derecha (hoy dirigida, como entonces, por su brazo financiero) ha sido siempre centralista, más aún que fascista. Si Companys no hubiese proclamado antes el Estat Catalá, ni se hubieran hecho los estatutos de autonomía Vasco, Gallego y Catalán durante la II República, la guerra, de haberla, se habría hecho sólo contra los rojos. Pero conviene no olvidar que la Guerra Civil no se hizo directamente contra la República sino contra la "desmembración" del Estado Unitario que en su día pretendieron los Reyes Católicos. El Águila Imperial, que sujeta fuertemente entre sus garras el yugo y el haz de flechas, simbolizó la voluntad de los vencedores de consolidar aquella España, Una, Grande y Libre (Una, porque si hubiera otra nos íbamos todos para ella; Grande, porque cabíamos 40 millones de españoles y los americanos de las bases, y Libre, porque en las quinielas podías poner 1, X o 2, se decía en los años 60), y se expresó en la posguerra con la persecución de cosas tan relevantes para el "fascio" ("haz", como el de las flechas) como los idiomas "no cristianos" catalán, gallego y euskera.

Pasaron unos años y dos descerebrados, Miláns del Boch y Antonio Tejero, se alzaron en armas contra el "desmadre autonómico", movidos por su incapacidad para comprender que un Estado puede ser plurinacional y repartir la soberanía del pueblo del modo que mejor lo represente. Franco nos legó aquel "atado y bien atado" que muchos creían superado. Pero, como el ave fénix, el ancestral miedo a la periferia de quienes no son capaces de comprender que existe el derecho a la diferencia renace de sus cenizas, aprovechando cualquier coyuntura que le favorezca.

Y, como siempre ha sido, si hay un problema es necesario hacerlo insufrible para que se permita el desafuero de acabar con él a sangre y fuego, si fuera preciso. Y la coyuntura se ha presentado como por ensalmo: el mundo globalizado ha ido creando esta crisis, que si es financiera serán los financieros los responsables, para ofrecer campo al más ramplón centralismo unificador y desarticular la democracia, con el inestimable apoyo de algunos que se han subido a la política como se subirían a una cucaña en pos del premio que hay en su extremo.

Ya la reacción tiene su Némesis y cabalga, a lomos de una pretendida austeridad, contra "el despilfarro autonómico", aprovechando que aquí hemos decidido poner a la zorra a cargo del gallinero dejando nacionalidades y regiones mayormente en manos de quienes nunca creyeron en ellas, pero les sirven para ampliar el chiringuito pastelero.

Pero si del consenso que alumbró la Constitución de 1978 se derivó una cierta sensación de aceptación de los hechos diferenciales dentro del Estado, la caverna centralista jamás lo aceptó de buen grado y se dedicó a poner chinitas en el engranaje, por ver si lo descalificaban los jueces.

Con lo de la crisis, todos los lobos cavernarios se han echado encima de las autonomías considerándolas una presa fácil, con el argumento de que resultan un despilfarro que no podemos soportar. Que eso no sea cierto y que sea la deuda privada (la de los bancos) la más significativa, y que sean esos bancos los que han sobrefinanciado algunos excesos de las autoridades autonómicas no deslegitima el modelo pero sí su crítica interesada.

Detrás de este ataque a los que ellos consideran flancos débiles de la estructura del Estado está una profunda convicción antidemocrática. Las fuerzas reaccionarias (esas que están acojonadas por la libertad para que todos mejoren, que no entienden la licitud de la voluntad popular, que sólo ven amenazas en la diversidad porque son unidireccionales y de pìñón fijo) están aprovechando el revuelo de la crisis para, por ejemplo, tratar de limitar el derecho de manifestación o inmiscuirse en la privacidad sagrada controlando incluso los desplazamientos en tren por si van a las manifestaciones.

Recuerdo que, poco antes del zambombazo del 11-S, un senador republicano estadounidense publicaba un artículo, que reprodujo El Mundo, en el que aireaba arrogantemente su desprecio por "esa ola de liberalismo que nos invade". Venía a decir que la sociedad americana estaba adormeciéndose, con tanta libertad, tanta permisividad, tantos derechos colectivos, tanta protección social, y había que tomar cartas en el asunto. El ataque a las Twin Towers significó el punto de inflexión, a partir del cual los norteamericanos aceptaron cambiar libertad por seguridad.

Y, como todo imperio exporta sus miedos para no sentirse solo en el temor, el frente anti libertad y anti diversidad se ha ido extendiendo por el mundo a lomos de una crisis financiera con la que se pretende devolvernos a la primera mitad del siglo pasado, obligándonos a devolver derechos sociales consolidados, y a pagar los desmadres de quienes hoy han sido colocados en los puestos desde los que mejor dirigir el ataque a la democracia.

Si hay alguien que crea que la situación que vivimos es fruto de la casualidad o de la concatenación de circunstancias imprevisibles, para mí que es un ingenuo. Nos encontramos en medio de una vastísima conspiración dirigida a reorganizar la acumulación de capital que se había repartido en exceso, a recuperar la parte del león de las plusvalías del trabajo y reponer el tapete de la mesa de ruleta para que los beneficiarios de este desafuero puedan seguir jugando a apostarse nuestros cuartos, embolsarse las ganancias y obligarnos a sufragar las pérdidas. Y para ello han de dinamitar todo lo construido por las democracias representativas que, mal que bien, no pueden dejar demasiado de lado las aspiraciones populares.

Y ahora, desde la parte más cavernaria de la caverna, se mesan los cabellos y se rasgan las vestiduras porque el Barça se reivindica como equipo catalán y exhibe sus símbolos en el Camp Nou. Han sido siempre los débiles, los escandalizados por la normalidad e incapaces de comprenderla aunque no la compartan, quienes enarbolan banderas como armas arrojadizas contra quienes consideran ajenos, mientras les reclaman que sean suyos. No es que estén en contra; es que no lo entienden. Y de este "escándalo de débiles" es responsable el escandalizado.

Si el estado autonómico, la peculiaridad de las que la Constitución nombra como Nacionalidades Históricas y los idiomas no castellanos, no prevalecen, creo que será el momento de iniciar un nuevo éxodo y buscarse aires mejores, porque aquí habrá triunfado el interés de unos pocos en contra del bienestar de la inmensa mayoría.

Y, si no, al tiempo.